SECCION ESPECTACULOS PAG. 38 BALAZO: CORAZONES EXILIADOS CABEZA: Epistola del puente y el lacayo furibundo CREDITO: SERGIO MONSALVO C. Mi muy estimado David, lei con atencion tu misiva de la semana anterior y de ella concluyo varias cosas. Primero, tu genuino acercamiento al tema del rock hecho en Mexico y a las ganas de hacer participes de tu entusiasmo a quienes lo consideren pertinente. Actitud legitima, sin lugar a dudas. Pero mas que todo, lo que encuentro mas plausible es la inteligencia en el tratamiento y en la manera de comunicarlo. Tienes mi total reconocimiento en ese sentido. No obstante, la cuestion fundamental para mi ya no e s tanto el topico del rock autoctono que eso ya es circunstancial sino las formas de entender el oficio y la utilidad de la critica. La finalidad de esta es ofrecer un servicio al lector, ya que explica, esclarece, enriquece, pone de relieve, provoca y descubre las estructuras y entretelones que podrian pasar inadvertidos en un hecho. Obviamente, para quienes son objeto de su analisis, pero sobre todo cuando no salen bien librados de ella, es blanco de ataques de la mas diversa indole. Incluso llegan al extremo fascista de querer censurarla o cuestionar las posibilidades de expresion, porque les molestan los senalamientos. El ejercicio critico, cuando es empleado atingentemente, produce articulos como los mios, pero tambien como el tuyo, en la misma medida. Y sobre todo en este caso que hablamos mas que nada de un fenomeno social que nos atane a todos, y todos tenemos el derecho inalienable de disentir, de estar en desacuerdo, de opinar al respecto, aunque no guste a los autoritarios institucionales y traten de sofocar o desviar de su sentido profundo aquellas ideas que ponen en peligro sus lucros. Tu y yo conocemos a esos policias, rabiosos guardianes del artificio, que se adjudican la defensa de intereses creados y la tarea de impedir la manifestacion de los pensamientos contrarios. Segun su dogma fascista, ellos declaran el absoluto, al que todos debemos someternos. Brutos y elementales, piden a gritos el silencio, impiden el acercamiento analitico a dichos actos. Como buenos oscurantistas, todo concepto, toda indagacion cultural les parece irritante, impertinente y echan mano de sus armas. Son un ejemplo a escala de lo que actualmente sucede en el pais. Aquel que difiere, que establece la divergencia, es rechazado, reprimido o balaceado. El ejercicio de la critica, tanto el tuyo como el mio en este caso, crea la posibilidad de tender puentes de acercamiento entre polos opuestos de un mismo suceso, y lograr diferentes conjeturas. La palabra "critica" es un sustantivo que denota, connota y evoca. Pero todavia mas se encierra en dicho termino algo importante y seguramente por ello inadvertido para quien se aprovecha de el para sus trastadas: la honestidad. La ignorancia de este vocablo, supina por supuesto, nos habla de tipos que, trabajando p ara una disquera, en su espacio periodistico alaban desmesuradamente los productos de dicha compania; de tipos que se desviven con servicios y elogios para un grupo con tal de que los inviten a sus giras; de tipos que se convierten en propagandistas de promotores y representantes por alguna migaja. Tipos que ven a la critica no como una actividad cultural, sino como una forma de ofrecer las nalgas. David, se que tu honestidad te permitira llegar a los 47 o 50 anos de edad disfrutando de la musica y del placer de escribir con sinceridad de tus sensaciones. Merecido. Otros, ya con esa longevidad, se avergenzan del oficio y de manera ambigua declaran no ser lo que son. Crisis de identidad senil, seguramente. "Yo no soy critico, soy fan,/ por ti sere, por ti sere", aducen con requiebros. El titulo nunca se lo acredita uno, sino los demas, por definir, por reconocimiento, por muchas cosas. Y en este oficio, utilizando una recurrente metafora de la lucha libre, te puedo decir que siempre sera menos grave exponer la cabellera con opiniones, juicios, pareceres, puesto que de eso finalmente se trata, que perder la mascara y mostrar el rostro de la deslealtad. El trabajo periodistico legitimo evita describir linealmente un suceso, para concentrarse mas bien en sacar a la superficie las tensiones escondidas bajo lo evidente. El trabajo periodistico que nos corresponde debe ser de confrontacion, d e tension, critico, no espacio de planideras envejecidas. Desenmascarados, estos lacayos de la industria musical (disqueras, promotores, representantes) haran lo posible por impedir el tendido de puentes, el intercambio de inquietudes, el rastreo de vaguedades o la confirmacion de las certezas, porque como buenos serviles echaran espuma, se mearan, ladraran exabruptos o se empinaran a una orden de sus amos. .