PAG. 16 SECCION: CIUDAD CINTILLO: CHILANGUERIAS CABEZA: La traduccion CREDITO: Javier Gonzalez Batta* El drama de sus carencias oscila entre el pedir prestado, desde dias antes de que finalice la quincena, para la torta de a cinco pesos y el boleto para el Metro. No se vale hacer mas ostentosa la referencia porque merece respeto la pobreza de la encargada de limpieza de aquella oficina gubernamental. Sin embargo, algo, de manera grotesca, contrasta con esa situacion. Se planto ante mi con un cuaderno pautado en el cual llevaba escrita una cancion. Ni vieja ni nueva, ni popular ni culta. Y donde me va saliendo con que a su hijita, de ocho anos de edad que va entre segundo o tercer ano de primaria, le dejaron de tarea que la tradujera al ingles. Y que como la pequena no sabia hacerlo, me solicitaba a mi, que tengo aspecto de saber cosas, entre otras, aunque sea por encimita, el idioma de Shakespeare, que le ayudara con el encarguito. No fue por discolo por lo que me negue. Tampoco por ocultar una deficiencia. Y menos por adivinar que siendo tan pobre la mama, en lugar de mandar a su hija a una escuela oficial en donde logicamente, hasta donde yo se todavia no se incluye la ensenanza del ingles con todo y TLC, fuera a un colegio particular de esos que le exigen uniformes de perisures a los alumnos, entre otras obligaciones que rayan en la ridiculez del consumismo. Por lo que me negue fue simple y llanamente porque iba a caer en la candidez confundida con lo estupido al hacer la traduccion para que la maestra, mas candorosa que yo, fuera a suponer que lo habia hecho la nina que escasamente si saber decir mother, chiken, pencil, boy, good morning, I love you y las paparruchadas que vivimos y morimos sabiendo acerca de algunos idiomas la mayoria de los seres humanos, incluidos los chilangos. Claro que por mas que le explique a la madre la razon, no me entendio y ya me retiro el habla, segun ella, por egoista. Lo peor es que siento que hasta la nina cuchichea con los hijos de otros empleados a mis espaldas, cuando paso cerca de ella. Ojala que sea mi paranoia. A proposito, se me vinieron a la mente las peripecias de mis aprendizajes idiomaticos, el ingles, en primaria, secundaria, preparatoria y en el Mexico City College, en las calles de San Luis Potosi, junto a la primera tienda Sears Roebuck, ademas del Instituto Mexico Norteamericano de Relaciones Culturales, en Hamburgo, de la Zona Rosa. Todo para que haya yo estado 48 horas alguna vez en Londres, jamas en Estados Unidos y de vez en cuando, lamentarme y constestarle a algun turista: "Sorry, I don't speack en glish". Ah, algo mas he utilizado de mis casi dos decadas de aprendizaje, cantando desde Blue Moon hasta los Beatles y tratando de descifrar los enredosos sistemas de computo. De las peliculas gringas para lo unico que no requiero de los subtitulos en espanol es para los jadeos en un enredo lujurioso de los protagonistas, ni para los ­bang! ­bang!, onomatopeya de los disparos de una pistola. Lo que verdaderamente lamento es no haber podido leer a Walt Whitman en ingles. Pero no se vaya a suponer que esto no me sucede tambien con el frances, el aleman y el italiano, a los cuales les dedique buena parte de mis estudios ninos, adolescentes y juveniles, en la Alianza Francesa, en las calles de Palma, y en la Prepa 1 al idioma de MoliŠre; en el Colegio Aleman, el de Goethe, y a traves de Radio Universidad el idioma de Dante, aparte de los cursos en disco. ¨Eh, que tal? Pero para muestra de mi nula erudicion idiomatica, basta un boton. Estando en el Cafe de la Paix, en Paris, el cual ya tiene varios emulos en nuestro Zocalo pero con menos categoria, el mesero de cohete nunca me entendio cuando le pedi un vaso con agua natural. O no me entendio o se hizo guaje porque representaba poco gasto. Y por mas que yo enchuecaba los labios para pronunciar bien el "eau naturelle", se encogia de hombros y me tiraba de a loco, hasta que me levante y le mostre un vaso con agua que bebia alguien en la mesa de a lado, y el, despota, me dijo con cara de asombro: "­Ah, eau naturelle!". Y yo le conteste en chilango: "Si, buey, eau naturelle". *Periodista .