SECCION INF. GRAL. PAG. 3 CABEZA: La guerra de las encuestas CREDITO: JACQUELINE PESCHARD Hay varios elementos que explican este fenomeno: 1) la creciente competitividad que han alcanzado los comicios presidenciales, lo cual ha borrado la certeza que tradicionalmente existia sobre quien seria el triunfador de la contienda; 2) la importancia que ha cobrado la sociedad como actor dentro del quehacer politico, en buena medida como reaccion al prolongado tutelaje estatal; 3) el enorme peso de los medios de comunicacion dentro de las campanas politicas, y desde luego, 4) el desarrollo de las herramie ntas estadisticas que facilitan la realizacion de encuestas. En efecto, mientras las elecciones en Mexico estuvieron dominadas por el partido oficial, los resultados de estas hablaban mas sobre el sistema y sobre la elite politica, que sobre la poblacion ciudadana, cuyo voto, en el mejor de los casos, solo ratificaba lo decidido previamente en las cupuas del poder politico. Hoy, las elecciones tienen que ver, ademas de con la actuacion del gobierno y de los partidos politicos, con las reacciones y el comportamiento de los electores. Pero, las encuestas no solamente cumplen el papel de reflejar el sentir de la poblacion en edad de votar, tambien pueden servir para moldear las decisiones sobre el voto, particularmente sobre aquel que no esta claramente identificado con una preferencia partidaria, el elector indeciso, que las encuestas recientes en Mexico siguen colocando entre el 20 y el 35 por ciento. Las encuestas han probado ser una herramienta importante para orientar el sentido del voto que no esta comprometido con un partido o una corriente ideologica precisa y para impulsar el llamado voto racional que se define a partir de criterios muy pragmatico como la evaluacion del gobierno en turno, la oferta especifica de los candidatos, o la disposicion de los mismos en la carrera por el triunfo. Al ir dando cuenta de quienes son los favoritos, es decir, de quienes tienen mayores posibilidades de ganar, la s encuestas alientan el voto en ese sentido. A pesar de todo el terreno que han ganado las encuestas, la gran discusion sobre el tema sigue estando centrada en un punto basico: si son o no ejercicios confiables. De ahi la gran disputa que se ha generado entre las distintas empresas encargadas de realizar consultas politico-electorales a la poblacion. Y es que en el pasado de hegemonia priista, las encuestas no solian publicitarse, basicamente porque la unica que las hacia y que se interesaba en tomarle el pulso electoral a la sociedad era la clase gobernante. A todos los cambios en el terreno politico obedece el que ahora se hayan empezado a discutir no solamente los resultados que arrojan las encuestas, sino las metodologias que las sostienen. De entre las diversas problematicas en torno a las encuestas, hay dos asuntos alrededor de los cuales se viene centrando el debate por la confiabilidad de las mismas: 1) si los cuestionarios deben levantarse en la via publica, o en los domicilios y 2) que hacer con los que se declaran indecisos. La discusion sobre el lugar de aplicacion de los cuestionarios tiene que ver con la cultura politica de la desconfianza que sigue tan arraigada, y es que si bien en terminos tecnicos es mejor hacer la entrevista en domicilio porque se puede controlar mejor a la muestra para que sea representativa del universo electoral, en la via publica las personas se sienten menos presionadas, es decir, mas libres para decir lo que piensan. En cuanto al problema de los indecisos, algunos los asignan siguiendo la distribucion de las preferencias declaradas abiertamente (si el 30 por ciento se declaro panista, esa misma proporcion de los indecisos se ubicara como panista), mientras otros prefieren colocarlos de acuerdo con los perfiles que cada una de las clientelas de los partidos y candidatos, de acuerdo con los datos de la encuesta. De tal suerte, si las priistas mujeres son dominantemente amas de casa, de edad media y escasos recursos, aquel las indecisas con esas caracteristicas se ubicaran como priistas. No cabe duda que en el actual contexto politico, marcado por multiples tensiones y controversias, mucho se ha avanzado en el campo de las encuestas como instrumentos para conocer las inclinaciones politicas, asi como para incrementar el interes de la poblacion en la vida politica institucional. Sin embargo, la suerte de guerra que existe entre las distintas empresas que realizan encuestas, aunque se presenta como un asunto tecnico, en realidad sigue siendo esencialmente ideologico. .