PAG. 26 SECCION: INTERNACIONAL CINTILLO: COORDENADAS CABEZA: Ex Yugoslavia: La impostura CREDITO: IKRAM ANTAKI La guerra que azota desde 1991 el territorio de la ex Yugoslavia ha empezado con un formidable contra-sentido; el verdugo se ha presentado como si fuera el martir y ha transformado los agredidos -croatas, bosnios, albaneses del Kosovo- en responsables de sus propias tragedias... ¨Por que este formidable error? Porque los serbios han tenido la inteligencia de entrampar a la opinion publica en sus propias categorias, justificando de antemano la guerra que iban a emprender, presentando en su propaganda las des gracias de su pueblo a lo largo de la historia. Asi, esta propaganda logro conseguir la preeminencia moral y ejercer sobre sus eventuales opositores un enorme poder: "Contempla mi sufrimiento y atrevete a negarlo". Esta habilidad oscurecio nuestra comprension del conflicto y antes siquiera de lanzar su ofensiva, el agresor serbio ya habia ganado la batalla en los espiritus, asegurandose de un cierta simpatia de parte de la comunidad internacional. Pocos como el han tenido, en la historia reciente, tantos, p rivilegios. Sus tesis han sido comentadas y escuchadas con una atencion sin par. El crimen beneficio de la indulgencia. Por supuesto, ya no estamos ahi, y el encanto serbio dejo de actuar. Sin embargo, las cosas no han vuelto a su lugar logico: se prefirio hundir todas las partes en el mismo basurero del salvajismo tribal. Aun hoy, muchos no pueden tocar a los serbios sin echar inmediatamente toneladas de lodo sobre los croatas, los bosnios, los esolovenos, los albaneses o los macedonios. Porque la impostora ha funcionado. El mago se travistio de victima. Y hemos vuelto a cometer, con la crisis yugoslava, el mismo eterno err or que habiamos cometido con el comunismo y el tercermundismo. La terrible leccion del siglo es esta revuelta de los valores, que transforma los oprimidos, una vez llegados al poder, en dictadores, y los proletarios en tiranos, y los colonizados en los nuevos amos. Los perseguidos han perdido su inocencia. Aquellos mismos de los cuales se esperaba justicia han fundado otros despotismos aun mas temibles que sus antecesores, porque se edifican bajo la pretencion de la libertad y de la justicia. Es esta revers ibilidad que fuimos incapaces de pensar como si el hecho de haber sido victima, una vez en la historia, inmunizada a uno, para siempre, de la violencia y del totalitarismo. Ahi estuvo la fuerza de la propaganda de Milosevic: invocar los sufrimientos de su pueblo, especialmente entre 41 y 45, para exigir un pasaporte de inmunidad perpetua y ponerse en toda legalidad fuera de la ley. Muy pocos entendieron que aquellos mismos que se hacian llamar resistentes ejemplares contra el fascismo, le habian pedido pres tados sus metodos y que el lobo se habia disfrazado de cordero. Muy pocos recordaban que la ideologia victimaria es parte del fascismo y que este no es solo una doctrina de la raza superior, sino de la raza superior humillada. Con mucha habilidad, los extremistas serbios lograron presentar su apetito de conquista como si fuera un ardiente deseo de paz. Como bien lo afirma el dicho; Tambien el diablo gusta de citar las Escrituras. La identidad victimaria serbia es una tradicion alimentada por la Iglesia y la literatura, que se enraiza en una larga historia atormentada: la de la colonizacion turca y la de la tutela habsburguesa, generadoras ambas de un patriotismo exacerbado, que se nutre de heroismo. Es un sentimiento de inseguridad permanente, que se debe a las migraciones constantes y a las modificaciones de las fronteras, una angustia del desarraigo y del exilio. Es, por fin, un caracter hereditario que dura desde la derrota del P rincipe Lazaro, el 15 de junio de 1389, frente a los otomanos, verdadero evento fundador cuyo recuerdo se perpetua de siglo en siglo. Los serbios merecian un gran destino, que se les ha escapado. Herederos heridos de un imperio que no logro existir, guardan el desconsuelo de esta perdida. Hay una cierta belleza en esta manera de celebrar las derrotas propias, como si la debacle terrestre se transformaba instantaneamente en una victoria celeste. Los serbios parecen embriagarse hasta el extasis de las injusti cias que les fueron infligidas y cultivan la exaltacion de sus sufrimientos asi como la fe en una cierta fatalidad de su martirio. Un pueblo entero se sumerge en la certidumbre de estar hecho para el sufrimiento y saca de esta certidumbre una suerte de dignidad aristocratica. Milosevic ha sabido despertar este fondo ancestral, para ponerlo al servicio de un proyecto politico y militar gran serbio, y transformarlo en arma ideologica para legitimar la guerra. De esta metafisica historica puede salir lo mejor y lo peor. Durante la Segunda Guerra Mundial, la gesta de Ivan el Terrible contra los caballeros teutones logro despertar, en el pueblo de Stalingrado, insospechables tesoros de resistencia al nazismo. Por desgracia, hoy esta jardineria historica esta llevando el pueblo serbio a lo peor: a reconocerse en el sicopata Karadzic, en la barbarie desatada, en la violacion de todas las reglas y leyes internacionales (agradezco a P.Bruckner el haberme ayudado a entender lo que precede) .