SECCION ESPECTACULOS PAGINA 46 (CARTELERAS) BALAZO: GITANO LEGITIMO CABEZA: GARCIA LORCA: LA LUZ DEL ENTENDIMIENTO El 5 de junio de l898 nacio Federico Garcia Lorca en Granada, Espana. A pesar de que solo vivio 38 anos, fue un poeta muy popular en vida gracias a que desde muy joven escribio versos que recogian las costumbres de la gente sencilla: Poemas del cante jondo (1921), Primeras canciones (1922). En 1929 viajo a la Urbe de Hierro para estudiar en la Universidad de Columbia, epoca en la que escribio Poeta en Nueva York (1930). Garcia Lorca tambien fue un dramaturgo inspirado e incursiono con gracia en la farsa y las piezas romanticas: Bodas de sangre (1933), Yerma (1934), La zapatera prodigiosa (1930), Asi que pasen cinco anos (1931). Fue un incansable promotor de la actividad teatral y en ese campo fueron memorables puestas en escena de obras clasicas del Siglo de Oro espanol. En 1936 fue detenido por las fuerzas franquistas y fusilado en medio de una sangrienta guerra civil. Del Romancero gitano (1924-27), transcribimos "La casada infiel" y "Romance de la luna". La casada infiel A Lydia Cabrera y a su negrita Y que yo me la lleve al rio creyendo que era mozuela, pero tenia marido. Fue la noche de Santiago y casi por compromiso. Se apagaron los faroles y se encendieron los grillos. En las ultimas esquinas toque sus pechos dormidos, y se me abrieron de pronto como ramos de jacintos. El almidon de su enagua me sonaba en el oido, como una pieza de seda rasgada por diez cuchillos. Sin luz de plata en sus copas los arboles han crecido, y un horizonte de perros ladra muy lejos del rio. Pasadas las zarzamoras, los juncos y los espinos, bajo su mata de pelo hice un hoyo sobre el limo. Yo me quite la corbata. Ella se quito el vestido. Yo el cinturon con revolver. Ella sus cuatro corpinos. Ni nardos ni caracolas tienen el cutis tan fino, ni los cristales con luna relumbran con ese brillo. Sus muslos se me escapaban como peces sorprendidos, la mitad llenos de lumbre, la mitad llenos de frio. Aquella noche corri el mejor de los caminos, montado en potra de nacar sin bridas y sin estribos. No quiero decir, por hombre, las cosas que ella me dijo. La luz del entendimiento me hace ser muy comedido. Sucia de besos y arena yo me la lleve del rio. Con el aire se batian las espadas de los lirios. Me porte como quien soy. Como un gitano legitimo. La regale un costurero grande de raso pajizo, y no quise enamorarme porque teniendo marido me dijo que era mazuela cuando la llevaba al rio. Romance de la luna A Conchita Garcia Lorca La luna vino a la fragua con su polison de nardos. El nino la mira mira. El nino la esta mirando. En el aire conmovido mueve la luna sus brazos y ensena, lubrica y pura, sus senos de duro estano. Huye luna, luna, luna. Si vinieran los gitanos, harian con tu corazon collares y anillos blancos. Nuino, dejame que baile. Cuando vengan los gitanos, te encontraran sobre el yunque con los ojillos cerrados. Huye luna, luna, luna, que ya siento sus caballos. Nino, dejame, no pises mi blancor almidonado. El jinete se acercaba tocando el tambor del llano. Dentro de la fragua el nino, tiene los ojos cerrados. Por el olivar venian, bronce y sueno, los gitanos. Las cabezas levantadas y los ojos entornados. !Como canta la zumaya, ay, como canta en el arbol! Por el cielo va la luna con un nino de la mano. Dentro de la fragua lloran, dando gritos, los gitanos. El aire, la vela, vela. El aire la esta velando. Thamar y Amnon Para Alfonso Garcia-Valdecasas La luna gira en el cielo sobre las tierras sin agua mientras el verano siembra rumores de tigre y llama. Por encima de los techos nervios de metal sonaban. Aire rizado venia con los balidos de lana. La tierra se ofrece llena de heridas cicatrizadas, o estremecida de agudos cauterios de luces blancas. Thamar estaba sonando pajaros en su garganta, al son de panderos frios y citaras enlunadas. Su desnudo en el alero, agudo norte de palma, pide copos a su vientre y granizo a sus espaldas. Thamar estaba cantando desnuda por la terraza. Alrededor de sus pies, cinco palomas heladas. Amnon, delgado y concreto, en la torre la miraba, llenas las ingles de espuma y oscilaciones la barba. Su desnudo iluminado se tendia en la terraza, con un rumor entre dientes de flecha recien clavada. Amnon estaba mirando la luna redonda y baja, y vio en la luna los pechos durisimos de su hermana. Amnon a las tres y media se tendio sobre la cama. Toda la alcoba sufria con sus ojos llenos de alas. La luz, maciza, sepulta pueblos en la arena parda, o descubre transitorio coral de rosas y dalias. Linfa de pozo oprimida brota silencio en las jarras. En el musgo de los troncos la cobra tendida canta. Amnon gime por la tela fresquisima de la cama. Yedra del escalofrio cubre su carne quemada. Thamar entro silenciosa en la alcoba silenciada, color de vena y Danubio, turbia de huellas lejanas. Thamar, borrame los ojos con tu fija madrugada. Mis hilos de sangre tejen volantes sobre tu falda. Dejame tranquila, hermano. Son tus besos en mi espalda avispas y vientecillos en doble enjambre de flautas. Thamar, en tus pechos altos hay dos peces que me llaman, y en las yemas de tus dedos rumor de rosa encerrada. Los cien caballos del rey en el patio relinchaban. Sol en cubos resistia la delgadez de la parra. Ya la coge del cabello, ya la camisa le rasga. Corales tibios dibujan arroyos en rubio mapa. !Oh, que gritos se sentian por encima de las casas! Que espesura de punales y tunicas desgarradas. Por las escaleras tristes esclavos suben y bajan. Embolos y muslos juegan bajo las nubes paradas. Alrededor de Thamar gritan virgenes gitanas y otras recogen las gotas de su flor martirizada. Panos blancos enrojecen en las alcobas cerradas. Rumores de tibia aurora pampanos y peces cambian. Violador enfurecido, Amnon huye con su jaca. Negros le dirigen flechas en los muros y atalayas. Y cuando los cuatro cascos eran cuatro resonancias, David con unas tijeras corto las cuerdas del arpa. .