SECCION ESPECTACULOS PAGINA 336 BALAZO: A 39 AĽOS DE SU MUERTE CABEZA: QUE TIEMPOS AQUELLOS SEĽOR PADAVE CREDITO:JUAN ZAPATA Nacido con el siglo, el 30 de septiembre de 1900 en Penjamo, Guanajuato, Joaquin Pardave sera recordado como uno de los actores comicos mas versatiles del teatro de revista y del cine nacional. Imposible olvidarlo como lagartijo porfiriano, espanol o libanes en filmes antologicos y arquetipicos como En tiempos de don Porfirio (39), El baisano Jalil (42), Los hijos de don Venancio (44) o El barchante Neguib (45), y menos aun, ahora que se cumplen 39 anos de su muerte, ocurrida el 20 de julio de 1955, dejando inconclusas las cintas Club de senoritas y La verdad desnuda. Telegrafista a los 15 anos y empleado de ferrocarriles despues de la Revolucion por un breve tiempo, Pardave, hijo de actores de la farandula, siente el llamado de los escenarios y consigue un pequeno papel casi de manera accidental en la compania de su tio Carlos Pardave, para debutar poco tiempo despues en plan de actor comico en el Teatro Lirico al lado de luminarias como Roberto El Panzon Soto, en 1922. Luego creo su propia compania donde dio oportunidad a actores incipientes y muy jovenes co mo lo eran entonces Silvia Pinal o Rafael Banquells. Contra lo que pudiera pensarse, Pardave se inicio en el cine silente debutando en una primitiva comedia que data de 1919, el mismo ano en que se filmara la mitica cinta de Enrique Rosas, La banda del automovil gris, y Viaje redondo de Jose Manuel Ramos, protagonizada por el afamado Leopoldo Cuatezon Beristain, en el papel de un pueblerino apantallado por la capital. Tal cinta sirvio para que varios actores del teatro de revista pasaran al cine en papeles secundarios, como fue el cas o del entonces joven comediante Joaquin Pardave. Diez anos mas tarde de aquel experimento cinematografico, regresaba al cine con la cinta El aguila y el nopal, de Miguel Contreras Torres, donde encarna al despistado sobrino de un ranchero interpretado por Roberto El Panzon Soto, en esta suerte de didactica comedia civica sobre la explotacion de petroleo en un ranchito. Sin embargo, una oportunidad mayor llegaria en 1932 con el filme Aguilas frente al sol, cinta sonora de Antonio Moreno -el mismo de Santa-, en la que Pardave com ponia ya su primer papel de extranjero: un curioso chino llamado Wu-Li-Wong, dueno de un cabaretucho en Shanghai. A peliculas como Jalisco nunca pierde, Los millones de Chaflan, Mi candidato, seguiria una de peculiar exito que conformaria su papel de eterno solteron raboverde que interpretaria en varias ocasiones, se trataba de La tia de las muchachas (38) de Juan Bustillo Oro, quien lo dirigiria en la clasica En tiempos de don Porfirio. Aqui, en su papel de Rodrigo Rodriguez y Eje, Pardave moldearia con inteligencia el arquetipo del apocado bohemio afrancesado, el nostalgico p orfirista de la belle epoque nacional que daria vida en otros titulos como Ay que tiempos senor don Simon!, Yo baile con don Porfirio, El gran Makakikus y Mexico de mis recuerdos, entre otros, como anoranza de una epoca sin estorbosos problemas de hambre y pobreza. La genialidad de Pardave, mas alla de la cursileria de ese Mexico de principios de siglo, retratado por el cine mexicano con brutal complacencia generalmente, radica en la ambigedad y la chispa de sus papeles, a los que seguirian la de los inmigrantes luchones con tintes melodramaticos, que abogaban por la abolicion de una creciente xenofobia que imperaba en una gran urbe como lo era la ciudad de Mexico. Ya sea el espanol Venancio, el comerciante libanes Neguib, el baisano Jalil , o el tambien comerciante libanes que busca a su hijo ilegitimo en El hombre inquieto, al lado de Tin Tan. Pardave supo conformar en los anos cuarenta y cincuenta un prototipo de exito taquillero como el extranjero pobre que termina dando lecciones de honestidad y trabajo a los mexicanos. Chaparrito, regordete, de ojos pequenos y risita burlona, Pardave paso rapido de la actuacion a la direccion con la citada El baisano Jalil, en 1942, sin embargo en el cine no solo actuo, dirigio y adapto argumentos, sino que compuso canciones para varios filmes y otras mas de gran exito como Negra consentida y La varita de nardo. Una versatilidad que lo llevaria a interpretar cientos de papeles en cintas antologicas, taquilleras y tambien mediocres y lacrimogenas en donde se intentaba explotar algunos de sus papeles prototipicos en asuntos tendientes a la moralina y el regano. Inimitable, de innato talento tragicomico y alternante con las maximas figuras de nuestro cine, Joaquin Pardave, el gran Makakikus del cine nacional, habil y verdadero barchante de una imagen arquetipica y de una personalidad atrayente y graciosisima dentro y fuera de los foros filmicos, dejo una huella indeleble, tan grande como la de un Susanito Penafiel y Somellera, personaje de culto en el inconsciente colectivo del cinefilo nacional. .