SEC. INF.GRAL. PAG. 15 CINTILLO: QUINTUPLE ENTIERRO CABEZA: Mixquihuala se vistio de luto CREDITO: MIXQUIAHUALA, Hgo., 20 de julio.-El clarin suena a "toque de silencio" en el panteon municipal de Mixquiahuala mientras bajan a la fosa el primer ataud, el de "Licha". El sol quema los rostros de los deudos. Enrojecidas las mejillas por el llanto y el desconsuelo, al pie de la tumba, Gabriel, misionero evangelico dice los salmos funebres y recalca: A todos nos toco este dolor. Este era el ambiente durante el entierro de los cinco ninos que habitaban en esta localidad a los cuales se suman ocho mas del poblado de Progreso que murieron en el choque que provoco el estallido del microbus, en el que se dirigian a un curso de verano en Tula. Indignacion, coraje, desconsuelo se reflejaba en los rostros de los padres de Angel Zuniga Garcia, Rubicel Neri Gomez, Tomas Romero Galvez, Jose Pacheco Marquez, Isabel Soto Barrera y de las mas de quinientas personas que asistieron al acto funebre en la capilla abierta de "Nuestra Senora de Guadalupe" en la que ofrendaron coronas de flores, crisantemos, gladiolas, claveles. A todos nos toco este dolor, repetian. Era la voz unanime del pueblo de Mixquiahuala que encendia incienso, cantaba salmos de "perdon y clemencia", cargaba coronas florales con leyendas que decian: "Te recordaremos", "Gracias por hacerme feliz hija", "Nunca te olvidaremos", "Adios". De pronto la sombra y el silencio se apodero del sitio. Partia el cortejo hacia el campo santo. Madres sollozando, padres conteniendo el llanto. Amigos y hermanos llevando en hombros el feretro del que fuera su amigo y companero. Mientras tanto un reclamo. Un padre exigia que la linea de Autotransportes del Mezquital les indemnice y pague los gastos de los servicios funerarios que hasta el momento no se han cubierto en su totalidad pues dijo: "la ayuda solidaria que nos ha dado el pueblo no nos alcanza y nosotros somos pobres". El reclamo no encuentra respuesta. Por la puerta del cementerio arriban los ataudes con los cuerpos de Angel, Rubicel, Tomas, Jose, "Licha" e Isabel. Junto con ellos por lo menos mil personas que llevan en la mano sombrillas para tapar el sol que quema la piel y enrojece mas los ojos, tambien hay ninos que lloran y que hacen del rito un martirio impresionante. Las instituciones de socorro de la Cruz Ambar tienen que atender a los familiares que sucumben ante el dolor de ver a su hijo muerto. El viento sopla y las copas de los cipreses se mecen como diciendo adios. Una nube oculta el sol cuando la caja de "Licha" desciende a la fosa. Llanto, sollozos. La gente sigue llegando al panteon municipal. Lleva mas flores, cirios, cristos, cruces. A su paso se escucha el coro que dice: "Padre nuestro que estas...", luego silencio. Entre tanto, los rumores siguen, pues sin que se haya hecho una evaluacion perital oficial, el comandante Victor Neri, de la Cruz Ambar, estima que la explosion, que no fue inmediata segun campesinos del lugar, se debio a la intransigencia e irresponsabilidad al hacer una mala instalacion del tanque de gas butano, pues se coloco manguera plastica del tanque al regulador misma que se rompio con el primer impacto y que con las chispas del segundo choque exploto. .