SECCION ESPECTACULOS PAG. 40 BALAZO: HETERODOXIAS CABEZA: Ali Farka Toure, pulso vivo de Africa CREDITO: DAVID CORTES Llegaron por mar, en atestadas naves, hacinados en las bodegas. Venian desnudos, hambrientos, con la tristeza y el miedo en los ojos. Las manos, acostumbradas a blandir la lana, estaban atadas. Su unica pertenencia eran los recuerdos y estos pervivirian hasta hacerse historia. Con los esclavos y sus recuerdos tambien arribo la musica africana a America. Un registro de las formas adquiridas por esta se recoge en Africa in America (Discos Corason), un album triple con las sonoridades de 19 paises del continen te en donde los ejemplos de la permanencia de elementos africanos en el desarrollo de los estilos musicales de la region es contundente. El influjo de Africa en la musica actual es muy claro. Si durante anos la politica cultural mantuvo la negritud separada de la musica occidental con obvias intenciones racistas y de dominacion, la falacia ha cedido con la abundancia de exponenetes provenientes del continente negro. Africa es hoy uno de los principales nervios musicales. Dice el guitarrista Ali Farka Toure: "Para algunos, cuando dices Timbuktu, significa el fin del mundo, pero no es cierto. Soy de Timbuktu y te puedo decir que estamos justo en el corazon del mundo". Toure es una de las voces prominentes en el espectro musical actual. Es, en palabras de Ry Cooder, "Un hombre carismatico, con gran poder y fortaleza. Es ferozmente energetico, asi que su vibra y todo salen fuera. Es como el jefe de la aldea." Farka Toure y Cooder se encontraron personalmente en 1992. Un ano despues, el guitarrista africano abandono su granja de Timbuktu para hacer una gira por Estados Unidos y grabar un nuevo disco, un disco hermoso llamado Talking Timbuktu en el cual Cooder aparece como i nvitado especial. El estilo pausado, relajado y sin apresuramientos de Toure ha sido etiquetado como blues por el mercado americano; pero Toure, orgulloso de sus raices y ajeno a las penalidades de los esclavos y a las historias de sojuzgmiento de los negros norteamericanos, es tajante al respecto: "Esta es musica africana, es mi musica. Los negros americanos viven en el exilio, estan al final del arbol y siento pena por ellos". La musica de Farka Toure es alegre, posee un sentido del tiempo muy especial, un timing unico, sin ninguna relacion con la velocidad de occidente, un vaiven pausado que permite un gracil deslizamiento de su guitarra, un estilo que tambien favorece a Cooder, poco dado a las florituras. La voz, los coros, crean estados hipnoticos, su naturalidad imprime una vitalidad extra, un desenfado atrayente que retrata los espacios abiertos del continente de Toure. Incluso la tristeza esta permeada de colorido, de una placentera sensacion de satisfaccion; cuando el africano recurre al oficio de John Patitucci en el bajo, Jim Knelter en la bateria y Clarence "Gatemouth" Brown en la guitarra electrica y viola los temas se vuelven melancolicos casi bluesisticos, pero el comando de la guitarra de Toure es tan dominante que los instrumentos occidentales realzan el toque africano de la musica. Hombre libre, creyente en que cada cancion debe tener un proposito y que los malos espiritus no merecen ser invocados, Ali Farka Toure ha hecho un disco que es el pulso vivo de su pais de origen, una obra que en cada uan de sus venas pinta de negro el orbe con un gusto envidiable Talking Tumbuktu, Ali Farka Toure with Ry Cooder, Hannibal Records, 1994. .