SECCION CULTURA PAGINA 33 CREDITO: ALFONSO SIMON PELEGRI CABEZA: Virtud y virtuosismo en el arte na prudencia como virtud moral, la cual, lejos de constituirse como una cautela timorata y burguesa, es determinante en la intencionalidad y praxis de los distintos ordenes moral y pertinente al arte. En este ultimo porque el arte entranaria la dedicacion del artista a la produccion de su obra, teniendo en cuenta que, como puntualiza Adolfo Sanchez Vazquez, (...) "en la terminologia escolastica arte es sinonimo de ciencia practica, entendida esta como una clase de ciencia que se practica en su esencia misma o en su modo mismo de conocimiento desde su origen, esto es, ciencia de la obra que ha de producirse". En el pensamiento de Aristoteles, el arte se constituye en un habitus, el cual la teologia catolica lo definiria formalmente como fuerza operativa del bien obrar. Esta habria de ser adquirida, contando supuestamente con la gracia divina, por la frecuente repeticion de actos de naturaleza etica. Sin embargo, el arte, en cuanto a la produccion de obras artisticas, no es una virtud de orden moral sino del intelecto practico en el sentir de Maritain. Pese a esto, que si parece cierto, tambien lo asemeja ser o al menos a mi se me ocurre, que entre el angel parnasiano y el teologico hay en el duende lorquiano que se trae lo suyo. Otra caracteristica primordial del arte radica en que su bondad esta en funcion de la obra artistica y no del artista. Sobre este particular se pronuncio rotundamente Oscar Wilde cuando afirmo que "el hecho de que un hombre sea un envenenador en nada afecta la calidad de su prosa". Siglos antes, en la Summa, Santo Tomas habia afirmado que el arte lleva al hombre a una rectitud de operacion practica que no atane a su conducta ni a su libre voluntad, sino al buen uso de su referida operacion artistica. Sin embargo, Maritain nos previene sobre este particular cuando sostiene que si bien el arte en si mismo debe considerarse separado de la esfera moral, el artista es un ser humano y, como tal, es influenciado e influye en el arte. Y no para la cosa ahi. El artista, al tener conciencia de la proyeccion de su estatus moral sobre su obra, puede caer en la demasia de poner al servicio de su arte una suerte de patologia moral que le conduzca a logros mas espectaculares en la consecucion de su trayectoria artistica. Al llegar a este extremo, Maritain estima que el creador yerra al sacrificar su equilibrio moral al pretender gustar "todos los frutos y el vino de esta tierra", sacrificando estos a la llama que debe alimentar su arte. Pero, hecha esta salvedad, no tira contra este parvenu la primera piedra; ni ninguna otra. Por el contrario, termina afirmando que no se debe juzgar al artista; con su infinita providencia -sostiene el filosofo catolico- Dios hace que este cumpla con su destino. Y es que, a veces, Dios escribe derecho con escritores torcidos; del mal, el menos. .