SECCION ESPECTACULOS PAGINA 46 BALAZO: JORGE LUIS BORGES CABEZA: CONSTRUCTOR DE SUE¥OS Y PALABRAS Una manana clara el mundo conocio la muerte del genio de las letras Jorge Luis Borges. Habia fallecido en Ginebra, Suiza, el 14 de junio de 1986. Sabia que la muerte rondaba desde tiempo atras y entonces eligio el donde, el cuando y el como: "El hombre que en su lecho ultimo se acomoda/ Para esperar la muerte. Quiere tenerla, toda." Hurgador insaciable de las palabras y de su historia, en el prologo a La rosa profunda (1975) escribe: "La mision del poeta seria restituir a la palabra, siquiera de un modo parcial, su primitiva y ahora oculta virtud." Poesia y prosa conviven con intensidad en su escritura. Las obsesiones borgianas solo pueden valorarse en el conjunto de su obra: del ensayo es necesario navegar hacia la poesia y de esta a sus eternos cuentos y retornar al punto de partida. Entre sus obras figuran: Fervor de Buenos Aires, El hacedor, Ficcionario, El libro de arena, Los conjurados, Luna de Enfrente, Museo, La cifra, Elogio de los tigres, Elogio de la sombra. Los poemas "Cristo en la cruz " y "El golem", forman parte de los textos Los conjurados y El otro, el mismo, respectivamente. El golem Si (como el griego afirma en el Cratilo) El nombre es arquetipo de la cosa, En las letras de rosa esta la rosa Y todo el Nilo en la palabra Nilo. Y, hecho de consonantes y vocales, Habra un terrible Nombre, que la esencia Cifre de Dios y que la Omnipotencia Guarde e nletras y silabas cabales. Adan y las estrellas lo supieron En el Jardin. La herrumbre del pecado (Dicen los cabalistas) lo ha borrado Y las generaciones lo perdieron. Los artificios y el candor del hombre No tienen fin. Sabemos que hubo un dia En que el pueblo de Dios buscaba el Nombre En las vigilias de la juderia. No a la manera de otras que una vaga Sombra insinuan en la vaga historia, Aun esta verde y viva la memoria De Juda Leon, que era rabino en Praga. Sediento de saber lo que Dios sabe, Juda Leon se dio a permutaciones De letras y a complejas variaciones Y al fin pronuncio el Nombre que es la Clave, La Puerta, el Eco, el Huesped y el Palacio, Sobre un muneco que con torpes manos Labro, para ensenarle los arcanos De las Letras, del Tiempo y del Espacio. El simulacro alzo los sonolientos Parpados y vio formas y colores Que no entendio, perdidos en rumores Y ensayo temerosos movimientos. Gradualmente se vio (como nosotros) Aprisionado en esta red sonora de Antes, Despues, Ayer, Mientras, Ahora, Derecha, Izquierda, Yo, Tu, Aquellos, Otros. (El cabalista que oficio de numen A la vasta criatura apodo Golem; Estas verdades las refiere Scholem En un docto lugar de su volumen.) El rabi le explicaba el universo "Esto es mi pie; esto el tuyo; esto la soga" Y logro al cabo de anos, que el perverso Barriera bien o mal la sinagoga. Tal vez hubo un error en la grafia O en la articulacion del Sacro Nombre; A pesar de tan alta hechiceria, No aprendio a hablar el aprendiz de hombre. Sus ojos, menos de hombre que de perro Y harto menos de perro que de cosa, Seguian al rabi por la dudosa Penumbra de las piezas del encierro. Algo anormal y tosco hubo en el Golem, Ya que a su paso el gato del rabino Se escondia. (Ese gato no esta en Scholem Pero, a traves del tiempo, lo adivino.) Elevando a su Dios manos filiales, Las devociones de su Dios copiaba O, estupido y sonriente, se ahuecaba En concavas zalemas orientales. El rabi lo miraba con ternura Y con algun horror. ¨Como (se dijo) Pude engendrar este penoso hijo Y la inaccion deje, que es la cordura? ¨Por que di en agregar a la infinita Serie un simbolo mas? ¨Por que a la vana Madeja que en lo eterno se devana, Di otra causa, otro efecto y otra cuita? En la hora de angustia y de luz vaga, En su Golem los ojos detenia. ¨Quien nos dira las cosas que sentia Dios, al mirar a su rabino en Praga? Cristo en la cruz Cristo en la cruz. Los pies tocan la tierra. Los tres maderos son de igual altura. Cristo no esta en el medio. Es el tercero. La negra barba pende sobre el pecho. El rostro no es el rostro de las laminas. Es aspero y judio. No lo veo y seguire buscandoo hasta el dia ultimo de mis pasos por la tierra. El hombre quebrantado sufre y calla. La corona de espinas lo lastima. No lo alcanza la befa de la plebe que ha visto su agonia tantas veces. La suya o la de otro. Da lo mismo. Cristo en la cruz. Desordenadamente piensa en el reino que tal vez lo espera, piensa en una mujer que no fue suya. No le esta dado ver la teologia, la indescifrable Trinidad, los gnosticos, las catedrales, la navaja de Occam, la purpura, la mitra, la liturgia, la conversion de Guthrum por la espada, la Inquisicion, la sangre de los martires, las atroces Cruzadas, Juana de Arco, el Vaticano que bendice ejercitos. Sabe que no es un dios y que es un hombre que muere con el dia. No le importa. Le importa el duro hierro de los clavos. No es un romano. No es un griego. Gime.l Nos ha dejado esplendidas metaforas y una doctrina del perdon que puede anular el pasado. (Esa sentencia la escribio un irlandes en una carcel.) El alma busca el fin, apresurada. Ha oscurecido un poco. Ya se ha muerto. Anda una mosca por la carne quieta. ¨De que puede servirme que aquel hombre haya sufrido, si yo sufro ahora? Kyoto, 1984. a una mosca por la carne quieta. ¨De que puede servirme que aquel hombre .