SECCION ESPECTACULOS PAG. 44 BALAZO: LECTURAS DE ROCK CABEZA: Crin en el ojo ajeno, viga en el propio CREDITO: DAVID CORTES En 1984 la aparicion de Crines en librerias bien pudo ser un suceso, pero la mala distribucion lo impidio, aunque ello sirvio para proporcionarle una aura mitica al texto. Un libro de rock en ese entonces era casi inaudito. El Crines, otras lecturas de rock lanzado este ano por Era Ediciones es, en realidad, otro libro. En el se recuperan articulos del primero, se eliminan otros y se incluyen algunos nuevos, pero persiste el impulso original de la compilacion: efectuar una amplia mirada sobre el fenomeno rock. La gama de colaboradores es variada: Juan Villoro, Jordi Soler, Hector Manjarrez, Parmenides Garcia Saldana, Jose Agustin, Alain Derbez, Carlos Chimal -quien ademas es el responsable de la compilacion-, David Huerta, entre otros, y la calidad de los textos en su mayoria guardan un nivel bastante bueno. Las objeciones, al menos de mi parte, se dan en los textos de quienes, alguna vez rockeros, encontraron otros intereses mas satisfactorios o menos peligrosos, segun se le vea. Una de las desventajas de quienes practican la literatura es el de sentirse con el derecho suficiente a cernir su critica sobre todo, aunque ese todo les sea ajeno. Y en Crines, otras lecturas de rock hay varios ejemplos de ello, actas de defuncion bien escritas aunque debilmente argumentadas, de la muerte del rock. ¨Que esperaba el senor Hector Manjarrez de un concierto de Lou Reed? Que este usara la hipodermica al cantar "Heroin". ¨En verdad, ese "toro de Miura del rock murio hace muchos anos o sera el efecto de sus venerables cuarenta y seis anos? Carlos Chimal en el articulo "The Beat Blew Out" escribe: "La cancion, pues, ha sido expoliada; y la tecnologia que la ha acompanado en los ultimos anos acabo por destrozar su impulso vital". Y me pregunto, ¨sigue acaso la literatura tan viva y radiante como en sus inicios? Hasta Juan Villoro, en "Dias de futuro pasado", arremete contra el ritmo, aunque no tan visceralmente, al cual dedicara buena parte de su tiempo en los setenta. Otra vez pregunto: ¨Se le permitiria a un escriba rockero enjuiciar a la literatura toda a partir de la obra de Stephen King? Hace mucho que Garcia Marquez, Carlos Fuentes, Lawrence Durrel y otros no experimentan, ¨significa eso la muerte de la literatura? Resulta sintomatico que los textos de Jordi Soler, tambien escritor y aun rockero, esten mas apegados a la realidad de este genero musical. Bocafloja u Obras sanitarias de Naief Yehya, por ser novelas escritas por rockeros, ¨son literatura de segunda? Solo espero que en diez anos Soler no escriba, en una nueva edicion de Crines, acerca de la muerte del rock tomando como ejemplo a The Jesus and Mary Chain, The Cure o Janes Addiction, grupos que para entonces tal vez ya no existan y de hacerlo seguramente no seran los mas representativos del genero. Al final, queda la sensacion de que estos escritores miran otra vez desde su pedestal y se arrogan, para si y la literatura, el derecho de ser lo mas importante y trascendente. Como si no tuvieramos suficiente con los dilentantes de la musica de concierto, ahora vienen estos senores a decirnos que algo esta muerto simplemente porque a ellos eso ya no les interesa o porque su edad les impide comprenderlo .