SEC. INF. GRAL. PAG. 6 CINTILLO: RAZONES CABEZA: La democracia municipal CREDITO: JORGE FERNANDEZ MENENDEZ La estrategia politica para un reforzamiento de la vida municipal sigue siendo un aspecto no resuelto en la problematica nacional. Sin duda el municipio libre y fuerte, con amplias posibilidades autonomas, esta en las bases no solo de la Constitucion Nacional de 1917 sino tambien en todos sus antecedentes liberales del siglo pasado. Pero si la letra de la ley se ha respetado, su espiritu ha sido olvidado en las politicas municipales. Paradojicamente, en esa injusta valoracion de los municipios como entes secundarios a la hora de analizar los factores de transformacion politica, economica y social han coadyuvado tanto ciertos sectores de la oposicion que ven a estos como las celulas basicas de un sistema que juzgan decadente, como los sectores mas anacronicos de ese mismo sistema, que creen que los municipios son inmunes a la profunda t ransformacion politica, economica, social e incuso generacional que esta viviendo Mexico. Hoy, cuando convocados por la secretaria de Gobernacion y el Centro Nacional de Desarrollo Municipal que encabeza el colega y buen amigo Guillermo Ibarra, se reunan con el presidente Carlos Salinas todos los presidentes municipales del pais, se estara dando un paso fundamental para revertir ese proceso: se trata, como dice Ibarra, de fortalecer la presencia municipal en el proximo proceso electoral como lo acordo el pacto del 27 de enero pasado pero tambien y sobre todo, de fortalecer la otra forma que adop ta la democracia: la cotidiana, la que viven esas celulas basicas de las instituciones, de ciudadanos que se plantean el desafio creciente de fortalecer la todavia muy exigua capacidad de respuesta de los gobiernos locales. Pero si esa situacion es especialmente dificil para la gran mayoria de los municipios del pais, en el sur de Mexico, donde se combinan profundas desigualdades sociales con retraso productivo, un fuerte componente indigena con sectores tradicionales de poder firmemente arraigados, donde la pobreza sigue siendo mucho mas fuerte que en otras regiones del pais y las oportunidades de desarrollo menores, la vida municipal pese a todas esas dificultades determina, las posibilidades reales de convivencia pacifica y avance democratico de las comunidades. Quizas el estado de Oaxaca cuyo gobernador Diodoro Carrasco sera uno de los oradores del acto de hoy es paradigmatico en este sentido: no solo por esas dificultades y carencias sino tambien por lo que ha podido lograr. En ese estado conviven 570 municipios, casi la cuarta parte de todo el pais. De ello solo poco mas de 20 tienen real fortaleza economica y politica. Muchas veces se ha hablado de la necesidad de modificar ese esquema municipal, de concentrar, por exigencias de gobierno, la distribucion munici pal en unas pocas cabeceras municipales. Y es verdad: gobernar con una estructura municipal tan vasta, tan compleja, es dificil; hacerlo respetando su autonomia y su libertad exige un esfuerzo mayor, pero sin ese esquema hace ya mucho tiempo que vastas regiones del sur del pais habrian abandonado la convivencia pacifica. Se olvida que ese complejo entramado municipal fue fruto de la experiencia liberal del siglo pasado y, sobre todo, del respeto riguroso que no siempre se repetiria en nuestra historia de los usos y costumbres de gobierno de las distintas etnias indigenas. En estos meses dificiles, intensos que hemos vivido, hemos podido comprobar el enorme beneficio politico y social que el contar con instancias municipales representativas, activas, gobernadas de acuerdo con el sentir de las comunidades tiene para el pais y para un correcto ejercicio del poder. Ante ese entretejido de municipios, el respeto a la letra y al espiritu de la ley han permitido que la convivencia persista y que las comunidades encuentren en sus municipios una real representatividad. De los 570 municipios oaxaquenos, por ejemplo, mas de un tercio de ellos todos de poblacion indigena son gobernados de acuerdo con los llamados usos y costumbres: es la propia comunidad, en eleccion directa, la que elige a las autoridades y establece los cargos y su duracion. Ese respeto a los principios ind igenas es lo que ha permitido, la fuerte presencia de las etnias en el gobierno municipal y del estado. Su carencia es lo que en buena medida explica conflictos como los de Chiapas. El problema al que nos hemos enfrentado es que a los municipios les ha tocado administrar las limitaciones y en algunos casos la miseria de vastas zonas. Revivir la politica municipal a los niveles que la descentralizacion y la creacion de polos regionales de desarrollo que el pais exige, no es sencillo ni tampoco barato: muchos mas recursos deben canalizarse hacia la vida municipal para insuflarles verdadero poder, para que no administren solo las limitaciones sino tambien las posibilidades. En ese sentido se ha avanzado y mucho. Por ejemplo, el avance hacia la municipalizacion de los recursos de Solidaridad han permitido asociar ese enorme esfuerzo de organizacion social (con sus inherentes funciones de control social sobre la utilizacion de los recursos publicos) con el fortalecimiento de la funcion y las instituciones municipales. Empero, mucho falta, aun, a la hora de analizar el tema de las participaciones y recursos fiscales en beneficio de los municipios y estados. Algunas de las demanda s presentadas en este sentido son justas, otras no, pero al efectuar las modificaciones necesarias en ese ordenamiento legal no podemos olvidar que en un veradero federalismo y en una nacion que busca fortalecer su regionalizacion productiva pero tambien su unidad politica y administrativa, el Estado nacional tiene la obligacion de apoyar el desarrollo de sus entidades mas pobres con el fin de evitar la profundizacion de la injusticia y la desigualdad. En responder a ese desafio y sumarlo al no menor de responder a las verdaderas expectativas democraticas de la sociedad, esta el futuro de los municipios, especialmente de los mas pobres. El desafio de la injusticia y la desigualdad debe enfrentarse dia con dia, tambien el de la reafirmacion y el avance democratico. Pero en este caso, el proximo 21 de agosto, los municipios, y sus autoridades deben y pueden jugar un papel fundamental. La ley y la iniciativa politica de las autoridades federales le han dado a las municipales la responsabilidad de ser coadyuvantes al orden, la legalidad y la imparcialidad del proceso electoral federal de agosto. No es una responsabilidad menor; es una exigencia politica y social que, si todos nos esforzamos porque esa responsabilidad sea cumplida con esmero y precision, pondra muchas de las bases para ese renacer de la vida municipal que la nacion requiere y demanda. .