SECCION ESPECTACULOS PAG. 36 BALAZO: PRIMERA LECTURA CABEZA: VICENTE LE¥ERO: MISTICO O MILITANTE CREDITO:Malkah Rabell Se ha designado con frecuencia a Vicente Lenero como catolico militante. Empero, nadie mas lejos de un Paul Claudel, de un Barnanos, de un Fran‡ois Mauriac y hasta Graham Green que Lenero. Para el, la gran tragedia cristiana, en su desnuda divinidad, es solo elemento de paso, casi accidental. De naturaleza demasiado combativa -o por lo menos lo fue en sus anos mozos-, lo mistico y lo contemplativo le son ajenos, y como el mismo afirma, no es cristiano, sino catolico, admirador de San Pablo, es decir, partid ario de la accion directa, de la militancia. Mas ¨quien puede asegurar con firmeza los secretos del alma humana? Nadie! Tal vez ni Lenero mismo sabe con precision si es catolico o cristiano, mistico o racionalista. Por cierto, la gran pasion de Lenero es la psicologia, y a veces las dos manifestaciones, la psicologica y la cristiana -la catolica-, se funden en una sola y entonces Lenero encuentra su mejor prosa, su mas acabada sintesis, su perfeccion, como lo hizo en su primera obra teatral: Pueblo rechazado. Cuando Lenero llego al teatro, con aquella su primera obra, fechada en 1968, ya era un novelista conocido. Habia transitado un poco por todas las vias de los quehaceres literarios: periodismo, radio, television. Por lo mismo, el escenario no era para el un misterio, y Pueblo rechazado presentaba en muchos aspectos el logro de un drama de busqueda. Ahora que conozco a Lenero tanto de cerca como de lejos, Pueblo rechazado, reproduccion del "caso Lemercier", me resulta mas comprensible. Precisamente por no ser un mistico pudo mostrarse tan apasionadamente partidario del psicoanalisis en el seno de la Iglesia. Un mistico no necesita de los metodos freudianos. Lleva el secreto de su Dios mas alla de todos los metodos freudianos. Empero, Lenero, naturaleza combativa de militante, mediante su protagonista combate y acusa a la Iglesia de una conducta medieva l y de un espiritu inquisitorial al negar el derecho de psicoanalizarse a sus sacerdotes. Personalmente, creo que la Iglesia es prudente. Tantos siglos de poderio le ensenaron la prudencia. Admitir el psicoanalisis en su seno y someter la vocacion religiosa a un estudio animico es correr un riesgo demasiado grande. Por otra parte, el psicoanalisis aun no adquiere forma de una ciencia exacta, son los suyos apenas pruebas en todas las direcciones, ensayos que ponen en juego el alma humana y pueden hacer a esta un dano imborrable, hundirla en las sombras; ensayos mas utiles a la literatura y al art e que a la ciencia. Quiza la manera que eligio Lenero de presentar el dilema sea demasiado discursiva, mas apoyada en la palabra -herencia del novelista- que en la accion. Es sobre todo una obra extremadamente inteligente. Lo mas hermoso del drama no es tanto el conocimiento de si mismo, que produce el psicoanalisis, sino el conocimiento de Dios, esa manera de acercarse a la divinidad conociendo sus fallas y haciendose eco de sus debilidades: "Dios, yo te perdono". El hombre que sabe hablar a Dios de tu a tu. Como un hombre li bre frente a su creador perdonandole la creacion de este mundo de horror y de injusticias, para a su vez sentirse con derechos para pedirle perdon por haber nacido y no haber sabido parecerse a la imagen de quien lo creo a semejanza suya. El Dios a quien se perdona, a quien se sabe perdonar, es el autentico Dios a quien se ama. Obra carente de accion, Lenero, para dar mayor movimiento a sus tesis, introdujo unos coros hablados, coros de monjes, coros de catolicos, coros de periodistas, que en cierto modo son como un lazo de union entre lo expuesto en el mundo cerrado del prior y el mundo externo, que lo embiste en su islote, donde solo caben sus hermanos de fe -o mejor dicho, de vocacion-, su analista y su fe, a veces turbia, inquieta, desconfiada, y otras veces alzandose a las mayores alturas. Novedoso en sus busquedas formales, incisivo y a la vez poetico en su lenguaje, Lenero desde su primera aparicion en el teatro mexicano creo una obra de vanguardia y se impuso como dramaturgo. Menos teatro de busqueda, pero mas dramaticamente teatral, resulto su segunda obra. Los albaniles, que como novela aparecio unos anos antes a Pueblo rechazado. Seis anos despues de premiada por la editorial de Barcelona, Seix Barral, Los albaniles, que como novela aparecio dramatizado por el mismo autor, subio a escena en Mexico, y de golpe la novela adquirio una vida escenica, propia, una vida compleja, intensa, desgarradora. Obra realista, Lenero ha puesto al servicio de este drama de corte tradicional un a tecnica dinamica, elementos cinematograficos, un permanente avance y retroceso en la trama, un idioma buscado en el habla popular, y un simbolismo que pese a todas afirmaciones resulta mistico. Lenero dijo en una oportunidad: "No me gusta la palabra Dios, esta demasiado manoseada y ya nada significa. El hombre esta creando a Dios a cada momento. Ya no se que es Dios, y mi unico eslabon hacia El es Cristo. Cristo vino a la tierra para recoger todo el mal. "El que no conocio pecado lo hizo pecado", dijo San Pablo, como una esponja que recoge todo el mal y asi se transforma en una cloaca. "El que hace mal, lo hace suyo"... Teoria un poco semejante a la de las sociedades primitivas, donde el hechicero fija en si la irregularidad para asi mejor purificar de ella a la masa social, y fue en apoyo de esta tesis que Lenero buscaba una imagen novedosa de alcance artistico. Despues de Pueblo rechazado, con su ambiente de un convento donde el prior trata de introducir el psicoanalisis, sin lograrlo, debido a la resistencia de las autoridades eclesiasticas, la segunda obra escenica, Los albaniles, resultaba demasiado complicada, y tanto el publico como los actores se resistian a comprenderla. Y llego la tercera obra, que se presento en el teatro Hidalgo, Camarada. Lo llamaban "teatro documental", y Lenero voluntaria o involuntariamente hizo mas "documento" que teatro. Basado en el "Diario" de Guevara, se atuvo con tanta fidelidad al "Diario que casi se podia soplar desde la sala el texto de cada uno de los principales personajes. Mas tambien en este drama la curiosidad por el misterio del alma humana predomino sobre todas las demas manifestaciones. La figura del socialista combatiente, del coman dante caido en las montanas de Bolivia, del cual usan y abusan hasta los bienintencionados, fue para Lenero un enigma ante el cual lanzo su "¨por que?" Lenero, de 33 anos en aquella epoca, aun tenia mucho que decir, mucho por dar, y mucho que aportar a la literatura teatral. Por su voz hablaba la nueva Iglesia, y tambien el nuevo teatro, y... quiza el nuevo Hombre. .