SEC. INF. GRAL. PAG. 3 CABEZA: Despues del 21 de agosto CREDITO: Fabrizio Mejia Madrid El nuevo mito de la fundacion de un nuevo pais, moderno, democratico y justo tiene fecha: el 21 de agosto de este ano. Las fuerzas politicas y sobre todo los medios de comunicacion se han empenado en sobrecargar este dia y las consecuencias de ello son todavia inexpugnables. No estoy hablando de la relevancia de las elecciones mas competidas de la historia moderna del pais en un paisaje de violencia en las fronteras y con un candidato asesinado, sino de un clima de simulacro. Tengo la impresion de que los p rincipales actores politicos ya decidieron lo que va a pasar el 21 de agosto y solo esperan esa fecha para comprobar sus hipotesis. Como en la vieja paradoja de Baudillard que aseguraba que la existencia de Disneylandia permitia que todos creyeramos que el mundo exterior a ese parque de diversiones era real y serio, las elecciones presidenciales permiten que creamos que el futuro no es predecible. Las inusitadas declaraciones del Sr. Samuel Ruiz y el silencio de los antes parlanchines zapatistas, auguran qu e su compas de espera para reiniciar la guerra termina despues del 21 de agosto. Al EZLN lo demostro con su actitud frente a Cardenas no le importan las elecciones. Por su parte, el PRD insiste, sin importar los avances en la limpieza de la eleccion, en que todo es insuficiente y sabemos que reclamara el mas grande fraude de la historia. Ademas, todo mundo espera que ese partido se divida en el torbellino de los negociadores contra los intransigentes. Algunos de sus dirigentes esperan una enorme represion y documentan sus apreciaciones con la compra y fabricacion de armas antimotines. Recuerdo todavia la voz emocionada de un ceuista perredista en la conmemoracion de los 25 anos del 2 de octubre que gritaba: "Los estudiantes protagonizaremos un segundo 2 de octubre". El simulacro para estos sectores, la base movimientista del PRD, contiene una buena dosis de sacrificio fundante, necesario, unico rostro de la historia por venir. La posicion del PAN no tendra sobresaltos. Con un buen numero de votos, podra negoc iar una que otra secretaria de Estado y posiciones en las camaras. Por el rostro general de los cambios en la direccion del PRI, todo indica que volvera a las practicas populistas y seguira por el camino ambiguo entre la reforma y la fosilizacion. Pero existen otros grupos para los que el 21 de agosto es un simulacro de sus expectativas de orden. Sin nombres identificables, estos grupos han amenazado a Samuel Ruiz, a Cardenas, y sus aspiraciones han tenido eco en diarios como Summa que en sucesivas entregas han culpado de todos los males nacionales a jesuitas, a lideres de organizaciones no gubernamentales y a perredistas. Su simulacro es el de la invencion de una amenaza ambigua al orden constitucional que legitime el uso de la fuerza. No se que tanta influencia tengan, pero su compas de espera tambien se termina despues del 21 de agosto. En este simulacro, lo de menos es la jornada electoral. Acaso la movilizacion de practicamente todos los sectores y grupos de la sociedad en torno a las reformas del sexenio de Salinas de Gortari ha creado el espejismo de que todo lo que pase despues de agosto sera definitivo no solo para esta generacion sino para las que vendran. El ansia de hacer historia, de que el Mexico moderno, justo y democratico tiene que venir en la madrugada del 22 de agosto es, no esta de mas repetirlo, una esperanza vana. No es la eleccion la que esta sobrecargada, sino la poseleccion. Muchos suenan en anuncios esperados de gobiernos de coalicion, otros en fraudes mayusculos y represiones generalizadas y unos mas, en reafirmaciones de la legalidad por la via autoritaria. Este simulacro compartido por muchos hace de la eleccion el final de una era todos los dias alguien decreta el final de algo sin pensar que la modernizacion tambien esta hecha de retornos, elogia la ruptura, el cambio por si mismo, lo imponderable. Esto no ayuda e n nada a repensar una transformacion en verdad provechosa para todos, con plazos establecidos, con pactos entre fuerzas que no se vean a si mismas como irreconciliables y monoliticas. El 21 de agosto habra una eleccion, solo eso. Ese dia no se jugara el futuro nacional, acaso uno que otro prestigio personal, pero nada mas. Por los datos disponibles y duros, quizas sea la eleccion que haya tenido mas candidatos de consenso que garanticen su limpieza, la credibilidad de sus resultados. Los rezagos del pais a nivel de desigualdades, justicia, derechos humanos y democracia, no se resolveran en el corto plazo, ni por la buena voluntad de tal o cual candidato. Lo repito aunque se que no contribuye casi en nada a generar un clima distinto del que partidos y medios han sido los artifices. Esperamos demasiado de la historia y, seguir por ese camino de altas expectativas, a lo mejor nos depara un futuro tan mediocre que se termine el 22 de agosto. Ojala me equivoque. .