SECCION ESPECTACULOS PAG. 34 BALAZO: REMEMBRANZAS CABEZA: El teatro guinol de Lola Cueto CREDITO: JUAN CARLOS CASTELLANOS C. Creativa por excelencia y llena siempre de entusiasta aspiracion de busqueda, Lola Cueto Dolores Velazquez Cueto, despues de exponer su obra de tapiceria en los mas importantes museos de arte del mundo (Toledo, Nueva York, Mexico), se inicio en la actividad que mantendria por el resto de sus dias: el teatro guinol. Corria el ano de 1933. Mireya Cueto, hija de la artista y celosa guardiana de su recuerdo y de su obra, hizo interesantes revelaciones a El Nacional: "Treinta anos trabajo mi madre con los titeres, con sus hijos, como ella misma decia. De 1933 a 1966, ano en que se jubilo, no dejo de crear titeres, de participar en los cursos de los maestros, de dedicar a este arte multiple y exigente su talento y su entusiasmo. "En la epoca de oro del Grupo El Nahual, constituido por ella, Roberto Lago, Guillermo Lopez (El Chato) y Paquita Chavez, realizaron giras por el interior del pais y una a Venezuela, en 1947, en la que el grupo impartio cursos que dieron como resultado la creacion, en Caracas, del Grupo Tio Conejo, precursor de ese arte en su pais y varios del sur de America. Con sus titeres, tambien participo en la Campana Nacional de Alfabetizacion promovida por Jaime Torres Bodet, entonces ministro de Educacion". Pero el intenso trabajo de Lola Cueto en el campo de los titeres de guante no ocupo sino la mitad de sus jornadas; la otra mitad la dedico al grabado. En los anos cuarenta volvio a inscribirse en la Escuela de Artes Plasticas de San Carlos, en la clase del maestro Alvarado Lang. Domino con maestria todas las tecnicas y fue invitada a dar clases de grabado en el Mexico City College. Varias generaciones de alumnos anglofonos aprendieron con ella a pesar de que no hablaba ni jota de ingles. Jose Luis Cuevas fu e alumno de ella y no pierde oportunidad de referirse a Lola con gran afecto y admiracion. A la maestra Cueto se le recuerda por su amor a los ninos, el respeto a sus tiempos y espacios y el profundo conocimiento de sus necesidades afectivas, emocionales y de diversion. Seria por eso que dedico parte de su tiempo y esfuerzo probablemente hasta dinero a coleccionar y documentar juguetes populares. De la coleccion de juguetes y titeres, ahora en el Museo de Ciencias y Artes de la UNAM, salieron las 40 aquatintas del libro Titeres populares mexicanos, con una presentacion de Jean Charlot y prologo de Roberto Lago. Realizo otros muchos libros mas sobre ese mismo tema, editados aqui y en el extranjero. Ella capto y comprendio a fondo la sutileza y fantasia del juguete indigena mexicano y muchas veces expreso su preocupacion por la lenta desaparicion de los juguetes artesanales, debido al bracerismo. Con claridad premonitoria, vio venir la invasion del horrible e inmortal plastico en manos de los ninos; vio venir la avalancha en los mercados, cada dia mas uniformes, de los juguetes industriales baratos, despersonalizados, sin gracia ni espiritu. Con la humildad y entrega que la caracterizan, se empeno en d ejar testimonio fiel de este arte delicado, tan afin a su propia personalidad y sensibilidad. Al tomar el hilo de los recuerdos, Mireya se remonta a la adolescencia de su madre y recuerda como su padre adoptivo, Juan Velazquez, le puso el sobrenombre de Senorita ciclon, que era el titulo de una serie de episodios cinematograficos. Esa senorita... de Azcapotzalco se levantaba al alba, salia muy acicalada de su casa de la calle del Imparcial y, canasta en mano, se iba al mercado, hacia las compras a la velocidad del rayo, volvia a la casa, le entregaba el mandado a la madre y se iba volando a la Academia de San Carlos, en un tren electrico amarillo. Desde entonces ya despuntaba su personalidad activa y creativa. A los 12 anos Lolis ya estaba en San Carlos. Por cierto que fue un triunfo sacarle a don Juan el permiso para que se inscribiera, pero el recio hombre, de bigotes retorcidos, no pudo menos que sonreir orgulloso cuando la chiquilla de 13 anos, uno despues de su ingreso a la Academia, presento su primera exposicion. Tales son los recuerdos de la hija de Lola Cueto, quien en dias pasados fue homenajeada como lo sera Roberto Lago el proximo viernes en el mismo sitio en el Museo Nacional de Culturas Populares, en el marco de la exposicion "El Oro del Guinol". De Roberto Lago no se puede decir menos que de Lola Cueto. Si ella es la madre de los titeres en Mexico, y les abrio un sitio en Bellas Artes en su epoca de oro, don Roberto viene a ser, entonces, el abuelito. Manipulo al senor Guinol, un trujaman o presentador que muy pronto se popularizo en todo el pais. El senor Guinol conversaba con el publico, especialmente con el infantil, y los ninos, poseidos por la emocion, se dedicaban a observar atentamente y platicaban con el muneco tal como lo hacian con las pe rsonas de carne y hueso; para ellos, el senor Guinol era una realidad. Lago comenzo a estudiar sobre los guinoles y sus investigaciones ampliaron el conocimiento que sobre los titeres y las marionetas hasta entonces se tenia. Organizo festivales internacionales e introdujo en el pais la pasion por saber cuanto ocurre con los titeres en el extranjero. Cueto y Lago son los personajes centrales de la muestra que tiene lugar (y que durara hasta julio entrante) en el recinto de Coyoacan. Ya el viernes anterior se hablo sobre Lola y el proximo viernes se hara lo propio sobre la obra de Roberto. Grandes titiriteros, amigos y familiares, estaran ahi para recordar y revalorar la obra del abuelo. .