SEC. CIUDAD PAG. 19 CINTILLO: LOS ROBOS, A LA ORDEN DEL DIA CABEZA: El mercado de La Merced: suenos, enganos y delincuencia CREDITO: CELIA TERESA GOMEZ RAMOS Delincuencia, engano, basureros y prostitucion de menores prevalecen en el Mercado de la Merced, perteneciente a la delegacion Venustiano Carranza, mientras la policia platica entre si, rie y "cuida el orden" a un costado de los locales, que tres metros atras dejan ver las bodegas, algo obscuras y con cortinas a medio correr, mismas que son rescoldo del "desfogue de libido". Y no solo eso, pues los robos estan a la orden del dia, "robos pequenos", comentaron vendedores, "jovenes que roban bolsas de mano, de tres a cuatro corretizas diarias observamos, pero casi nunca los atrapan". Un olvido total a la supuesta edificacion de un area ecologica en la zona, con mas de cinco anos proyectada, "todo se olvido", senalaron bodegueros, "no se nos ha dicho nada, de movernos". La basura en el interior del mercado y en las calles que lo rodean, desperdicios organicos e inorganicos, donde los pepenadores hacen su agosto, levantando desperdicios de "medio uso". Basura evidente en toda la zona por la constante descarga de alimentos perecederos, verduras, frutas y demas articulos que generan un cumulo de desechos, incapaz de ser limpiados en su totalidad por la delegacion, dadas sus proporciones. Que decir tambien de algunos vendedores de ilusiones, que suman incautos prometiendoles buena suerte y remedios de yerbas para que "todo les salga bien, sean felices, no les pongan los cuernos, Dios los acompane o capturen al hombre o mujer de sus suenos". El Mercado de la Merced, cada vez de mayores dimensiones, robando espacios a la banqueta y tras el, cuadras completas que constituyen las bodegas de este gran expendio, es famoso en la Venustiano Carranza por sus buenos precios y por su extension. Un pintoresco lugar, retrato de abandono, delincuencia, violencia y prostitucion, aunque al mismo tiempo, el Mercado de la Merced, constituya para la gente, un atractivo para hacer las compras diarias, "desde tempranito", indico una senora. Aqui siempre encuentro de todo, apunto otra. Don Pedro, observador ferviente de un "mistico" que prometia "buenaventura" si le compraban una estampita de la Virgen de Guadalupe, dijo "yo soy bodeguero, estoy aqui un rato porque me gusta oir a este hombre que deberia dedicarse a la politica. Habla requete bien". La Merced, donde la vigilancia es extrema, pero en el numero de cuerpos de proteccion unicamente localiza policias por doquier, en grupitos parlanchines. Diecisiete azules en la calle Corredores, junto a la patrulla 55027 y otros frente a una avicola, precisamente en la esquina de la calle Rosario, donde las bodegas abren sus puertas al sexo. Los vigilantes no hacen nada, todo es normal, mientras jovenes, "muy jovenes", se entregan al trabajo mas antiguo: "la prostitucion", siempre y cuando no haya escandalos y no se ocasione alboroto alguno, con una sonrisa timida en los labios, figuras delgadas y regordetas, con ropas descuidadas y sucias, faldas a medio desgarrar y cabellos enmaranados. Todo al parecer, en acuerdo entre los duenos del negocio y los propios policias, segun comento un vendedor, porque todo esta bajo control y no pasa nada, en un terreno, si no propicio, si utilizado para la sexualidad. .