SECCION ESPECTACULOS PAG. 39 BALAZO: DIRECTOR DESCARNADO Y ENTRA„ABLE CABEZA: Felipe Cazals y sus fantasmas CREDITO: DIANA BRACHO Cuando veo la foto de Felipe Cazals nino, bello por cierto, me pregunto que veia ese nino de ojos tan grandes y asombrados. Porque lo que mas me ha sorprendido de Felipe son sus ojos. Desde luego, siempre he sabido que el instrumento de un director de cine es justamente "su ojo". Ese ojo que discrimina la realidad, la recrea y, en ciertos casos, la inventa de mil maneras. El ojo de Felipe elige una realidad sobre la cual tiene una vision muy personal, tal vez no tanto en busca de "la verdad", sino de una es pecie de develacion de sus propios fantasmas, y expresa todo ese ritual de una forma unica y personal, es decir, encontrando un estilo propio, cualidad sine qua non del arte. Recuerdo que Canoa, cuando la vi por primera vez, me sacudio. Me sucedio lo que le pasa a uno con una gran sinfonia o un cuadro o una novela geniales: despues de verla no era yo la misma. Con cierto pudor hice algo que nunca antes habia hecho. Lo llame por telefono y le conte, emocionada, como me habia conmovido su pelicula, que para mi representaba "otro" cine. Un cine que bien podia ser el cine mexicano reencontrandose a si mismo en un nuevo lenguaje. No recuerdo que me contesto, pero se que esa llamada m e convirtio en su complice para toda la vida. A Felipe lo habia conocido muchos anos antes, cuando el sonaba con dirigir cine y yo apenas estudiaba prepa y padecia graves ataques de timidez. El se le pegaba a un gran amigo suyo que en esa epoca era mi novio, y ambos me visitaban en el estudio de mi papa, donde fatalmente caia Otelo Bracho a proteger a su hija adolescente y virginal de los embates de tipos seductores de mirada torva; y ese Otelo era a su vez seducido por las mil preguntas sobre cine del joven Felipe, que conmigo apenas cruzaba palabra. Despues de muchos anos volvi a saber de el, ya como cineasta. Pertenecia a la generacion de enfants terribles del cine mexicano contra los cuales despotricaban mi papa, don Alex Galindo y otros, porque eran jovenes, iconoclastas y prepotentes. Y porque querian invadir el Sagrado Sindicato que les estaba vedado. Como don Julio cultivo en mi, por fortuna, una gran independencia intelectual, nunca me afilie a lo que veia como una lucha generacional eterna y no como un problema personal. Y claro, se cierra el circulo, y ahora no puedo menos que sonreir cuando los jovenes cineastas, que tienen que reinventar el cine -y que tienen con que hacerlo, como mi papa y Felipe en sus tiempos-, hablan del trabajo de grandes directores como Felipe, como de algo lejano y, en el peor de los casos, decadente. Por todo esto, creo que el libro de Leonardo Garcia Tsao, que es sin duda un gran acierto desde su concepto hasta su presentacion editorial, llega en un momento perfecto. Los que amamos el cine mexicano debemos conocer la obra de Felipe Cazals. Desde luego, viendola en primer lugar, pero tambien escuchando a Felipe hablar de ella. Leonardo literalmente asalta a Felipe con su mirada de critico inteligente, acucioso y profundamente conocedor del cine de su entrevistado. Garcia Tsao logra sintetizar, mediante una visita guiada por una filmografia laberintica (a traves de una carrera llena de dudas, altibajos, momentos tragicos y acercamientos a la catastrofe), despues de cientos de horas de platicas que adivino intensas y a veces hasta dificiles, toda una obra que resulta, aun en sus fracasos, sorprendente. Como sorprendente resulta la candidez y apertura, en todos los sentidos, de Felipe al ponerse totalmente en manos de quien es un observador de su cine afectuoso pero objetivo, y por lo tanto a veces cruel. El lenguaje florido de Felipe, cargado de pensamientos que en otros estarian ocultos -tal como referirse a una de sus peliculas como "una mierda negra"-, resulta escatologico y descarnado y curiosamente entranable a la vez. En este libro surgen las caracteristicas mas interesantes del cine de Cazals: el sentido contradictorio de la vida, la sensacion de futilidad y vacio, la duda (no cartesiana sino existencial), la ambigedad y esa distancia consigo mismo que mata toda posible solemnidad y autoelogio... En una entrevista exhaustiva como esta estamos acostumbrados a creadores que siempre tienen mil excusas para haber malogrado un trabajo; y mas en el cine, donde el director a menudo depende de tantos elementos a veces lejanos a sus intenciones creativas. En el caso de Felipe es sorprendente su capacidad para asumir absolutamente los resultados de su trabajo sin autocompasion ni falso pudor; y como en todo lo de Cazals, surge la contradiccion: el asumir sus errores, a veces con un sentido de autocritica bru tal, lo convierte en uno de los directores mas fuertes e importantes del cine mexicano. La fuerza de su obra, que aqui queda claramente delineada, repito, surge justamente de la duda, de la ambigedad ideologica, de la busqueda que conduce al vacio. Todo esto expresado con lo que probablemente sea la tecnica mas limpia y depurada de nuestra cinematografia contemporanea. Aun su cine menos afortunado esta bien, muy bien hecho. Felipe pertenece a esos grandes artistas visuales mexicanos que el mismo menciona y a quienes las imagenes insolitas y profundamente inquietantes se les dan con la facili dad de lo cotidiano. Su tecnica (por ejemplo su rechazo al zoom y a todos los trucos de moda de los cineastas endebles) y su forma unica de saberse acercar sin que se note lo que quiere que veamos, es el vehiculo perfecto de los temas que lo tocan: los temas mas oscuros del ser humano, victimizado por su propio mundo y familiarizado con la desesperanza. A veces a Cazals se le acusa de escatologico y explicito en sus imagenes. Sin embargo, es notable como puede hacer una pelicula sobre prostibulos en donde el sexo nunca se ve, pero que casi se huele. El cine de Felipe -y esto queda claro a traves de la vision que de el tiene Leonardo- es un cine donde nada, ni la carcel, ni las prostitutas, ni los curas son los habituales en el cine mexicano. Cazals menciona que "el maridaje" de un director y su fotografo es vital. Es la alianza de dos miradas complementarias y complices que cumplen sus deseos mutuos de expresion. Creo que el simil del "maridaje", que es de Felipe y no mio, es importante porque es justamente aplicable a un trabajo como este magnifico libro. Imagino la "luna de miel" en que las palabras fluian, tal vez con un par de whiskies de por medio, como un bello plano secuencia. Pero tambien imagino los momentos de resequedad emotiva, de a rrepentimiento o simple tedio mutuo. Y agradezco que un entrevistado, que mas que pensar en su cine lo siente (y a veces hasta lo padece, gracias a la amorosa labor de un entrevistador realmente perceptivo y generoso), logre construir, en forma razonada, ordenada y fiel a su propio lenguaje, el solido edificio de una trayectoria muy importante. Aunque me encantaria, por supuesto, que este libro se reeditara en poco tiempo, con varias peliculas mas en su apendice, y no fuera definitivo, como amenaza Felipe. .