PAG. 31 SECCION: CULTURA CINTILLO: 40 A¥OS DE PEDIR EL FUEGO CABEZA: Montes de Oca, tributo a la poesia CREDITO: Alejandro Ortiz Gonzalez Este miercoles a las 20:00 horas, en el Centro Cultural San Angel, con la presencia de poetas, narradores, editores y lectores anonimos pero atentos, se ofrecera la nueva edicion de Pedir el fuego, de Marco Antonio Montes de Oca, constructor, edificador desenfrenado pero como quisiera llamarse a si mismo en equilibrio entre la forma, el uso de la imagen, el fondo de las cosas que se nombran y renombran y la fuerza, balance poetico. Con motivo de la presentacion de la nueva edicion de Pedir el fuego (1953-1992), el maestro Marco Antonio Montes de Oca nos advierte que se trata de un libro con el mismo volumen fisico que el anterior, pero en el que se ha utilizado papel mas delgado. Sobre la incorporacion del trabajo poetico de 1987 a la fecha, responde siempre cortes, atento, que la portada se anuncia 1953-1992) fue un error de los editores, al presentar en portada nada mas hasta ese ano Respecto al material mas reciente recogido en este renovado Pedir el fuego, Montes de Oca senala en entrevista que son los versos mas extensos que haya escrito y de los cuales se siente satisfecho, pese a que se la ha ubicado como un virtuoso, dejando de lado con esa calificacion el hecho de que su poesia se pretende como una redondez en cuanto al equilibrio. el mismo Huidobro, lo que no me deja muy contento advierte, pues no se ajusta exactamente a lo que mi poesia es en realidad, un todo equilibrado Sobre los presentadores de esta nueva edicion, cuya portada ofrece otra pintura del poeta, Montes de Oca se muestra complacido por la calidad de los criticos Jose la Colina, Manuel Ulacia, Victor Manuel Mendiola, Hugo Padilla y Danubio Torres Fierro, quienes tendran a su cargo el nuevo descargo en beneficio del poeta de los signos en rotacion. La de Montes de Oca es pero de avance concertado con el mundo religioso, pivote explicativo oculto en Pedir el fuego, obra que termina por ser un continente de excepciones, mar de la tarde o monotonia oceanica despierta a toda hora La celebracion es para Montes de Oca la unica forma de vivir en plenitud, no concibe al mundo sin cantarlo, sin ofrendarle un saludo a cada objeto que secuestre su atencion asi sea por un instante. Su contacto con lo divino no solo con Dios no se da sino en ese afan por saturarse de amplitud, devorador de cosmos. En su Poesia en movimiento, a traves del multicitado juego con el I Ching, Paz perfila a Montes de Oca en la imagen del Trueno, infinito, es sinonimo de audacia y, por supuesto, de movimiento, aunque en ese intento siempre voraz pueda extinguirse en el desenfreno. En el fluir en todas direcciones, en la caida hacia adentro y la explosion, el caos podria sentar sus reales, pero Montes de Oca se ha cuidado oficio religiosamente ejercido de escribir solo lo que quiere, de no empantanarse entre la imagen y la vision, sino a traves de ellas, de su uso y sometimiento, de su liberacion ordenada, alcanzar el objetivo maximo, la luz y su ref lejo, la claridad que solo el aire, el agua evaporada, logran filtrar en su roce con las cosas de este mundo. Nacido en la Ciudad de Mexico el 3 de agosto de 1932, Montes de Oca ha publicado Ruinas de la infame Babilonia (1953), Contrapunto de la fe (1955), Pliego de testimonios (1956), Delante de la luz cantan los pajaros (1959), Cantos al sol que no se alcanza (1961), Fundacion del entusiasmo (1963), La parcela en el Eden (1964), Vendimia del juglar (1965), Las fuentes legendarias (1966), La casa por la ventana (1968), El corazon de la flauta (1968), Arena y viento (1968-1976), Soy todo lo que miro (1973), Se lla ma como quieras (1974), Lugares donde el espacio cicatriza (1974), Constelaciones secretas (1976), En honor de las palabras (1978), Poemas de la convalecencia (1979), Sistemas de buceo (1980), El cielo errante (1981-1983), Cuenta nueva (1983), Los vitrales de la mariposa (1983), Tablero de orientaciones (1984), Vaiven (1986), Copos de sol (1984-1987), y siete anos mas de poesia reunida en la nueva edicion de Pedir el fuego. Acaso su version del mundo pueda simular un gran caudal que se arrastra a si mismo en el remolino, que por momentos se anega o incluso se ahoga y se sumerge, rastros de asfixia, pero es indudable que de ese enfrentamiento con el fracaso latente, de esa confrontacion contra lo establecido, contra lo nombrado por esta de convergencias. Su poesia es como el epicentro alrededor del cual todo se sacude, y cuyo centro ojo del huracan nunca se inmuta. Las ramas que le crecen van rompiendo techos y clavando las unas en la tierra, pero el eje, la columna esta perpleja en la quietud, en el asombro implacable. asi, en vez de frutos plenos, ofrezco mi perpetua tentativa. El fracaso no destruye la esencia del tributo .