PAG. 30 SECCION: INTERNACIONAL CABEZA: FIN DE CUAL SIGLO... XIX O XX CREDITO: Francisco Correa Villalobos Dice un conocido aforismo que quien no conoce la historia, esta condenado a repetirla. De ser cierto, algunos de los actuales dirigentes norteamericanos, comenzando por el presidente Clinton, deberian ser reprobados y condenados sin misericordia a cursar, desde pupitres de parvulos, nociones elementales de la historia de las intervenciones de Estados Unidos en America Latina. Lo anterior viene a cuento, obviamente, por la descabellada idea de intervenir militarmente por segunda ocasion en este siglo en la empobrecida patria de Francois Toussaint-Louverture, reponiendo, a fines de siglo, la politica mas nefasta de los barones imperialistas de principios de centuria. Pareciera como si Estados Unidos y todo el continente hubiesen dado una vuelta en circulo que les ha tomado todo el siglo. Politica y economicamente estamos inmersos en los mismos temas de fines de siglo XIX y se trata de aplicar las mismas formulas de solucion que se ensayaron entonces. El panamericanismo y su expresion contemporanea, la OEA, tuvo su origen en el intento norteamericano, expuesto en la Primera Conferencia Internacional Americana de 1889, de crear una union aduanera en todo el continente, a imagen y semejanza de la Zollverein creada por Otto von Bismarck para darle sustento economico a su pangermanismo. La Union Europea y sus versiones predecesoras fueron no solo la inspiracion de la Iniciativa de las Americas y de su expresion subregional, el TLC, si no de esa nueva edicion de la decimononica Conferencia de Washington que es la proxima Cumbre de las Americas de Miami. Pero al igual que hace un siglo, Estados Unidos ha sido atacado por una fiebre democratizadora que, ahora como entonces, poco o nada tiene que ver con una intencion legitima de promover el bienestar de los pueblos vecinos del Tercer Mundo y si mucho con una arrogancia puritana que pasa muy cerca del racismo. Larry Rother nos recordo en un articulo reciente en el New York Times, que cuando Estados Unidos ocupo Haiti en 1915, el secretario de Estado de Woordrow Wilson, el inefable William Jannings Bryan, le dijo al embajador haitiano en Washington, "los haitianos inteligentes deberian sentirse agradecidos de que fue Estados Unidos el que decidio invadirlos y no otra potencia, cuyos motivos tal vez no serian tan desinteresados coo los nuestros". Poco despues, el general Medley Butler, de la infanteria de marina, c omparo el papel de Estados Unidos en el Caribe al de un albacea a cargo de una enorme herencia propiedad de menores. Los anos han pasado y los estilos han cambiado. El presidente Clinton no ha llegado a tales extremos de retorica brutal, quiza no por convencimiento sino tal vez porque tendria que decirle adios a un segundo mandato. Pero su ignorancia de la historia le ha hecho caer en el barbarismo de llamar, en este fin de milenio, a la zona donde se encuentra Haiti, y en la que creo que tambien comprende a Mexico "el patio trasero" de Estados Unidos. Y permitaseme insistir que solo la ignorancia explique la intencion de repetir experimentos probadamente fallidos. La prueba es que 19 anos de ocupacion norteamericana ininterrumpida de Haiti, de 1915 a 1934, no lograron crear las condiciones e instituciones que garantizaran el transito de una situacion de caos y desorden a una de democracia y estabilidad. Todo lo contrario. Lo que dejaron como herencia fue la suspension de garantias y la represion institucionalizadas, una fuerte casta militar y un tenebros o cuerpo policiaco que tan bien sirvieron a los intereses norteamericanos durante la "guerra fria". Sesenta anos despues de desocupar la mitad occidental de la Espanola, Estados Unidos pretende obtener la legitimidad de la comunidad internacional para repetir lo que no solo fracaso en Haiti en los anos treinta, sino a lo largo de todo el siglo, tanto cuando ha emprendido de manera unilateral como cuando se ha recurrido a acciones multilaterales. Las experiencias de Somalia, Camboya y El Salvador dan cuenta de las enormes frustraciones y fracasos que esperan a cualquiera que intente imponer por la fuerza las condiciones de lo que ahora elegantemente se denomina state-building, o construccion de un Estado. Las propuestas del secretario general, Butros Butros Ghali, contenidas en su documento Una agenda para la paz, para hacer frente a las amenazas contemporaneas a la paz y seguridad internacionales, estan basadas en el fortalecimiento interno de los paises en desarrollo, mediante el establecimiento de normas internacionalmente aceptadas de eleccion de funcionarios, de division de poderes, de una administracion publica profesional y honesta, de un poder judicial independiente y capaz, de la formacion de nuevos cuerpos militares y de policia, etc, etc. Pero ninguna de esas medidas puede sobrevivir, en el mejor de los casos, sin una profunda reforma al nivel de las finanzas y el comercio internacionales, amplio apoyo a formas propias de desarrollo y a la participacion popular directa en el manejo y decision de los asuntos publicos. Las nuevas tendencias del comercio internacional y del flujo del capital internacional, han dejado totalmente de lado a paises como Haiti, basados en economias de subsistencia, con infimos niveles de educacion y suelos depredados o esteriles. Restaurar por la fuerza a un presidente no alterara esta condicion de pobreza, que ha devenido en congenita, ni hara mas viable politicamente a Haiti, como no se logro en Somalia. Esto no puede ser ignorado por la administracion del presidente Clinton. Pero al igual que a principios de siglo, la promocion de la democracia es solo un altisonante pretexto para fines politicos diversos, sobre todo para un presidente que desea disipar las percepciones que su pobrisimo desempeno ha creado entre sus electores. Lo peor seria que el resto de los paises latinoamericanos viesen esto como un mal pasajero e irrepetible. Los golpes de Estado en el continente no van a terminar con el que dio Raoul Cedras, ni mucho menos la intolerancia e inestabilidad politicas en el "patio trasero" norteamericano desapareceran con la salida de los militares haitianos. Como a principios de siglo, todos los paises latinoamericanos seguimos en el mismo barco...o en el mismo patio. Inclusive Mexico. .