SECCION CULTURA PAGINA 23 BALAZO: ENSAYO/I CABEZA: Elogio a la pereza CREDITO: Peter Ustinov Un penetrante rayo laser de las investigaciones cientificas ha logrado arrojar luz sobre diversos sombrios rincones de la naturaleza humana, pero tambien cosa que resulto inevitable la oscuridad que rodeaba esa claridad se ha vuelto aun mas profunda. "Las investigaciones han demostrado..." con estas palabras es con que comienza toda frase, despues de lo cual el autor trata de capturar nuestra atencion sobre los descubrimientos de grupos de cientificos recluidos en el retiro de ciudades universitarias, qu ienes han conseguido llegar a conclusiones de incuestionable valor para la comprension de nosotros mismos, asi como tambien de la naturaleza, de la cual somos una parte verdaderamente minuscula. No se ha llegado todavia al extremo de que los mas poderosos cerebros cientificos nos hagan advertencias acerca de que la respiracion resulta perjudicial para la salud, o bien, de que la hambruna implica cierto riesgo; sin embargo, aceptamos como un axioma que todo individuo no aprovecha mas que unicamente una parte minima de su potencial intelectual. Este descubrimiento no hace mas que sugerir que la verdadera clave para la aventura llamada vida es la apertura de la esclusa del saber, lo cual es un derecho dado a cada quien desde el nacimiento, solo que para alcanzar esta clave no se necesita sino alargar la mano. Todo tipo de cuentos triviales que hablan de peones perezosos, al igual que aquellos pasajes biblicos que exhortan al trabajo como a un medio ideal que haga posible alcanzar la divinidad, son los que nos dictan las normas de conducta. Esto, po r su parte, es algo que nos deja tiempo en absoluto para reflexionar acerca de las tentaciones, aunque al fin y al cabo esto no deja de ser uno de los mayores placeres de la existencia. Sin embargo, he aqui que de pronto viene llegando una turbulenta ola de nuevos descubrimientos realizados por cientificos estadounidenses, que en cierto sentido contradice a los hallazgos efectuados hasta el momento. Pero, asi es ya el natural orden de las cosas. Con los descubrimientos lo que sucede es que no tendria el menor sentido realizarlos, en caso de que no hubieran de plantear un signo de interrogacion frente a los hallazgos anteriores, brindando de esta manera al individuo un derecho democratico d e eleccion. Pues bien, resulta que estos ultimos descubrimientos son producto de la tecnologia llamada Presupuesto del Tiempo, es decir, tal como si se dijera en abreviatura, o con siglas, TBA (Time Budget Analysis). Si es que en nuestro envejecido planeta existen algunas faltas, al menos no deberiamos quejarnos de la falta de abreviaturas. ¨Que fue, por tanto, lo que descubrieron aquellos fanaticos bajo el signo de TBA? Han descubierto simplemente que el infatigable castor, la archilaboriosa hormiga y el titan del trabajo la abeja no son mas que, en realidad, ilustres holgazanes. Estos supuestos ejemplos de la aspiracion comun hacia un fin determinado no son mas que, en el fondo, unas criaturas quimericas. En tanto, el castor, en verdad, no hace mas que fingir estar atareado, sobre todo cuando lo estan observando personas equipadas con binoculares; pero dado que el castor no esta en condiciones de igualar al hombre en su dominio del arte de la total inercia, durante la observacion renuncia al fin a seguir disimulando lo gran trabajador que es, y de ahi es de donde deriva tal descubr imiento. Las abejas muy pronto pierden el interes por la brega cotidiana de recolectar el nectar y de fecundar las flores y facilmente se dejan tentar por la mermelada dejada en una cucharita, o bien, por otras sustancias sucedaneas. Y ya que estamos hablando de hormigas, tuve la ocasion de observarlas a traves de la ventanilla superior de mi casa. Uno de los ramales de la enredadera cuelga con desparpajo junto a la red de ventana, de la misma manera como cuelga un flequillo sobre la frente. A traves de esta ramita deambula inscansablemente, ida y vuelta, una interminable cabalgata de hormigas, al parecer sin ningun fin determinado. Llegan hasta el mosquitero, dan media vuelta y se "retachan", para proseguir su marcha en direccion hacia abajo. Una o dos se atreven, incluso, a trepar sobre el mosquitero mismo, donde no tardan en descubrir que es infranqueable e incomestible; por un momento se detienen a descansar, al cabo de lo cual, una vez que hayan recobrado fuerzas, se encaminan hacia abajo, abriendose paso por entre las hormigas que apenas van escalando las "alturas". Estas investigaciones mias de "amateur" tropiezan con tanta mayor dificultad cuanto que no tengo manera alguna de identificar las respectivas hormigas y no estoy en condiciones de decir si las que arriban a mi ventana son hormigas diferentes, o si son siempre las mismas, que corren el mismo camino de ida y