SECCION CULTURA PAGINA 34 BALAZO: FRIDA KAHLO-IGNACIO AGUIRRE CABEZA: Cartas de una pasion amorosa CREDITO: CYNTHIA PALACIOS GOYA Consciente de que con el libro-objeto Frida Kahlo e Ignacio Aguirre, cartas de una pasion comete no solo una indiscrecion, sino profana un alma violando su intimidad, Luis Mario Schneider se justifica: "Con una personalidad ya publica como la de Frida Kahlo, toda posibilidad de acercamiento a su mundo contribuye no a justificarla sino a redundar en su transparencia. En definitiva, una aportacion de mas datos para hallarla en su fidelidad humana, con la que me adhiero a quienes me antece dieron en otras mas precisas intromisiones". Editado bajo el sello de Trabuco y clavel, el libro-objeto fue presentado el jueves pasado en el Museo Dolores Olmedo Patino por Armando Torres Michua, Elisa Garcia Barragan, Ricardo Noriega, Dolores Olmedo y el autor, quien agradecio a Maria Esther Velasquez Pina Aguirre el haberle confiado las cartas y recados amorosos que tan celosamente guardara su abuelo, durante anos, en una cajita de Olinala. Schneider hizo historia y conto que ante una crisis amorosa iniciada en Estados Unidos Diego Rivera y Frida Kahlo dicidieron regresar a nuestro pais y establecerse en la casa rosa y azul, respectivamente, que habia concebido para ellos Juan OGorman, y que se comunicaba por un puente, y si bien aparentaban ser una pareja feliz que recibia en su casa a muchos amigos nacionales y extranjeros, esta frivolidad y un detrimento en el estado de salud de ambos, fue minando la relacion, al grado que Rivera se hizo a mante de Cristina, la hermana de Frida, ante lo cual ella se fue de la casa y con unas amigas viajo a Nueva York desde donde le escribio perdonandolo y regreso para pagarle con la misma moneda y asi inicio un romance con Ignacio Aguirre. "El idilio dijo solo duro tres meses y de el hay alrededor de 15 o 16 textos: telegramas, cartas, tarjetas postales y fotografias que ella le enviara junto con acrosticos, diminutivos carinosos, flores secas, el consabido beso con lapiz labial y tambien alteraciones de conducta, esos pequenos malentendidos clasicos de los enamoramientos adolescentes. "Este expreso es un libro artesanal que intenta reproducir la cajita de olinala que conservo Aguirre, aunque no se incluyeron las cartas que el le contestara porque no se sabe si Frida las rompio o las quemo por temor a que las descubriera su esposo, ni tampoco las que el escribio cuando termino su relacion. Yo creo que si quizas Nacho Aguirre fue para Frida una aventura o un espejismo mas, para este implico una presencia que costo algun tiempo olvidar." Scheneider concluyo: "Este es un episodio mas en la existencia de Frida, cuyo unico senalamiento deducible, y sin entrar a cuestionar valoraciones psiquiatricas, era la manifestacion de una rotunda soledad, misma que esperanzada creia poder ausentar por la entrega amorosa, por una sed gigantesca de carino que esperaba saciar en un abandonarse al cuerpo, al pincel y al lenguaje". Cabe mencionar que para su mejor comprension se presentan las cartas reproducidas del original y una transcripcion, asi como un par de fotografias que Henri Cartier-Bresson le tomo al joven amante. .