SECCION CULTURA PAGINA 36 BALAZO: Tras 123 anos de trabajo CABEZA: CONCLUYEN EL DICCIONARIO CUERVO Como una novela de la palabra. Asi definio el escritor y periodista Gabriel Garcia Marquez el Diccionario de construccion y regimen de la lengua castellana. Una catedral, un palacio enorme en cuyos tuneles semanticos se quebraria la energia de hombres inagotables, la paciencia de los sabios mas meticulosos, el dialogo de los mas dialogantes. Eso es el Diccionario Cuervo. Ocho tomos con ocho mil paginas, tres mil palabras con mas de seis mil ejemplos tomados de dos mil escritores principales para e xplicar todas las acepciones de los vocablos. Monumento a la palabra, pero tambien a la tolerancia. La novela comienza hace 123 anos, cuando Rufino Jose Cuervo, un erudito colombiano de 28 anos, austero, abstemio y solitario, acaba de vender una fabrica de cerveza. Dinero suficiente para salvar el oceano y emprender en Paris la carrera de monje laico. Cuervo compra un piso elegante en las inmediaciones del Sena y lo rellena de fichas, libros y conceptos. Ha publicado ya una gramatica del latin y ha saboreado a gran parte de los clasicos franceses y castellanos. Habla latin, griego, frances, aleman, italia no y portugues, sabe que alberga mas talento que la mayoria de sus maestros y quiere medirse ante una obra herculea: un diccionario que ensene a hablar a la gente, un libro que recoja la estructura de nuestra lengua, el engranaje de las mejores piezas del castellano. Algo unico. Seria preciso escoger un numero de palabras ejemplares y mostrar todos sus empleos con la ayuda de citas clasicas. El Diccionario de la Real Academia disponia, en su primera edicion de 1726, de unas 43 mil voces, ahora cuenta con 83 mil 18 palabras y mil 513 paginas. Cuervo selecciono unas tres mil monografias, que es como el define a las palabras. El trabajo y la misa tras la ventana del piso parisino, las muchachas en flor de Proust, los perfumes y los caminos; dentro, las preposiciones y los verbos. El muchacho se levanta a las siete de la manana, acude a misa, vuelve a casa y se encorva ante su letra. No fuma, no come ni se le ve por el mundo apenas. En el piso solo lo aguardan el ama de llaves, su hermano Angel el novelist a y la gloria. Pero todo lo leido hasta ahora no es suficiente. Dedica dos horas diarias, pluma en ristre, a investigar en los clasicos espanoles el uso de las palabras. A las siete de la tarde, el rosario, despues la cena y despues el sueno. Asi, un dia y otro sin perdonar domingos, veranos o nochebuenas. Un copista le pasa en limpio los ejemplos con caligrafia esmerada. Al final de su vida, soltero y abatido por su propia disciplina, Cuervo reconoce que aquello es demasiado trabajo para un solo hombre, por muy sabio y leido que fuese. Dejaba una herencia de 40 mil papeletas con 40 mil citas clasicas y sus correspondientes anotaciones bibliograficas. Pero solo habia conseguido editar dos tomos, los que iban de la A a la D. Cuando murio en 1911, apenas afrontaba las primeras palabras de la E. Ahi quedaban los dos tomos de Cuervo como un desafio para Colombia y el resto de Hispanoamerica. šNadie podria concluir la empresa de Cuervo? šPues no habia un sabio colombiano tan reputado como Fernando Antonio Martinez? Si, el, y alguien mas serian capaces. Pero Martinez era demasiado Martinez como para aceptar la ayuda de cualquiera. Se precisaria encontrar mucho mas que alguien mas, se requeriria toda una autoridad en la materia como el lingista espanol Joan Corominas para compartir el honor de trabaja r junto a Martinez. Asi que en 1942 se crea el Instituto Caro y Cuervo de Bogota con la intencion de proseguir el monumento y en 1950 inician ambos la tarea. Enclaustrados en el edificio de Yerbabuena, sede del instituto, a 24 kilometros de Bogota, se sumergen en el laberinto de las palabras cada uno con su propia brujula, con su particular metodo de trabajar. Y para empezar, nada mejor que el propio verbo empezar. Por fuera de Yerbabuena, la vida, los caminos y las flores, una vez mas; por dentro, dos sabi os lanzandose verbos como punales. Las comas se pringaban de tintes tragicomicos cuando discutian. Y discutian siempre. Los dos titanes disponian de la ayuda economica necesaria, pero claudicaron antes de afrontar la D. Les vencieron las limitaciones de sus propios caracteres y la vastedad de sus propios conocimientos. Cuando se pretendia publicar el fasciculo tercero del tomo tercero, el mismo que Cuervo dejo inacabado, Corominas se fue y Martinez se nego a proseguir, a pesar de que contaba con el apoyo del instituto. Su herencia, 20 mil citas para anadir a las 40 mil de Cuervo. .