vuelta. Pero, aun suponiendo que en realidad se trata cada vez de distintas hormigas, aun asi, la informacion de que en la redecilla de la ventana no haya nada que valga la pena, no se difunde con demasiada repidez. Si, en cambio, siguen siendo siempre las mismas hormigas, no queda descartada la posibilidad de que lo que estan haciendo, en realidad, es entretenerse en un juego, desconocido para nosotros. Esa rama puede quiza constituir el trayecto de su maraton o de un slalom gigante. Y si no es asi, entonces no me queda mas que constatar con tristeza que, a pesar de que tienen la opinion de criaturas con alto grado de desarrollo, sin embargo, no dejan de ser tontas. Bueno, pero al fin y al cabo nosotros tambien ocupam os un alto peldano en la escala de evolucion. El TBA, no sin fundamentos eruditos, con base en los datos provenientes de las universidades de Vermont, Ithaka, Minnesota, California, Illinois y de Michigan, han comprobado irrefutablemente, al menos hasta el momento de que se realicen los siguientes descubrimientos, que durante la mayor parte del tiempo nuestros companeros en este mundo, es decir, los mamiferos, los insectos y las aves, se pasan la parte leonina de su tiempo destinado al trabajo, sin hacer absolutamente nada. O bien, se concretan al mini mo, es decir, se limitan tan solo a las faenas vinculadas con la instintiva necesidad de perduracion, de procreacion y cosas por el estilo. Es facil de creer en todo esto cuando observamos el caso de las ostras, que se pasan toda su triste existencia en espera de que algo suceda, y despues, cuando sucede, seguramente por una fraccion de segundo lamentan de que esto haya llegado a suceder. Por otro lado, sin embargo, no ceso de evocar con asombro mis recuerdos de la filmacion de la pelicula Quo Vadis (el autor, conocido actor y cineasta, dirigio y actuo, entre otros, en este filme basado en la novela del escritor polaco Henry Sienkiewicz N. del T.), por lo que me doy cuenta de que las ostras no son las unicas criaturas que tienen una inclinacion nata, o adquirida, al ocio. Durante el dia mas canicular de nuestra centuria, los leones habrian de devorar a los cristianos en el Coliseo. R ecuerdo todo esto hasta con los menores detalles, dado que en mi calidad de Neron ocupaba el mejor lugar. Con un movimiento de la mano di la senal de que los juegos estaban a punto de comenzar. La multitud rugio a voz en cuello cuando los leones entraron con toda tranquilidad a la arena, inundada por las ascuas solares. Unos segundos mas tarde se pusieron a formar una retahila con el fin de retornar a la sepulcral sombra de sus jaulas e, incluso, el hecho de que durante un par de dias no habian comido nada, no ayudo en absoluto para obligarlos a dar tan siquiera unos pasos en direccion a los cristianos crucific ados, quienes en realidad no eran mas que unos monigotes rellenos de carne cruda. Y de aqui que tenemos un claro ejemplo para la TBA en accion. De todo esto lo que se deduce es que el estado natural tanto para el hombre como tambien para otros seres, es el sueno, o por lo menos el sonar despierto. Comunmente se considera que todo aquel que le gusta trabajar es porque se trata de alguien excesivamente ambicioso, o bien es alguien que subestima a esa tan querida fraternidad de los sindicatos. La jornada se esta volviendo cada vez mas corta, en tanto que los descansos de fin de semana, los "weekends", cada vez mas largos. En Holanda, pais que siempre ha estado a la vanguardia de la permisividad, existe la posibilidad de aprovechar la "sobrecarga" como motivo de no presentarse en el trabajo, y cada trabajador tiene derecho a hacerse un tal diagnostico y, si la energia le alcanza, firmar un certificado medico. Se trata, desde luego, de una sobrecarga laboral, es decir, causada por el exceso de trabajo, lo cual a su vez significa que el trabajador ha llegado a convertirse en victima de la tension. Los medicos han dejado de ocup arse ya de diagnosticar casos de los que el paciente posee un mejor conocimiento, en tanto que los patrones aceptan, desde luego, si ellos mismos no estan "sobrecargados". Se conocen incluso casos, aunque estos sean pocos frecuentes, en que los trabajadores han estado ausentes y sobrecargados durante un ano o hasta por mas tiempo, y en todo ese lapso han recibido una plena remuneracion. La holgazaneria es igual de facil en el caso del genero humano como en el reino animal: con la condicion de que los instintos no sucumban a un apagamiento mediante un bla-bla-bla de las sublimes y elevadas motivaciones eticas. Por consiguiente, parafraseando a Harry Truman, un leon si supiera hablar asi es como podria decirle al otro: "Si es que no puedes soportar el calor solar, mantente lo mas alejado posible de la arena". Y ese otro leon, o leona, la respuesta que pudiera dar seria la siguiente: "Calla te el hocico. Vete a dormir". .