SECCION ESPECTACULOS PAG. 45 BALAZO: SONIDOS CABEZA: Beck y Radiohead, ni perdedores ni ganado CREDITO: OSCAR SARQUIZ F. Una pelicula (Slacker, sintomaticamente sin estrenar en Mexico) y un libro (Generation X, idem) contribuyen a documentar -inventar, dicen unos- la pasiva y desencantada actitud vital supuestamente generacional de la actual juventud estadounidense (¨y primermundista?) que esta viviendo la edad de las ilusiones sin ilusiones, confrontando aun mas de cerca que los punks ingleses del pasado reciente un futuro gris y chato, de desempleo remunerado y nulo crecimiento personal. Marginados por la galopante recesion , desilusionados por los fracasos de sus predecesores, seguros de que su unica herencia son mentiras, los "flojos" de la generacion sin cordenadas tienen ya sus propios bardos y voceros, dicen sus publicistas. Solo que su reticente vocero Beck Campbell Hansen, neo/anti/folkie en cuestion, lanzado a fama inesperada por su descubridor Tom Rothrock y su productor designado Karl Stephenson, no esta de acuerdo. Veterano del anonimo circuito de cafeterias segundonas que alberga incontables interpretes marginales, Back venia canalizando sus frustraciones en composiciones deliberadamente excentricas e inclasificables que grababa el mismo en una cassetera baratona. Afecto (autocriado, de hecho) a una dieta de rustico blue s rural sazonada con el rap callejero que considera acertadamente el nuevo folk de las urbes septentrionales, grabo una raquitica guitarra de slide a la que anadieron una caja de ritmos de hip hop, compuso una letra deliberadamente estrambotica que recuerda al "Subterranean Homesick Blues" de Bob Dylan (el otro paradigma que, como el de "vocero de su generacion" pesa sobre sus hombros contra su voluntad) y concreto, sin proponerselo, uno de los exitos radiales mas populares en su pais: "Loser". Y disiente e l flaquillo cantante rubio porque, aunque su pegajoso coro "...Soy un perdedor, nena/ ¨Asi que por que no me matas?" ha sido considerado por los medios himno y manifiesto de los slackers de la generacion X, la cruda realidad es que su autor lo anadio con ironia autodescalificante tras escuchar con desaprobacion su propio palido homenaje interpretativo a Chuck D, rapper principal de Public Enemy. Fin del manifiesto Mellow Gold es una anomalia bienvenida: un album verdaderamente libre y alternativo en un mome nto en que este ultimo calificativo ha sido tan drenado de significativo que no es mas que una etiqueta hueca y en la mayor parte de los casos que promueven las grandes fonograficas internacionales, falsaria. Realizado con la misma sana indiferencia por el mercado que los cassettes caseros de Beck, es una coleccion delirantemente eclectica donde conviven sin delimitarla lo acustico y rupestre con lo electronico y experimental (si algo le gusta al esmirriado gerito, hijo de una hoy madurita cortesana de And y Warhol, es el ruido) sin el menor respeto por generos, convenciones ni demarcacioes. Aunque la materia tematica es, en efecto, rica en depresividad, la respuesta musical a ella es picara y valemadrista, ultimadamente positiva como gesto obsceno ante granadero; una verdadera prueba de acido (corrosivo, no recreativo) para quienes han perdido la nocion de rebelion entre el constante alineamiento industrial del rock y sus derivados. Si escuchar este album anomalo y divertido como travesura cabula de preparatorianos irrita, es senal segura de que en el camino se perdio el sentido del humor y se es uno de esos fresas uniformados de onderos mientras llega el momento de su yupificacion consagratoria. Una cosa es segura; Beck no seguira los pasos de Bono, asi que consiganlo mientras puedan, y preparense a ser retados. Hablando de etiquetas, perdedores y depresividad, algo ingusto le sucedio al quinteto oxfordiano Radiohead a cargo de su radiadisimo y exitoso sencillo "Creep", contagiada su imagen de la actitud derrotista y autodevaluadora de esos otros versos dignos de masticadores compulsivos de Ativanes ("...Pero soy detestable/ Soy un miserable/¨Que diablos estoy haciendo aqui?/No pertenezco..." ) que tanto han gustado montados como estan sobre una melodia tan bonita que no sonaria fuera de lugar en las cuerdas de la orquesta de Montovani, uno podria pasar por alto las muchas otras facetas de su primer lanzamiento internacional (como yo, que estoy comentandolos casi un semestre despues de su lanzamiento.) Lejos de su aparente autoconmiseracion, Radiobead es un grupo con tanta tradicional arrogancia britanica como, digamos, los tempranos Kinks; y su docena de rolas muestra mas versatilidad, estilo y contenido que la mayoria de sus colegas que se cobijan, a falta de otra cosa, con la sombrilla unitalla de su pretendida "alternatividad". De hecho, este debut es un album un tanto inasible en el que resuenan ecos del "nuevo" U2 ("You"), new wave ochentero ("How Do You"), Lou Reed ("Stop Whispering"), neofolk ("Th inking about You"), grunge ironico ("Anyone Can Play Guitar"), rock pop setentero ("Ripcord"), pop actual ("Vegetable"), balada actual ("Prove Yourself"/"Lurgee") sesentera ("I Cant" parece escrita por Ray Davies), y cosmopolitana ("Blow Out" podria ser cantada sin esfuerzo alguno por K.D.Lang). En sintesis, la Cabeza Radial hace honor a su nombre, no al dudoso caracter invertabrado de la supuesta generacion floja. Si existe tan desalentadora entelequia, estos artistas no son sus suscriptores; escucharlos da esperanza, no geva. Beck, Mellow Gold (Bong Load/Geffen) **** Radiohead, Pablo Honey (EMI/Parlophone) **** .