SECCION ESPECTACULOS PAG. 46 BALAZO: CARIBEĽOS CABEZA: Ernesto Lecuona: un cubano universal CREDITO: ERNESTO MARQUEZ El Instituto Nacional de la Musica de Cuba se dispone en estos dias a conmemorar el centenario del natalicio del maestro Ernesto Lecuona con un festival musical en el que intervendran personajes de varias partes del mundo y en cuyo marco se daran tambien conferencias y se expondran trabajos de investigacion acerca de la vida y obra de este prolifico compositor y pianista. Lecuona, considerado el compositor cubano de mayor difusion internacional, fue un instrumentista dotado de excepcionales cualidades que hizo ademas aportes a la pianistica cubana, sobre todo en el uso de elementos procedentes de la diaspora africana. El, junto a Gonzalo Eliseo Grenet (Mama Ines), representa la fuerza productora de musica cubana mas importante de la primera mitad del presente siglo. Como concertista recorrio muchos paises, organizo orquestas y su obra, que va de lo popular a lo culto, es recreada y estudiada en los cinco rincones del mundo. Proveniente de una familia de la clase media acomodada, Ernesto Lecuona vino al mundo el 6 de agosto de 1895 en la Villa de Guanabacoa, oeste de La Habana. Musico precoz, empezo a tocar piano desde temprana edad, dando su primer concierto a los 5 anos y asombrando a los 11 con su primera composicion: Cuba y America, una marcha de tipo patriotica que llamo la atencion de don Locadio Meza, director de la banda municipal, quien en seguida la monto para ofrecerla en sus tardeadas dominicales. Corrian los primeros anos del siglo XX y en Cuba se vivia un fervor nacionalista que se reflejaba en la cultura, y muy especialmente en la musica. La presencia de ritmos, danzas, ritos y elementos plasticos provenientes de tradiciones afro, que habian sido postergadas durante demasiado tiempo en virtud de prejuicios absurdos, le abren al joven compositor un campo de accion inmediato y Ernesto, que a instancias de su hermana Ernestina, tambien eminente pianista y compositora, se habia matriculado en el Conse rvatorio Peyrellade de La Habana, empezo a sacar provecho de toda esa corriente, y en 1912 compone una de sus obras maestras, La comparsa, donde, en el marco de la contradanza, expone ideas musicales de avanzado, vindicando toda la tendencia afrocubana que le caracterizaria en obras posteriores, como en la tambien clasica Para Vigo me voy. En el Peyrellade permanece hasta el tercer ano. Sale de alli para ampliar sus estudios con los maestros Antonio Saavedra, Joaquin Nin Castellanos y Hubert de Blanck, con quien obtiene, en su conservatorio, el titulo de profesor de piano y solfeo. Ya como "master" es invitado a participar en el concierto anual del Conservatorio Nacional. La Sala Espadero esta a reventar, hay muchos curiosos que desean constatar todo lo bueno que se dice del joven Lecuona. El pianista interpreta obras suyas y de compositores clasicos. Un critico de la influyente revista El Figaro resume asi aquella actuacion: "Lecuona es un completo artista. Tiene temperamento, dedos agiles y faciles. Un mecanismo sorprendente y una mano izquierda emula de Rubinstein. Su to uche es puro y claro como el de Hoffmann". Con 18 anos de edad y todas las ganas de conocer mundo se traslada a Nueva York, en donde permanece un tiempo dando clases y aprendiendo musica. Ofrece un recital en el Aeolian Hall de esa ciudad y luego marcha a Paris, donde hace estudios de perfeccionamiento. Da una audicion en el claustro de profesores y al termino de la ejecucion el director le inquiere, asombrado: "¨Vino usted a perfeccionarse o a ofrecer servicio de profesor?". De regreso a Cuba, hace su primera presentacion en el Ateneo de La Habana, centro exclusivo de la burguesia criolla, que lo recibe como a un heroe. Las paginas de sociales recogen los pormenores del evento, y las vanalidades que de el se escriben le incomodan sobremanera. "Yo soy un musico, no un petimetre", espeta ante su amigo Jose Mauri, con quien funda el Instituto Musical de La Habana para estudiantes de escasos recursos economicos, y en desagravio brinda conciertos en teatros populares, pero no abandona del todo la farandula cultural, ya que en ocasion de la visita de Anna Pavlova escribe el Vals de las mariposas, que la eximia ballerina le agradece emocionada. Tambien se desempena como autor de musica para teatro. Su primer trabajo escenico, Domingo de pinata, se estrena en el Teatro Marti en mayo de 1919, obra que premanece, a teatro lleno, mas de 200 puestas. Estrena despues, con identico exito, El recluta del amor, en colaboracion con el conocido poeta cubano Gustavo S. Galarraga. La obra escenica de Lecuona abarca una amplia gama: zarzuelas, sainetes, revistas, operetas, que ademas de los triunfos que logran en Cuba se repiten en Estados Unidos, Espana, Mexico, Venezuela y Argentina. Tambien musicaliza versos de Jose Marti, Bonifacio Byrne y otros bardos. En el conjunto de su obra destacan mas de 70 danzas de un sello muy personal y que pueden agruparse en la antigua, de estilo, ritmicas, afrocubanas, tipicas. Compuso tambien varias suites espanolas, entre las que figuran Malaguena y Andalucia. Sus canciones suman mas de 600, algunas tan famosas como Siboney, Arruyo de Palma, Damisela encantadora, Carabali y Estas siempre en mi corazon, que aun permanecen frescas en el cancionero universal. Con La Lecuona Cuban Boys se le ve actuar a principios de la decada de los treinta y recorrer las salas mas importantes del mundo. Sus presentaciones son clamorosas, lo mismo en los Teatros Lara y La Comedia de Madrid; la Sala Pleyel y Maison Gaveau de Paris que en el Carnegie Hall de Nueva York. Constitucion Hall de Washington, Hollywood Bowl de Los Angeles; los Teatros Iris y Fabregas de la ciudad de Mexico y en escenarios diversos de Suramerica, Italia, Bruselas y la Costa Azul. La decada del cuarenta represento un punto cumbre en su carrera. La diversidad de ideas, la pericia tecnica de sus arreglos y, en fin, su alto grado de creatividad, dan lugar a producciones que podemos calificar de obras maestras del arte popular. Desde luego que su reputacion se eleva y con ello vienen las invitaciones para grabar, y el maestro se dedica a ello. Con cientos de platos de 78 rpm a cuestas se daba el lujo de declarar: "Solamente grabo lo que quiero, como quiero y cuando quiero. De caracter afable, jamas rino con la critica. "Saben ustedes acostumbraba decir, cuando analizo bien las criticas que hacen a mi musica casi me siento convencido, estoy de acuerdo con ellos; pero lo extrano es que millones de personas no estan de acuerdo con nosotros". Artista de amplio bagaje, participo tambien en el cine, industria en la que se empleo como musicalizador, actor o interpretando sus temas con la orquesta. The cuban love song (31) fue su debut, luego vinieron: Payasadas de la vida (34), Adios a Buenos Aires (38), Siempre en mi corazon (42), hasta llegar a Nacida para amar (58). A finales de 1962 emprende un nuevo viaje a Espana. De Barcelona vuela a la isla de Tenerife, de las Canarias a Madrid. Luego marcha a Tampa. No se siente bien. Via Barcelona, vuelve a Santa Cruz de Tenerife, donde fallece el 29 de noviembre de 1963. .