SECCION ESPECTACULOS PAG. 36 BALAZO: HETERODOXIAS CABEZA: Eblen Macari: ejercicio de estilo CREDITO: DAVID CORTES Como muchos individuos de su generacion, Eblen Macari (ciudad de Mexico, 1955) se sintio impulsado definitivamente hacia la musica con The Beatles. En ese entonces, bajo las luminarias, tocaba la guitarra, instrumento que una vez abrazado lo habria de acompanar por siempre. Muy joven -tenia dieciseis anos- comenzo a componer, mas por su dificultad de reproducir las piezas de otros. Imbuido del espiritu de la epoca se integra a Comunicacion, grupo con el cual conjuga lo acustico y lo electrico al amparo de la influencia de bandas como Pentangle, Amazing Blodel, Tudor Lodge. Queda como documento un EP de cuatro canciones grabado para Cisne Raff. De 1973 a 1979 Macari forma parte de Ars Nova, un ensamble en donde interpretaba musica espanola del siglo XVI, agrupacion que le proporciono fogueo. De alli se desprendio Musica Inmediata, un proyecto efimero al lado de Humberto Alvarez. Es en 1981 cuando Eblen inicia su trayecto solista con la aparicion de Un producto de los sesentas, un disco "lleno de sonidos progresivos", una ensalada en donde se vierten gustos e inquietudes. Al ano siguiente, apoyado por Juan Valdez, lanza Trayectos, una obra completamente instrumental en la cual se perfila su interes por la musica contemporanea, "esa que no es ni jazz, ni rock, ni clasico y que aqui no ha llegado a cuajar". Atrapado entre la cancion, un formato con el cual crecio, y la musica instrumental, trabajo en un doble proyecto. Por un lado un disco de canciones, por el otro un proyecto instrumental. Las dificultades economicas lo obligan a fusionar ambos en un mismo album: 4 Canciones/Glaciares. Es la ultima vez que Macari registra en disco su voz, aunque su devocion por la cancion permanecera en sus actuaciones en directo. Cuatro anos despues y luego de emerger de tiempo nebulosos, Macari da el paso hacia momentos de gloria, si eso existe en este pais para quienes se mantienen al margen del circuito comercial. Es un periodo en donde atraido por la fascinacion de las texturas, los sonidos etnicos y la creacion de paisajes, Macari relega su guitarra para concentrarse en los sintetizadores. Musica para planetarios (1987), un producto equilibrado, sugerente y con una propuesta articulada y fresca marca el ingreso del guitarrista a ese archipielago en donde musicos como Jorge Reyes, Antonio Zepeda y otros crean la ilusion de una escena sustentada mas en afinidades que en lazos reales. En un par de discos: Cartas de navegacion -en colaboracion con Jose Luis Almeida- y Altiplano, continua su exploracion por las texturas, imprimiendo, sobre todo en el ultimo, un toque jugueton y desenfadado. La guitarra reclama nuevamente su atencion y con la certeza de la ineficacia de las atmosferas, cansado de los ambientes y con la idea de crear musica mas nitida, Macari regresa al instrumento. Surge asi Tientos, una reflexion de su gusto por la musica del siglo XVI que al tomar como base la danza del floclor andaluz, le sirve como punto de partida para efectuar un ejercicio de estilo, un documento intimista en el cual Macari se abre a los estilos y los traduce a sus guitarras de 6 y 8 cuerdas en movimiento que abre una nueva etapa en su trayectoria .