SECCION CULTURA PAGINA 34 CABEZA: El gineceo de Roger von Gunten CREDITO: HECTOR RODRIGUEZ MORALES* Gineceo: Departamento retirado que, en el piso superior de sus casas, destinaban los griegos para habitacion de sus mujeres (Diccionario Enciclopedico Bruguera, p. 951). Por extension, cualquier ambito femenino caracterizado por su intimidad y exclusividad. Tambien es el nombre de una exposicion pictorica de Roger von Gunten, que abarca de 1975 a 1995 y que transmite su fascinacion por la sexualidad femenina. La exposicion se compone de 96 pinturas, entre acrilicos y oleos; 14 dibujos y tres esculturas, que en conjunto constituyen un mundo intimista, calido y alegre, mas privado que cerrado, ya que desde la primera obra somos invitaos a participar en el jolgorio, a compartir el misterio de los desnudos femeninos que se nos ofrecen sin pedirnos nada a cambio sino pura reciprocidad en la entrega generosa. Cada obra es una charada, un acertijo a descifrar mediante una aplicacion rigurosa y espontanea de la libido. Las soluciones radican en lo mas intimo de cada espectador y se manifiestan como un cosquilleo, sin concesiones a la moralidad ni a la morbosidad. El mismo trazo de las figuras, aparentemente desordenado, contribuye a crear una atmosfera de encuentro casual en que los deseos eroticos son casi siempre abiertos y apremiantes. El vistoso colorido de la obra crea un efecto doble: de pubertad y de alegria. La pubertad nos recuerda que la maduracion sexual del cuerpo humano es mas que un misterio cientifico, un misterio sagrado, de satiros y ninfas, de semidioses y dioses entregados a las mas trascendentes copulas demiurgicas. La pubertad tambien nos revela y nos recuerda que hemos recibido otra oportunidad de vivir y que debemos entregarnos a la vida con alegria. La alegria, por su parte, es el sustrato y el sustento de la vida, de la pubertad, de la sexualidad y de la intimidad compartida. Incluso cuando las caritas sonrientes del gineceo de Von Gunten ceden su lugar a los tonos oscuros, y el trazo casual se vuelve sombrio y borrascoso, sabemos que no es definitivo, que ni la ansiedad ni la melancolia prevaleceran indefinidamente. Ellas, las mujeres que habitan este Pais de las Maravillas, este asteroide perdido en el remoto vecindario de El Principito, son todas reales y todas entranables; si no fueran reales no estarian ahi, dispuestas a recibirnos, no podrian entregarsenos como lo hacen, no gozariamos con ellas y no las echariamos de menos cuando las hemos dejado atras, siempre ocupadas en sus cosas de mujeres. Son tan reales y cada una tiene una historia que apenas podemos intuir en sus miradas apacibles y complacientes. Los cuerpos son, cuando implicitos, inefables, y cuando explicitos, enigmaticos. Su sexualidad siempre esta detras de algo y siempre hay algo mas detras de ella; es inasible y segura, real y fantastica, exclusiva y universal. Y para gozar con esos cuerpos y compartir esa sexualidad hay que asumir con seriedad la misma liberalidad y la misma inocencia. No importa si al principio todo parecen puntos y rayas y manchas y bolas: todo esta ahi, envuelto en su propio velo de misterio. Al final, uno termina entre turbado y satisfecho, sin una conciencia de lo que ha pasado pero con un regusto a flores exoticas y nectares dulces y densos. En la memoria visual no queda sino una rafaga de colores irreverentes que no guardan mucha relacion con el mundo exterior pero quedan fuertemente arraigados en el animo, y los etologos, neurologos y endocrinologos sabran por que. Roger von Gunten: Nacio en Zurich, Suiza, en 1933 y estudio pintura y diseno grafico en la Escuela de Artes y Oficios de Zurich. En 1957 viajo a Mexico y se quedo a vivir aqui. Estudia y ha sido profesor de dibujo en la Universidad Iberoamericana y de grabado en metal en el Mexico City College entre 1963 y 1964. En 1964 se caso y paso un ano en Europa, en 1981 paso un ano en Canada y en 1982 regreso a Mexico. Galeria Metropolitana: Domicilio temporal del gineceo de Roger von Gunten, hasta el 30 de julio, en Medellin No. 28, col. Roma. * Poeta y dramaturgo. .