SECCION: INFORMACION GENERAL PAGINA: 2 CABEZA: No hay cabida para la simulacion CREDITO: OFELIA CASILLAS ONTIVEROS* ENTRETEXTO: Los partidos politicos en Mexico han entendido que las actuales circunstancias sociales y economicas presentan grados de complejidad que superan ocasionalmente su capacidad de respuesta Por la manana, al seleccionar -cuando el tiempo y las condiciones lo permiten- el ropaje del dia y la miscelanea de objetos que componen -o descomponen- la indumentaria personal, realizamos un ejercicio de valoracion sobre lo que pretendemos o podemos proyectar hacia los demas; existe alguna dosis de narcisismo en este proceso, pero su objetivo primoridal es presentar una imagen congruente con los principios que rigen nuestro comportamiento y actividades dentro de la sociedad. Al termino de la jornada, cuando la fatiga obliga a concluir los afanes cotidianos, poco interesan ya los atuendos y el sentimiento de individualismo que imprimimos con el arreglo diario; aspiramos al descanso y nada mas. Excepcionalmente, reflexionamos sobre aciertos o errores y menos aun realizamos autocriticas a traves del dialogo con la conciencia. La vida no es la simple acumulacion de hechos, que luego solemos traducir en experiencias; pero esto no siempre lo comprendemos con la oportunidad debida. Hay quienes por las presiones a que esta sujeta su existencia -sean materiales o morales-, lejos estan de preocuparse del arreglo personal. Sobrevivir es su premisa, la razon primaria de su diario acontecer. Comprensible es entonces, que los organismos donde se congrega la voluntad colectiva tengan reflejos de los habitos y la inercia que caracteriza a los seres que los integran. Si la autoevaluacion periodica en el individuo es un acto circunstancial, propiciado por determinadas situaciones de su vida, semejante proceder podemos observar en las instituciones politicas donde es la identidad de propositos la que impulsa a las personas a unir pensamiento y accion. Por ello, en las crisis volvemos la mirada al int erior de las organizaciones partidistas, como respuesta natural para comprender en que hemos fallado, los aciertos, las carencias y en particular, aquello que debemos corregir ante los fenomenos abortados por una realidad que quiza subyacio por largo tiempo en la comodidad de la autocomplacencia. Hoy, los Partidos Politicos de Mexico -los que han demostrado mayor fuerza electoral en los ultimos anos-, han entendido que las actuales circunstancias sociales y economicas presentan grados de complejidad que superan ocasionalmente su capacidad de respuesta. El problema no esta circunscrito a las propuestas programaticas y las lineas ideologicas -acentuadas mas por las cargas emocionales acarreadas por la crisis, que por las convicciones incubadas en principios-, abarca la propia organizacion interna part idista, cuya revision es con frecuencia producto de la emergencia ante posibles descalabros en las urnas y no como parte de un proceso de evaluacion constante. Hace 40 anos, el destacado politologo frances Maurice Duverger senalaba a la luz de sus estudios sobre el desarrollo de diversas organizaciones politicas en el mundo, que "en los partidos de cuadros -a semejanza de los que funcionan en el solar vernaculo, anotamos-, el censo de electores constituye la unica medida posible de la comunidad de partido. Puede definirse la fuerza y la debilidad de un partido por el numero de sus electores. Puede seguirse -continua diciendo el investigador- la evolucion de un par tido a traves de la de sus electores. Puede medirse incluso el caracter mas o menos democratico de los organismos dirigentes, comparando su composicion con la reparticion de los electores del partido"... El sustento de los criterios expuestos por Duverger puede que sean superados por la aparicion de nuevos componentes de determinacion en la fortaleza circunstancial de un partido; la dinamica alcanzada por la figura participativa de lo que se denomina "sociedad civil" y otras organizaciones ciudadanas que no militan permanentemente en ninguna institucion partidista, pero que pueden orientar su apoyo de acuerdo a las condiciones politicas en un momento determinado, modifica esta percepcion de un electorado de tendencias especificas o ubicado en los cuadros de tal o cual partido. Las cifras de las militancias son mas virtuales que reales. Los actos politicos de masas pueden ser parametros para el manejo propagandistico -al menos en estos tiempos-, pues las manifestaciones suelen tener entre sus componentes a los militantes de la inconformidad y no, necesariamente, a los miembros de numero de la organizacion politica que los convoca. Mas aun, existen militantes "de registro", pero no de convencimiento y que al momento de sufragar su voto lo hacen en contra del partido al que supuesta mente pertenecen. Este fenomeno no es privativo de ninguna institucion politica en particular; es consecuencia de un trabajo de base endeble, figurativo, fincado en promesas de cambio que al no cumplirse, revierten el comportamiento electoral de quienes por la didactica de los hechos, poco a poco han formado el gran partido de lo impredecible. Los resultados en las urnas demuestran lo que antes parecia una hipotesis temeraria. En la etapa que atraviesa el pais no basta ganar una eleccion; los partidos saben que es imperativo mantener e incrementar su militancia como sustento del ejercicio del poder y para lograrlo, es inaplazable revisar y modificar sus organizaciones internas con el objetivo primordial de que sus miembros sientan y compartan la responsabilidad de impulsar dentro o fuera del gobierno, los principios y programas donde vierten su e nergia politica. La militancia de temporal es un peligroso cimiento de barro para cualquier partido. Desde esta perspectiva -sin soslayar que existen otras que merecen ser analizadas-, el elemento central de la reforma interna que ha iniciado el PRI, debe girar en torno a su actual organizacion; tal revision debe orientarse para corregir errores, precisar objetivos, retomar aspectos programaticos y de plataformas electorales, que fueron desplazados por privilegiar estrategias que se tenia la conviccion, contribuirian al avance dinamico del pais y con ello reducir los indices de marginacion e injusticia que tanto lesionan nuestra convivencia. La organizacion requiere ser en el PRI precepto en cada una de sus areas y funciones; a partir de ella deben girar los otros aspectos de la vida del partido. Solo asi podra ser mas agil, mas democratico, mas combativo, mas independiente, mas influyente y mas aglutinante. Para lograrlo, es necesario fortalecer las secretarias de Organizacion en todos los niveles de la estructura partidaria. No se trata de nulificar la accion de otras secretarias o sobreponer el trabajo de una respecto de otras; lo que se pre tende es que la de Organizacion informe, apoye, reciba comunicaciones de otras y con pleno respeto a la jerarquia de tareas de la estructura del partido, las secretarias de Organizacion se conviertan en verdaderas impulsoras de la vida del PRI y no caigan en inercias burocraticas encubiertas por el espejismo de estadisticas que las consecuencias electorales pulverizan. Ciertamente habra que modificar el marco estatutario del PRI con el proposito de vigorizar el papel de las entidades donde recae la responsabilidad de la Organizacion. Articulos como los numeros, 45, 47, 54, 59, 63, 67, 81, 84, 92 y 96 -entre otros- deben ser motivo de adiciones para alcanzar este objetivo y entonces si, pisar sobre el terreno firme que exige la verdadera militancia priista, esa que no necesita de una credencial para sentir que su voz es tomada en cuenta en el partido al que por conviccion y con orgullo pertenece. Para la historia el tiempo no cuenta; lo que importa es la trascendencia de las decisiones de sus protagonistas. Hoy, los partidos politicos pueden marcar el paso de la historia. * Periodista. .