SECCION ESPECTACULOS PAGINA 34 CABEZA: ADIOS, DON GILBERTO BOQUES II CREDITO: ELENA PONIATOWSKA* Don Gilberto se dedico a los espanoles que venian a Mexico. "Pasamos las noches en vela para embarcar a los refugiados de la guerra de Espana en Marsella. Eran tres barreras de seleccion y todavia la policia exploraba hasta el ultimo rincon del barco dice Gilberto Bosques consul general de Mexico con sede en Bayonne, en 1939. Habia un control civil, otro militar, otro policiaco, otro compuesto por la mezcla de policias: alemana, francesa y la Espana franquista y otro finalmente a bordo del barco. A algunos los regresaban y no les permitian viajar y esto se convertia en una verdadera tragedia. De nuevo los enviaban a un campo de concentracion cerca de Marsella: Miles, al que llamaban el campo de salida. En muchas ocasiones ocurria que nosotros les dabamos el salvoconducto, comunicabamos a las autori dades que este senor habia sido aceptado por el gobierno de Mexico, que iba debidamente documentado, salia con sus pocos efectos del campo de concentracion y lo devolvian, una cosa terrible, porque llegaban descompuestos y llorando al consulado y volviamos a documentarlos lo mejor posible para salvar todos los obstaculos". Para los refugiados espanoles que escapaban de la atroz guerra civil, la persecucion franquista, Gilberto Bosques fue el remero, el que los paso en barco de un lado al otro del Atlantico, obteniendoles papeles, sacandoles fotografias de frente y de perfil alli mismo en la sede del consulado en Bayonne, resolviendo problemas fisicos y mentales, ayudandolos a resistir. Gilberto Bosques cuenta que la Francia de Vichy era todo menos hospitalaria. Ni el menor asomo de solidaridad o compasion. Al contrario, Bosques tuvo que defender a los refugiados contra la hostilidad y la persecucion de la policia petainista francesa, los agentes de Francisco Franco y para acabarla de amolar, la Gestapo nazi. Lucho como endemoniado para que las autoridades respetaran el local de los albergues. En La Reynarde y sus cuatro torres almenadas, su construccion medieval, sus campos de trigo y sus jardines verdes de hortalizas, Bosques intento que los refugiados encontraran consuelo y un ambito de amistad ademas de ropa limpia, sabanas blancas, una cama, buena comida y esparcimiento. "Habia que curarles el alma, ayudarles a que cicatrizaran sus heridas. Habia universitarios, magistrados, literatos, hombres importantes y tambien habia trabajadores del campo y del taller. Todos llegaron ahi a protegerse, a buscar abrigo, con el animo completamente caido. Para elevarles el espiritu se organizo una orqu esta, se monto un teatro, se hicieron juegos deportivos y esos hombres recobraron el buen animo. Las fiestas resultaban alegres. Se improvisaron representaciones teatrales como La zapatera prodigiosa de Federico Garcia Lorca y algunas otras obras de dramaturgos espanoles. Ademas se efectuaron ballets. Los albergues contaban tambien con bibliotecas, talleres, enfermeria y hasta galeria de arte con la exposicion de los dibujos y las pinturas de unos y otros." En la caballeriza del castillo de La Reynarde, el periodista Jeronimo Galipienzo creo un verdadero teatro con plateas y lunetas y hasta un palco para Gilberto Bosques, su esposa Maria Luisa Manjarrez y sus hijos. Alli monto varias obras entre ellas una a proposito de su propia vida y la vida de casi todos los espanoles en Marsella, Cuando llega el embarque. Entre 3 mil y 4 mil refugiados asistian a las funciones de teatro y casi todos querian quedarse a vivir en el enorme castillo de La Reynarde por la buena calidad de la vida. Alli si dejaban de comer col es y papas y rutabagas. Jeronimo Galipienzo era un empresario nato. Lo habia sido de teatro y puso el primer cine que hubo en su pueblo: Villena, una provincia cerca de Alicante, dentro de Valencia. En La Reynarde conocio a su mujer Montserrat. Jeronimo Galipienzo vino a Mexico en el Niassa y cuando llego al muelle con Montserrat, embarazada, ella no pudo embarcarse ya que le faltaron unos papeles. Solo cinco anos mas tarde, habria de alcanzarlo con su hijo. Jorge Galipienzo, quien nacio el dia en que los a lemanes entraron a Marsella, el 13 de noviembre. Este tipo de tragedias que separaba a familias enteras fueron muy comunes. Los principios en Mexico tambien resultaron duros, a pesar de Lazaro Cardenas. Establecerse de nuevo, encontrar trabajo, hallarle el modo a Mexico, no fue nada facil. Del exilio, muy pocos salen adelante, se necesita tiempo. Alfonso Taracena cuenta que los refugiados espanoles no eran bienvenidos; venian a desplazar a los mexicanos. ¨Para que queria Mexico a esta caterva de comunistas? (Lo mismo se diria anos mas tarde de los chilenos a raiz del asesinato de Allende; los profesores universitarios iban a quitarles el trabajo a los mexicanos.) Lo mas grave es que el pasaje en barco ya no lo pagaba el gobierno de Cardenas y muchas esposas lograron viajar solo anos mas tarde. Jeronimo Galipienzo conocio a su hijo Jorge, hoy arquitecto, cinco anos despues y solo podia comunicarse con el nino en frances. El castillo de La Reynarde montado por Gilberto Bosques resulto el paraiso al lado de otros campos de concentracion que todavia hoy deberian avergonzar al gobierno frances. Hablo del gobierno, porque tal parece, que muchos franceses, en particular se apenaban de ver a los espanoles tras alambrados de puas e iban a dejarles leche, queso, pan, mantequilla, salchichones, libros y sobre todo a hacerle de cartero; llevar sus cartas al correo, regalarles timbres postales, preguntarles en que forma podian ayudar. "En el castillo de Montgrand cuenta don Gilberto Bosques como habia mucho espacio tuvimos vacas verdaderas que daban buena leche para todos los ninos refugiados de todas las edades. Con los franceses, hicimos queso y crema. Tambien hubo la misma actividad cultural pero como habia muchos ninos, pusimos campos de recreo, una escuela y un cuerpo medico de pediatras capacitados ademas de educacion fisica y mental, un costurero, gimnasia, juegos de pelota, charadas, adivinanzas, funciones de teatro infantiles a base de titeres; la direccion de salud estaba a cargo del doctor Luis Lara Pardo cuya entrega no tuvo limites. Ampliamos la atencion medica a otros refugiados, no solo los de nuestros castillos, sino a los de los campos de concentracion y a aquellos que vivian en pensiones y hotelitos. Nosotros pagabamos todo: hotel, pension, manutencion, atencion medica y medicinas. El dinero venia de Mexico aunque tambien recibimos algunos donativos. Muchos ninos en los campos estaban en condiciones lamentables y creamo s en los Pirineos una casa de recuperacion para ninos. Los cuaqueros dieron todo el personal medico, las enfermeras y los empleados administrativos, Mexico puso los gastos de sostenimiento, y muy pronto esa casa en las montanas tuvo a mas de 80 ninos, muchos de ellos huerfanos de guerra. Nunca olvidare a un nino que recogimos con los pies congelados." Montserrat Galipienzo tambien tuvo que ser trasladada a una clinica en los Pirineos porque le dio pleuresia y los abuelos se hicieron cargo del hijo mayor. En aquel tiempo era el buen aire de las montanas, el de La montana magica el que curaba las afecciones pulmonares y alla iban a dar los Hans Castorp y las Claudias Chauchat l *Periodista y escritora. .