SEC. INF. GRAL. PAG. 2 CABEZA: Las mujeres fotografas CREDITO: ELENA PONIATOWSKA Si para algunos de los fotografos del hermoso libro Mexico Indio, (editado por el grupo financiero InverMexico), con un prologo de Salomon Nahmad, llegar a penetrar en la intimidad de los indios es un problema, para las fotografas mujeres no lo es. Bob Schalkwijk, Patricio Robles Gil sienten pudor, temen parecer intrusos, no quieren rasgar el silencio. En cambio, las mujeres entran en un abrir y cerrar de ojos en la intimidad. Nunca Mariana Yampolsky o Graciela Iturbide sintieron temor de ofender, mucho men os Alicia Ahumada o Flor Garduno, Gertrudis Duby, la esposa del notable antropologo Franz Blom, se apropio de los lancadones: "Venganse paca mis hijitos". He aqui la clave: "mis hijitos", la maternidad. Ver a una mujer es ver a una madre en potencia. Las mujeres dan a luz, las mujeres saben lo que es esa inmensa herida que todo lo abarca; despues del desgarramiento de traer a la tierra a otro ser, la sangre, la linfa, la mierda, el liquido amniotico, el sudor, los escalofrios, lo demas viene solo: pedir pos ada, abrir la puerta, interpelar al habitante: "Ya no tomes, te va a hacer dano", la maternidad es tan grande que barre con todo y hermana a las mujeres de la tierra, se mete en todo, les da el pase. ¨Quien vive? Yo, yo merita, yo la mujer. Recuerdo que cuando el antropologo Oscar Lewis, autor de Los Hijos de Sanchez no podia obtener determinados datos enviaba a su esposa Ruth a la vencidad de la Casa Grande y ella regresaba con la informacion codiciada. Asi las fotografas. Entran tan naturalmente en la cotidianidad que hasta las hacen comadres. No es que a las fotografas les falte respeto, no, es que su abrazo es muy grande. Saben lo que es amamantar al hijo, aguantar al marido, enterrar a la abuela, rescoldo del hogar. Saben lo que es ordenar a la vaquita, a la chivita, limpiarle las nalgas a la criaturita chiquita, sonarle los mocos a la becerrita de panza. No solo es la continuacion de la maternidad lo que las hace parte de la tierra, tambien el hecho de ser mujer influye en los temas que escogen. Lo que los hombres no ven lo traen las mujeres clavado en el centro de la pupila. Le rinden tributo al nino indigena, a la madre indigena, a la joven chiapaneca, Gertrudis Duby vino de los Alpes suizos a enamorarse de la Selva Lacandona y durante su vida entera defendio el cedro, la caoba, la caiba sagrada contra las hachas de los taladores. Tambien respeto la forma de vida de los seres delgados y de cabellos largos que vivian bajo los arboles, los capto y la atraparon para siempre. Murio entre ellos, chamulas, chinantecos, mixtecos, tzeltales de Amatenango del Valle la quisieron porque, a su modo, ella los defendio. ¨Que es defender al indigena? ¨Conservarlo? ¨Ensenarlo? ¨Aculturarlo? ¨Asimilarlo? ¨Asesinarlo? ¨Que es fotografiar al indigena? ¨Preservarlo? ¨Documentarlo? ¨Robarlo? ¨Exhibirlo? ¨Exotizarlo? Mariana Yampolsky, receptora, al tomar sus imagenes fija y da esplandor. Consigna para la posteridad. No los ve como indigenas y lo que busca es su semejanza con los coletos, los catrines, los mestizos, los blancos. "Capto lo cotidiano, las pequenas cosas de su vida que me conmueven como tambien me atraerian las de los chavos-banda si tuviera oportunidad de retratarlos" dice Mariana Yampolsky. "Sus momentos creativos, de tristeza, de felicidad, sus ritos, sus logros y sus fracasos, campo o ciudad, indigena o meztizo, siempre capto lo cotidiano, es decir, la verdad de su vida". Fuerte, Mariana Yampolsky da imagenes definitivas, que se quedan en la memoria. Absolutamente segura de lo que hace, sus fotografias reflejan su intencion: ensenar exactamente lo que ve sin interpretar ni anadir elementos de su invencion. Alicia Ahumada es la mas joven y la menos conocida. Flanqueada por Flor Garduno y por Graciela