SECCION CULTURA PAG. 33 CREDITO: CABEZA: Suelen sobrevivirse en el silencio los poetas que alcanzaron reconocimiento de importancia en alguna epoca, especialmente cuando son dados al desprecio de las ediciones o bien, como en el caso extremo de Fernando Pereda, a la absoluta despreocupacion por siquiera recoger sus obras en un libro, pues este autor uruguayo disperso sus poemas en revistas de escasa circulacion durante muchos anos y solo a la altura de los anos de 1990 (cuando cumplia precisamente los noventa), acepto que se reunieran en un pequen o volumen, que jamas hemos visto, 78 de esos textos, entre los muchos centenares de los suyos. De su muerte nos enteramos por un cable de la agencia ANSA, que nos da noticia de su desaparicion en Montevideo el 24 de mayo de 1994. Algo menor que otro casi centenario, el prolifico argentino Ricardo Molinari, 1898, al que conoci en Caracas hace un cuarto de siglo y que continua viviendo en Buenos aires, segun todos los datos, Pereda fue leido, elogiado y llevado a varias antologias importantes, como la antigua de Romualdo Brughetti (18 poetas de Uruguay, que se edito en 1937), o la mas moderna antologia madrilena de la poesia hispanoamericana (tomo dedicado a Uruguay), de Gines de Albarreda y Francisco Garfias, que se edito en 1968. En ese volumen que poseo, lei los unicos ocho poemas de Pereda que conozco, tres de los cuales se reproducen tambien en la antologia de la editorial Aguilar, de Julio Caillet Bois (1958), sin noticia biobibliografica alguna del autor y sin constancia de su fecha de nacimiento. Pero muchas noticias sobre Fernando Pereda hay en las historias de la literatura latinoamericana, aunque se le hayan a el oxidado, segun parece, tan temprano la lira como el animo de difundir sus poemas, pues como dice Anderson Imbert, en la sexta edicion de su Historia de la Literatura Latinoamericana, 1974: n solo libro, fue admirado, sin embargo, por la exactitud de sus poemas, sobre todo de sus sonetos. Nunca satisfecho de las palabras que espontaneamente se le ofrecian, ahuyento a las mas serviciales, y se quedo con las mas egotistas. Ademas, Pereda las enlazaba de acuerdo a un codigo secreto que guardaba en el rincon mas frio de su corazon. Ni poesia pura ni poesia superrealista: poesia encerrada en si misma, como un volumen geometrico Tambien su compatriota Alberto Zum Felde lo senala como Vistos y releidos los pocos poemas de Pereda a la mano, no nos parecen a la distancia ni tan hermeticos, ni tan torturados como dicen sus criticos, que no lograban clasificarlo en corriente establecida alguna. Para mi, tiene Pereda claramente parentesco con mucha de la poesia latinoamericana y espanola que se escribe en esas decadas, principalmente la que deja ver las huellas juanramonianas y machadianas y darianas. Pero, si, Pereda, tiene un tono personal. Vease el siguiente poema: La espada necesaria - Vive y brilla en lo oscuro, diran oyendo alerta. - Fue manjar de la luna, diran de mi algun dia. - Su cuerpo, cera perdida. ¨Se va?/ ¨se va? No tocarlo. Para este viaje sin brazos los fantasmas llevan mi espada. Va del sueno a la mano. Va de la mano al sueno Habra que ver algun dia ese unico libro que el poeta decidio editar ya cerca de la muerte, donde seguramente habra mas pistas sobre los anos de edicion de esos casi ochenta poemas aprovados por el autor. No dudo de que la conoceran nuestro amigos y poetas Enrique Fierro e Ida Vitale, viajeros incansables de la cultura, la poesia y el mundo. .