SECCION INF. GRAL. PAG. 3 CABEZA: El rumor y la esperanza CREDITO: JULIAN ANDRADE JARDI El escandalo y las especulaciones que lo fortalecen, siempre han sido el alimento de un trabajo de comunicacion que privilegia el negocio sobre la verdadera discusion de los debates publicos. Hace unas semanas el Senado de la Republica descongelo una iniciativa para reformar la Ley Organica del Congreso de la Union que clarifique el nombramiento de un presidente interino y la convocatoria a elecciones en los plazos que la ley ya fija. Sin duda la iniciativa se promueve en un ambiente especialmente delicado y sujeto a innumerables presiones. Hay en buena parte de la poblacion un sentimiento fortalecido por la ausencia de debates claros y espacios publicos, que ve en cada movimiento gubernamental intenciones malevolas y planes secretos. Por eso, quiza, es que no podemos ver los asuntos como lo que son. La propuesta no tiene nada novedoso, es mas, es una calca del articulo constitucional. Uno puede escuchar toda clase de comentarios al respecto y la unica explicacion que se puede tener, ante semejante actitud, es la de constatar el notable menosprecio que existe en algunos sectores por las elecciones que se avecinan. El presidente interino siempre responde a situaciones de emergencia, no es una figura en la que se pueda prever alguna clase de voluntarismo. Desde la Constitucion de 1824 la ausencia del primer mandatario era una preocupacion del Legislativo que se resolvio, en aquel tiempo, con la vicepresidencia. No es necesario relatar aqui, el profundo error que significo para el pais, ya que la ley, sin quererlo, propiciaba las asonadas y los golpes. La Constitucion de 1857 prefirio, en cambio, dar el caracter de sustituto al presidente de la Suprema Corte. Fue hasta la reforma de 1896 en que el secretario de Relaciones Exteriores tendria la funcion de supl ir, en caso de ausencia, al Presidente de la Republica. De ahi que Pedro Lascurain Paredes haya tenido, en 1913, el dudoso honor de ser presidente durante 45 minutos para dar paso al nombramiento de Huerta como secretario de Gobernacion, abriendo las puertas al nombramiento presidencial en el Congreso. La Constitucion de 1917 termino con el problema dejando en manos del Congreso el nombramiento de un presidente sustituto o interino. El gran alcance de esta reforma radica en que nadie puede saber, de antemano, que sera el elegido, desechando, de esta manera, toda la imaginacion y todo el peligro que entranaban los relevos inmediatos. En dos ocasiones de nuestra historia reciente el Congreso ha tenido que recurrir a la sustitucion de un presidente, la primera, despues del asesinato de Alvaro Obregon, y la otra en pleno auge del callismo, cuando Pascual Ortiz Rubio renuncio al cargo, para ser relevado por Abelardo L. Rodriguez. En el primer caso la situacion salio avante por el nombramiento de Emilio Portes Gil, quien era, en buena medida, un engranaje entre el callismo y el obregonismo. El caso de Ortiz Rubio respondio, en cambio, a toda la fuerza y a todo el control del veradero hombre fuerte, Plutarco Elias Calles. Toda emergencia politica esta necesariamente cargada de trampas. La asuencia de un mandatario elegido en las urnas convoca a la ingobernabilidad y a la ilegitimidad. Yo no creo que estemos ni que podemos estar ante una eventualiad como la anterior. Me parece que hay que apostar por nuestra reserva democratica y por la fortaleza de los partidos que tenemos. Es muy comun pensar que la posibiliad de un escenario como el plantado puede responder a la voluntad de un solo grupo. Nada mas falso. La politica, todos debieramos saberlo, responde a fuerzas organizadas, a consensos sociales y a una fiscalizacion constante de los ciudadanos. Estamos ante la eleccion mas competida de nuestra historia, buena parte del proceso esta en manos de los partidos y los ciudadanos, por eso nadie pecara de ingenuo si apuesta por el optimismo, aunque todos sepamos que el contenido de la felicidad y la esperanza son ingredientes delicados a los que hay que fortalecer cotidianamente. Nunca sobrara insistir en la urgente necesidad de que la prensa se modernice y sea un verdadero catalizador para nuestra democracia. Una de las aspiraciones mas grandes de la prensa escrita debiera ser la de ayudar a clarificar los asuntos y los problemas que pueden convertirse en focos de tension, sobre todo en situaciones tan delicadas como las que el pais atraviesa. Varias cosas activan el rumor de un presidente interino. La primera, y sin duda la mas importante, es la que pasa por la guerrilla chiapaneca y su reclamo armado. La segunda tiene que ver con el horizonte del 21 de agosto y con los fantasmas que convoca. No es del todo extrano que vivamos rodeados de rumores. El pais, desde enero, ha estado cruzado por toda una suerte de desgracias y de reacciones que poco han ayudado a tranquilizar los animos y componer las cosas. Es mucho lo que cruza por la eleccion del 21 de agosto como para alimentarla de teorias infundadas. .