SECCION ESPECTACULOS PAGINA 37 BALAZO: PRIMERA LECTURA CABEZA: CAFE DE LOS CIEGOS: DANZA, MUSICA Y ALGO MAS CREDITO:MALKAH RABELL Nunca habia oido hablar antes de la musica en Canada, y en especial ignoraba todo lo referente al grupo La...La...La Human Steps. Por primera vez me enfrente a tal manifestacion en un festival de la ciudad de Mexico hace unos anos. Y hace mucho tiempo que no me ponia tan furiosa y tan indignada como frente a ese grupo de bailarines que parecian unos suicidas empenados no solo en perder la voz y en quedarse sin fuerzas para la actuacion dramatica, sino dispuestos a perder la vida. No tengo nada contra los su icidas. Al contrario, me siento ligada con ellos por una fraternal solidaridad, pero no soporto a los suicidas escandalosos, que para llamar la atencion son capaces de quitarse la vida en una iglesia como Nuestra Senora de Paris. Y caso extrano, apenas abri el programa de mano -que nunca abro antes de terminado el espectaculo-, la primera palabra que descubri fue "suicidio". Y otra palabra que igualmente me estuvo torturando durante todo el espectaculo fue "sadomasoquismo". Palabra especialmente indicada para designar a la primera bailarina, tambien actriz, que a veces cantaba, cuando lograba emitir la voz despues de una danza interminable, como endiablada, como surgida del infierno. Bailarina cuyo nombre no logro descubrir entre mi s viejos programas, perdido entre el resto de los nombres de sus colegas. Era la unica que no descansaba ni un momento durante el espectaculo y cuyo rostro, muy interesante, aparecia constantemente en el close up de la pantalla colgada en el escenario. Tenia ese rostro una expresion de angustia, mezcla de cansancio y miedo, una expresion desesperada, como si pidiera piedad. Pero no se entregaba. Parecia a cada momento a punto de desmayarse, pero juntaba pieza tras pieza cada uno de sus miembros para lanzars e nuevamente al combate contra la muerte de su voz, de su cuerpo, de su arte -si arte puede llamarse tanta absurda lucha-. Y en mi desesperada indignacion pensaba que no solo en Auschwitz se podia matar a inocentes, tambien lo pueden hacer sobre el escenario de un teatro. Y el publico, con un sadismo inconsciente, que hace gozar al verdadero artista, dispuesto a dejarse matar por cada rafaga de aplausos, ese publico batia palmas, gritaba de emocion, temblaba de entusiasmo, indiferente ante el martirio de una bailarina dispuesta a ofrendarse como victima en aras del exito. Creo que lo que mas me hacia sufrir era la estridencia de la bateria del grupo aleman de Rock de Einstrudend Neubaten. De todos los sonidos que he oido en mi vida, ninguno tenia esa fuerza destructiva, ese grito que llegaba al cielo en su furia dominante y hacia competencia con el latir del corazon del musico. Y una voz anunciaba: "Cuanto mas fuerte golpea su bateria el baterista, tanto mas fuerte late el corazon". Y el musico castigaba cada vez con mayor furia su intrumento. ¨Y el corazon?... Sus latidos s e transmitian por altoparlantes al publico. Y el programa de mano anunciaba: "La musica del grupo aleman Einstrudend Neubaten se encargara de hacernos vibrar al ritmo de la estridencia cosmopolita de un siglo XX que claudico ante los mas sublimes ideales de un humanismo inocente". Y los bailarines seguian sus repetitivos movimientos. Se tiraban al suelo y se levantaban y se volvian a caer... Todo eso resultaba desesperante y parecia no tener fin... Por fortuna la danza del Grupo Carbone 14 tenia mayor dulzura y tambien mayor humanidad. Su numero llamado Cafe de los ciegos, dirigido por Grillon Maheu, que tambien era su creador, usaba los muebles como elementos auxiliares de la danza. Su Cafe de los ciegos podia tambien llamarse Las sillas, como la obra de Ionesco. Las sillas volaban por los aires y las muy jovencitas danzarinas vestidas con ropa de estudiantes de secundaria volaban tambien ellas, colgadas de las sillas. La musica de Claude Vendette er a mas suave, aunque creo que la ejecutaba una orquesta de jazz, y aunque nunca fui admiradora de ese genero musical, en esa oportunidad me gusto especialmente su ejecucion por un complejo conjunto que tocaba sobre el escenario detras de una cortina transparente, en el teatro Julio Castillo. Los anunciaba el programa de mano como un "conjunto invidente", igual que los visitantes ciegos del cafe". Desde luego, nadie era invidente en esa compania Carbone 14, ni los musicos, ni los visitantes del cafe. En esa produccion teatral se entremezclaban todos los generos: teatro, baile, canto y hasta cinematografia. Tambien aqui la estridencia de las canciones no dejaba de molestar. Lo que quedaba muy en claro desde las primeras escenas de la obra es que se trataba de un pais de multiples culturas y razas. En el escenario se hablaba en ingles y se cantaba en frances, en tanto que el director artistico, Gilles Maheu, era de origen polaco. Carbone 14 era una coproduccion con Expo Sevilla 92 y el Centro Nacional de Artes de Ottawa, con motivo de la celebracion del 350 aniversario de Montreal. .