Iturbide, nortena, sus imagenes cautivan por su arraigo a su tierra a pesar del fuertisimo jalon que ejercen los Estados Unidos en toda nuestra frontera norte. ¨Que se llevan los mexicanos cuando se van al otro lado? ¨Con que regresan si es que regresan? Graciela Iturbid y Flor Garduno, viajeras de America son dos exponentes del realismo magico: se empenan como Garcia Marquez en las manifestaciones de la magia y de lo inverosimil; lo insolito y lo misterioso en sus fotografias es el comun denominador de su vision del continente. Asi como en la mayoria de las peliculas de Bunuel hay enanitos, en Graciela y en Flor, las mujeres se coronan y se acuestan con lagartos porque es la cosa mas natural del mundo. Los arboles de Flor se cimbran henchidos y amenazantes y la india raramuri de Graciela se lanza al desertico septimo circulo de la comedia humana con un radio de transistores que arquea su fragil cintura. Desde dentro, las mujeres afocan el lente de su camara. Las cinco entablan una comunicacion casi inmediata. No hay fotografias de grandes grupos humanos, de ceremonias vistas en su casi totalidad. Nos dan un pedazo de la verdad, un "cachito" dirian, de vida indigena, una informacion fidedigna que nos sirve para establecer una relacion mas profunda, menos instantanea. No hay que abusar de la fotografia al conferirle poderes que no tiene. No hay que exigirle mas de lo que puede dar. La fotografia es un docume nto social no una explicacion de la realidad. La fotografia tambien puede ser ficticia, parcial, mentirosa. Es el espectador, el que recibe, quien le agrega o le quita segun su propia experiencia. Si queremos una explicacion tenemos que ir en busca de ella nosotros mismos con todo lo que esto implica porque para saber como es el indio nada mejor que compartir su vida. Cinco mujeres presentan una vision de su Mexico indio, cinco espectadores tendran distintas reacciones ante las imagenes ofrecidas. Algunos las sentiran cercanas y entranables, otros pensaran que no hay diferencia entre los temas escogidos por hombres y mujeres. Sin embargo, son quienes disfrutan o rechazan las fotografias los que finalmente tienen la razon. Todos los hombres y las mujeres de la tierra compartimos los mismos latidos del corazon, las mismas interioridades, musculos, intestinos y pulmones. Lo que nos diferencia es el color y esa fragil membrana que nos envuelve y que llamamos piel. Buscar la semejanza es lo que logran Gertrudis Duby, Mariana Yampolsky, Graciela Iturbide, Flor Garduno y Alicia Ahumada y en esa semejanza esta precisamente aquello qu nos hace unicos e irremplazables: nuestra expresion, como se hace presente el espiritu a traves de l os ojos, los movimientos y el paisaje que gracias a nuestra presencia adquiere algo de nuestras caracteristicas porque es dificil que hombres mezquinos vivan en escenarios grandiosos. Si los bosques de la Tarahuamara o de Chiapas son esplendorosos es porque en su semilla se concentran dos grandes: la de la naturaleza y la del hombre que la habita. El subcomandante Marcos, comunicador numero uno, (ahora todos queremos comunicar con el) dice que el pasamontanas que cubre el rostro de los soldados del EZLN es el simbolo del olvido en que nuestro pais ha tenido a los indigenas. "Morimos sin rostro y sin nombre". Los fotografos, equivocados o no, le han dado rostro a las diversas etnias de nuestro pais, a los que padecen hambre, a los olvidados de la tierra. Quiza retrataron sin saberlo a futuros miembros del Ejercito Zapatista. Lo bueno de su conducta es que por poco tiempo vivieron y padecieron con ellos, ganaron su confianza al compartir su vida diaria, al comer apenas, al dormir en el suelo, al aguantar las mismas inclemencias de la naturaleza. Las mujeres fotografas no tuvieron que ir tan lejos. ¨Por que? Porque su misma condicion femenina salvo los obstaculos. .