SECCION INF. GRAL. PAGINA 67 CABEZA: SEMILLAS DE DUDA: RELACIONES PARTIDO-GOBIERNO CREDITO: OFELIA CASILLAS ONTIVEROS* Detras de cada rostro existe una historia forjada por la experiencia. Momentos de felicidad o de tristeza; angustia o consuelo, acierto o frustracion; carino o soledad; desarrollo agridulce de la existencia que se manifiesta en estados animicos resultado de los triunfos y fracasos que en el sinuoso camino de la vida, configuran los andares de la persona hacia los objetivos que fijan sus anhelos y no pocas veces, el reto cotidiano por sobrevivir. Una caracteristica del ser humano es congregarse. El nucleo basico es la familia y despues, sus relaciones de trabajo, recreacion y pensamiento; en este ultimo campo puede abarcar diversas lineas o contextos: el academico, lo politico, el creativo, etcetera, o combinar varios de ellos dentro de organismos en los que puede fecundarlos. Los partidos politicos son un ambito para la conjugacion de las ideas que la persona desarrollo en torno a su realidad y los propositos para modificarla de acuerdo con los val ores y principios que como consecuencia de su formacion e incidencias vitales entre ellas el idealismo, su mente estructura y los convierte en la columna vertebral de su personalidad. Es comprensible entonces que las instituciones no obstante la firmeza que les otorga su historia y bases juridicas, tengan expresiones diversas y circunstanciales vinculadas a la respuesta de quienes las integran. Ciertamente las personas pasan y las entidades permanecen, pero las huellas que dejan los protagonistas no son cabalmente borradas por la fuerza del tiempo o la neblina del olvido. Siempre existe una razon o cumulo de ellas cuando se crea una institucion. En el caso de los partidos politicos, su genesis y desarrollo obedecio a situaciones especificas en la vida democratica de los paises. A veces los cambios fueron convulsivos; otras, resultado del natural discernimiento del prisma ideologico que resulta de la evolucion social. Sin embargo en todos los casos esta presente la premisa de propiciar cambios en la estructura del Estado a traves de la llegada y el ejercicio del poder. Estas son las razones y objetivos primordiales de los organismos politicos en cualquier parte del mundo. El problema fundamental en el desarrollo de estos procesos estriba en los mecanismos y normas que dan cuerpo a la democracia y su ejercicio. En Mexico la polemica entre los partidos ha tenido como punto recurrente este tema. De su viabilidad o trastocamiento segun el punto de vista de cada corriente de pensamiento depende el grado de credibilidad y en consecuencia, la calificacion moral de legitimidad que la oposicion le imprime a traves de la critica al poder publico. La discusion se antoja interminable, no obstante las reformas juridicas realizadas en los ultimos anos para superar los escollos donde se incuban las suspicacias y las divergencias vitriolicas. Actualmente esta en marcha la iniciativa del presidente Ernesto Zedillo para fomentar un dialogo nacional que lleva a plantear una Reforma Politica del Estado. Existen reticencias que paulatinamente van superandose en el marco de negociaciones respetuosas entre los partidos y el gobierno de la Republica; pero todavia el camino por recorrer presenta obstaculos que es necesario superar en el menor tiempo posible; las razones estan vinculadas entrechamente con las circunstancias politicas por las que atraviesa el pais, en las que destaca una sociedad civil cada vez mas critica, organizada y participativa. Quiza una de las mas reiteradas controversias la genera el concepto de las relaciones entre el gobierno y el partido en el poder. Los criterios difieren radicalmente, pues se involucra la idea o percepcion de que tal vinculo propicia el favoritismo electoral con el uso de recursos oficiales, manipulacion del proceso y otros vicios, hacia los candidatos del partido que encabeza la administracion publica y logra la mayoria en el Congreso. En otros paises esta relacion no es concebida con la dosis de perversion que en Mexico se le adjudica. Algunos ejemplos asi lo demuestran; el caso de Rusia es quiza de los mas didacticos aunque las modalidades del esquema socialista ubican esta vinculacion a traves del reconocimiento de un partido de Estado. El bipartidismo en Estados Unidos reduce de hecho las opciones desde la optica mexicana, pues los intereses basicos del pueblo norteamericano desde su perspectiva hegemonica, no marcan diferencias subst anciales entre el proceder hacia el exterior principalmente de democratas o republicanos. Sin embargo existe una clara concepcion de la relacion que debe guardar el partido en el poder con la institucion gubernamental; los sucesos de Watergate que llevaron a la renuncia de Richard Nixon, demostraron las repercusiones que puede tener la intervencion del Ejecutivo en los procesos electorales. Nadie puede negar que el marco juridico de Mexico ha evolucionado de manera significativa en materia electoral. La ley tipifica como delito la desviacion de recursos o acto de apoyo oficial a cualquier partido; los recursos de que disponen estos organismos se establecen claramente por las normas establecidas y los casos de transgresion son castigados con todo rigor. Por supuesto que es factible perfeccionar estos procesos para evitar acciones que trastoquen la claridad y esencia de la democracia, pero esto no quere decir que vivamos en la anarquia o las componendas inconfesables. Cualquier partido que accede al poder tiene, ciertamente, la obligacion de gobernar para todos; esto no quiere decir que las propuestas ideologicas vertidas en sus programas deban ser canceladas para evitar senalamientos de sectarismo o inclinaciones a favorecer grupos o personas. Las relaciones de un gobierno con el partido de donde procede, son de caracter ideologico y este ha sido el proceder del PRI durante los anos que por la mayoria del sufragio ciudadano, se ha mantenido en el poder. Incluso, muchos militantes priistas se quejan de que los funcionarios de su partido hacen mas caso a las demandas de la oposicion que a sus propias gestiones. Esto puede ser comprensible desde el ejercicio de la democracia, pero no pocas veces responde a la preocupacion de superar los reclamos de actitudes preferenciales hacia el priismo, como via para arraigar simpatias politicas ante futuros procesos electorales. Lo que no es tolerable, es que al partido se le adjudiquen los errores que comete el gobierno . Una es la responsabilidad de llegar al poder y otra, muy distinta, el ejercicio del poder. En la Reforma Politica del Estado que esta en curso, los priistas habremos de revisar con mayor profundidad estas relaciones, sin soslayar que el ejercicio del poder es la consecuencia del respaldo mayoritario a los principios y programas del partido, por una ciudadania que aspira a la evolucion democratica sin mutilar sus convicciones sobre lo que es y debe ser Mexico. Sin duda este es un tema apasionante, pero no es deseable que se constituya en un elemento castrante de la ideologia revolucionaria que distingue al PRI como protagonista responsable en la historia moderna de la nacion. *PERIODISTA .