SECCION CULTURA PAGINA 33 BALAZO: FRANCISCO TOLEDO CABEZA: EN EL ARTE YA ESTA HECHO TODO CREDITO: SUSANA FISHER Francisco Toledo deja escapar sus recuerdos. Habla de su infancia, del descubrimiento de su vocacion por el arte, del amor que siente por los animales. Reconoce influencias y senala los elementos que han sido recurrentes en su obra. Cuenta de sus dias en Paris, de la nostalgia por Mexico, del amor hacia su padre, del deseo de casarse y formar una familia juchiteca en la que los hijos hablaran zapoteco... Asi, la conversacion transcurre calida y cordial, permitiendo trazar el retrato de un artista empena do en una obra de corte verdaderamente universal. -¨Como te inicias en la pintura? -Llegue a Oaxaca a los 12 anos para estudiar secundaria y tambien me inscribi en la escuela de Bellas Artes; ese fue uno de los inicios. Tambien recuerdo mucho a la "Chatita", que era bibliotecaria y tuvo a bien orientarme y ayudarme en mis lecturas y en ver libros de arte. Yo jugaba a dibujar y a pintar, como todos los ninos. Recuerdo que tenia cierta habilidad, porque en el sexto ano a mi me tocaba dibujar los mapas. Antes, en 1950 , no podias comprar un mapa en una tienda, no habia la comercializacion de las imagenes. En las escuelas se hacian las imagenes que se repartian en los salones, como eran los cuadros de honor. Nunca fui un nino deportista y me iba de pinta como todos los ninos. -Platicame algo de tu infancia -Naci en Juchitan, pero mis padres emigraron a Chiapas, luego a Tonala, despues a Arriaga: ahi trabajaron un tiempo. Mi padre fue dependiente de un comercio, luego nos fuimos al sur de Veracruz, a Minatitlan. Mi padre proviene de una familia de talabarteros, zapateros. Recuerdo que ahi trabajo un poco la talabarteria y tambien en Petroleos Mexicanos. En esas zonas, donde vivi mi infancia, fui un gran observador de la naturaleza. Bueno, hasta la fecha, lo soy. Tambien desarrolle un gran amor por los animales ; aunque no soy jugueton con ellos, con excepcion de la "Chola", mi perrita xoloescuintle. En el sur de Veracruz, muy cerca de la selva, viviamos en una zona rodeada por un pantano y por el gran rio Coatzacoalco, que era muy bello; nos atreviamos, de vez en cuando, a buscar tortugas de pantano que las gentes de Veracruz comian, pero nosotros no. Si llegamos a comer tortugas, pero de mar, ademas de iguanas, armadillo. -¨Creciste rodeado de mujeres? -Si, creci rodeado de muchas mujeres; de las tias, las abuelas, porque ademas, curiosamente, mi padre era el unico baron en la familia. Los abuelos vivian lejos de nosotros: habia cierta rivalidad y ellos vivian fuera de la comunidad zapoteca. Por cierto, las mismas fiestas que se llevaban a cabo en Juchitan, se hacian en el sur de Veracruz. Algunos familiares nuestros eran mayordomos en las festividades; aunque mi padre no participaba mucho en las mayordomias, me vienen a la mente los nombres de los santos patronos de los pueblos de donde habiamos salido: San Jeronimo, San Vicente, San Jose. -Cuantos anos estuviste en Oaxaca? -Como cuatro o cinco anos, todos en primer ano de secundaria. Mas tarde me mandaron a Mexico para ver si los aires me eran favorables y para ver si podia terminar la secundaria. Me integro a la Ciudadela el director, que en aquella epoca era Chavez Morado, y tambien empece a relacionarme con las galerias y a ganarme la vida. Eso fue lo que definio que yo terminara la escuela. Trabaje en la Galeria Antonio Souza: asi empece a ganarme la vida, aunque mis padres no me cortaron los viveres. Yo me sentia muy hal agado. Mas tarde, animado por el dueno de la galeria, me fui a Europa; me ayudo a vender mis cuadros en Paris y tambien me consiguio una pension con calefaccion y agua caliente. -¨Tienes alguna anecdota de tus anos en Paris? -Si, me hicieron un corrido que se llamo "El aguila negada", porque en una ocasion en la Casa de Mexico, en Paris, no pude pintar el aguila de la bandera mexicana porque me enferme, inventandome asi el corrido. La Casa de Mexico era un verdadero rancho; ahi dure tres anos y, al poco tiempo, por ese problema, me quisieron expulsar. Yo realmente queria regresar a Mexico. Sin embargo, conoci la Galeria Flinker, ahi tuve mi primera exposicion en 1964, en la que invite a mi padre y, asi tambien, pudimos viajar j untos. Al verlo y platicar de nuestra tierra, me entro la nostalgia y me regrese. Por otro lado queria casarme, formar una familia juchiteca, queria que mis hijos hablaran zapoteco. -¨En que momento empiezas a disenar tapices? -En 1968 estuve viviendo en Teotitlan del Valle; empece a trabajar en tres talleres y se hicieron bastantes tapices con mis disenos. Tambien en ese momento empece a exponer en la ciudad de Mexico. -¨Reconoces algunas influencias? -Desde luego, las influencias llegan y no es algo que uno decida, se pueden observar en mi obra: Miro, Picasso, Klee, Tamayo, hay una larga lista. Las influencias ahi estan, no hay pintor que no las tenga. En el arte ya esta hecho todo, hay que aprender de los otros artistas, la originalidad pura no existe, ni en musica ni en arquitectura ni en nada, se va uno alimentando de unos a otros. -Hay una presencia muy clara en tu obra de zapatos, posiblemente de los anos 40... -Mi abuelo Benjamin tuvo un taller pequenito en Ixtepec, en la zona militar, incluso le llego a arreglar las botas a Cardenas. Cuando murio mi abuelo, todo lo heredo mi tia Felicitas, y creo que en la historia de la zapateria ha sido la unica mujer zapatera. Mi interes en los zapatos vienen de esa epoca, cuando yo la veia cortando plantillas; recuerdo mucho los cueros, como los iba pegando, cuando los coloreaba. Ese taller lo recuerdo muy bien: las pieles de las reses tiradas en el suelo. Hay una presencia en mi pintura de las hormas de los zapatos; recuerdo que no habia luz electrica y nos iluminabamos con un candil; todas estas formas se reflejaban contra la pared y me daban miedo. Tambien me acuerdo que habia muchas hierbas de donde mi tia hacia el pegamento. Habia catalogos de zapatos que venian de Argentina. Casi todos los zapatos que yo pinto son de entre los anos 30 y los 40. -Otra presencia en tu obra son las pieles, las texturas... -Cuando nos fuimos con mi padre a vivir al sur de Veracruz habia muchos pantanos; cazaba lagartos y tenia un gran amor por las pieles. Entonces hacia cinturones, carteras. Recuerdo haber llegado un dia a Oaxaca con un veliz que pesaba muchisimo, era de piel de lagarto. -Hay muchos elementos recurrentes en tu obra... -Si: los elementos los repito una y otra vez. Los cuentos que se cuentan en Juchitan los he ilustrado, pinto mucho conejos y animales en general. Me inspiro mucho tambien en las historias de San Mateo del Mar, en la mitologia de mi tierra, y en una mitologia personal que me he ido haciendo. En un tiempo pinte coches, bicicletas, mascaras, bombas de flit, maquinas de cocer, de escribir, que ya son parte de mi mitologia. Sigo creando y trabajando. .