SECCION CULTURA PAG. 34 CREDITO: JUAN M. LOPE BLANCH* CABEZA: ィSomos latinoamericanos? Cierto es que los tres nombres que hoy se barajan Latinoamerica, Iberoamerica e Hispanoamerica tienen su razon de ser y son, todos, validos. Pero deberiamos emplearlos adecuadamente. Solo deberemos usar el vocablo Latinoamerica si queremos dar cabida en su alcance a todos los pueblos o territorios americanos de habla neolatina: espanol, portugues y tambien frances, e inclusive los islotes italohablantes. Es decir, Latinoamerica frente a Angloamerica y tambien frente a Indoamerica e

indoamericano, que a los pueblos aborigenes les corresponde esta denominacion especifica. En lo que respecta a Iberoamerica, frente a Hispanoamerica, cabe hacer algunas precisiones. No son pocos quienes piensan que el unico nombre adecuado para todos los paises de America situados al sur del rio Bravo es el Hispanoamerica, por considerar que la antigua Hispania romana abarcaba tambien la Lusitania, es decir lo que es el Portugal de nuestro tiempo. Asi, el uruguayo Jose Enrique Rodo, aunque defensor del nombre Iberoamerica como el mas adecuado para designar al conjunto de paises de lengua espanola y portuguesa, no dejaba de considerar viable la posibilidad de llamar Hispanoamerica a todo ese conjunto. ya que siendo el nombre de Espana, en su sentido original y propio, un nombre geogra- fico, un nombre de region, y no un nombre politico o de nacionalidad, el Portugal de hoy tiene, en rigor, tan cumplido derecho a parti- cipar de ese nombre geografico de Espana como las partes de la peninsula que consti- tuyen la actual nacionalidad espanola. Razonamiento este coincidente con el expuesto por el portugues Almeida Garret sobre el hispanismo de sus compatriotas: "Somo Hispanos e devemos chamar Hispanos a cuantos habitamos a peninsula hispanica". Cosa que habia hecho ya el gran poeta lusitano Luis de Camoens, al llamar a los portugueses "huma gente fortissima de Espanha". Tambien el fundador de la moderna filologia espanola, don Ramon Menendez Pidal, consideraba que el Brasil queda perfectamente integrado en el nombre Hispanoamerica, ya que "el nombre de Espana tuvo siempre en nuestra lengua el sentido amplio del latin Hispania desde que en la Cronica de Espana de Alfonso el Sabio, se incluyo la historia de Portugal hasta hoy". Y asi Raul Grien sostiene que no debe hablarse de Iberoamerica, sino solo de Hispanoamerica, porque no existe como lengua ibera que justifique ese nombre derivado de ella: La America Espanola, la portuguesa, la francesa etcetera, lo son porque hablan esas lenguas oficialmente, no porque pertenezcan a Espana, Portugal o Francia. En este contexto, el esquema se destroza metiendo a los iberos por medio, puesto que no existe hoy una lengua ibera. Sin embargo, no cabe olvidar que el espanol y el portugues asi como el catalan son lenguas iberorromanicas, y asi se denominan cientificamente en la Ling(stica romanica y en la Ling(stica general, por cuanto que son lenguas neolatinas es decir, romanicas habladas en la antigua Iberia, la tierra de los pueblos que los griegos llamaron iberos. Creo, ademas, que conviene mantener, por razones practicas, la distincion entre Hispanoamerica e Iberoamerica. En efecto, aunque hi storicamente, como parte del Imperio romano, Hispania era el nombre de toda la peninsula, no es menos cierto que el derivado directo, por normal evolucion fonetica, de la voz latina Hispania ha sido el actual nombre de Espana, el cual no incluye ya a Portugal. Y la lengua de Espana es el espanol, no el portugues. De manera que para el sentir ling(stico de nuestros dias, el gentilicio espanol no incluye, de ninguna manera, a los portugueses. Los cuales, no obstante ello, si son, como los espanoles, habitantes de la Peninsula Iberica. De ahi que, en ling(stica, las lenguas iberorromanicas sean el espanol y el portugues, asi como el catalan. En sintesis, deberia usarse el termino Hispanoamerica cuando se haga referencia a los diecinueve paises americanos de lengua espanola, y emplearse la voz Iberoamerica cuando a ellos quiera sumarse el Brasil. El uso inadecuado de esos y otros terminos emparentados con ellos desemboca en verdaderos galimatias ling(sticos, etnicos y sociales, como es el de llamar hispanos a los americanos de habla espanola residentes en Estados Unidos, otorgando al calificativo hispano un alcance q ue no le corresponde. En efecto, los limites del vocablo hispano coinciden con los del territorio espanol, y son mucho mas estrechos que los propios del adjetivo hispanico, que rebasa las fronteras de Espana y se extiende por el inmenso mundo americano. La voz hispano debe entenderse, estrictamente, como sinonimo de espanol; y los emigrantes de los paises hispanoamericanos residentes en Estados Unidos de Norteamerica en especial mexicanos, puertorriquenos y cubanos no son pobla cion hispana ya que no son espanoles sino hispanica. Inadecuado manejo de la lengua se hace asimismo cuando se habla de los mexicano-americanos para referirse a los estadounidenses de ascendencia mexicana, como si los mexicanos de Mexico no fueran americanos... Preferible es, sin duda alguna, el termino especifico y ya dignificado de chicano. Por lo general, los tres terminos que aqui he comentado Latinoamerica, Iberoamerica, Hispanoamerica se emplean muchas veces como sinonimos perfectos, sin establecer entre ellos diferencias connotativas de importancia. Pero no deja de haber personas para quienes los terminos Hispanoamerica e hispanoamericano resultan antipaticos, por la referencia tan clara y precisa que a lo hispano o espanol implican. Creo que ya va siendo hora de superar tales prejuicios. No creo que debamos renegar de ninguno de nuestros origenes, ni del espanol ni del indoamericano. Escribo estas lineas consciente de su inutilidad. Por desgracia, creo que se seguira hablando de la America Latina y no de la America espanola o de Iberoamerica, porque en este malhadado mundo nuestro no siempre se impone la razon a la costumbre, por torpe que esta sea. Tomado de la Revista de la Universidad de Mexico No. 530, marzo 1995. *Filologo, profesor emerito de la UNAM. Autor de Observaciones sobre la sintaxis del espanol hablado en Mexico y La filologia hispanica en Mexico, entre otras obras. .