SECCION: CIUDAD PAGINA: 18 CABEZA: Peligro sobre la ciudad CREDITO: MANUEL STEPHENS GARCIA* ENTRETEXTO: Es indispensable un control mas estricto de las empresas o particulares que quieran sobrevolar el espacio aereo de la gran ciudad de Mexico El accidente ocurrido al helicoptero de Televisa el 10 de julio, cuyo desplome en una populosa colonia de la ciudad de Mexico llevo a la muerte al reportero Ricardo Pena -Premio Nacional de Periodismo 1995-, al camarografo Gilberto Medina y al piloto aviador Sergio Espinoza Sanchez, de nueva cuenta pone en evidencia la peligrosidad que representan ese tipo de aparatos volando a baja altura y en una ciudad sobrepoblada como es la nuestra. Hoy recordamos, el periodista Antonio Cantu, y el que estas breves li neas escribe, una entrevista que hiciera el periodico La Jornada a expertos en aeronautica civil, sobre un detalle muy importante que debiera ser tomado en consideracion: los helicopteros utilizados para estos quehaceres no son los mas adecuados; "en su mayoria son aparatos de un solo motor, o una turbina y muchos de estos obsoletos". Tambien resulta que al dejar de girar los motores, caen literalmente como piedras y estallan. Si los tanques de combustible y las principales mangueras fueran cons truidas de neopronio de alta resistencia, estas se cerrarian casi al momento de producirse una rotura, como sucede con los automoviles de carrera, Pero parece que no es asi. De acuerdo con datos de 1980, habia entonces en Mexico 43 aeropuertos civiles. De ellos 20 son internacionales y 23 nacionales. En ese ano en el aeropuerto Benito Juarez de la ciudad de Mexico se efectuaron 149 mil 500 vuelos, se transportaron 12 millones 688 mil 968 pasajeros, asi como 87 mil 515 toneladas de carga. En los aeropuertos de Mexico se daba servicio a 34 companias nacionales y extranjeras. Considerando, pues, que en 15 anos muchas de esas operaci ones se han duplicado, es justo considerar el trabajo extra que representa para el CENEAM el control de los aparatos que sobrevuelan la ciudad mas poblada del mundo, como es la ciudad de Mexico. Aqui vuelan a baja altura, helicopteros de estaciones de radio, de television, de la policia, del Ejercito, empresas publicitarias y todos expuestos a la contingencia de vientos encontrados y turbulencia provocada por los edificios altos y los propios cambios climatologicos del valle de Mexico; por lo tanto, lo menos que puede pedirse, es un control mas estricto de las empresas o particulares que quieran sobrevolar el espacio aereo de la gran ciudad de Mexico. La Camara de Diputados, la de Senadores y la Asamblea de Representantes de la Ciudad de Mexico, deberian considerar tan importante asunto como algo prioritario. Que no se espere una desgracia mayor, como lo ocurrido en el aeropuerto de Schipholl en la ciudad de Amsterdam, Holanda, cuando un inmenso avion de carga, un Jumbo 747 de la linea israeli EL-AL, se estrello e incendio en los condominios construidos hacia mucho en las afueras de la mencionada ciudad lacustre, cuna de Rembrandt, y tumba de los trasterrados que vivian alli, en las proximidades del aeropuerto, y de ninguna manera es una critica a companeros de este oficio amargo y apasionante que es el periodismo, quienes ahora han enlutado al gremio, pues habiendo sobrevivido a la experiencia en zonas de guerra, quedaron en las calles de esta ciudad. Descansen en paz los reporteros Ricardo Antonio Pena Navarrete, Gilberto Medina y el piloto Sergio Espinoza Sanchez. (Notimex). *Periodista. .