SECCION ESPECTACULOS PAG. 36 BALAZO: HETERODOXIAS CABEZA: Cuadros de una improvisacion / III y ultimo CREDITO: DAVID CORTES 1. John Zorn/Yves Robert. Duelo de disonancias entre instrumentos de viento, de lo agudo a lo bajo. No hay llamado-respuesta. Es YR quien aporta cierta estructura, un orden infructuoso porque Zorn, con sus aullidos, provoca hilaridad en el publico que de esa manera se suma a la improvisacion. Hay instantes con swing, los menos, porque Zorn y Robert buscan despojar a ambos instrumentos de su uso primigenio. La segunda escena de este dueto es menos violenta, intenta, inicialmente, efectuar una declaracion conjunta, con pausas y un ritmo diferente que, invariablemente, rompe Zorn con sonidos discordantes, emulos de una fauna aerea imaginaria. A veces, JZ recuerda que su saxofon alto encierra otras sonoridades, pero siempre regresa a su actitud de choque. 2. Vanessa Mackeness, Balanescu, Paul Lovens y Pat Thomas integran una cuarteta sin fronteras, En unos segundos delimitan el territorio, dejan el jazz convencional a un lado y se dirigen a la experimentacion, una senda conducente a la musica contemporanea en donde los sonidos-ruidos practicamente se manifiestan en estado puro. Y aun asi, emana de este caos dirigido, alevoso, una logica interna dificil de concebir. 3. Pat Thomas, Paul Rogers y Buckethead. El bajo forma una onda sinusoidal, Thomas la refuerza mediante el tejido de una cortina espacial y BK imprime a su guitarra una distorsion controlada. Es una improvisacion intensa, sin tregua. La densidad producida entre el teclado de Thomas y el arco que frota el bajo de Rogers duplica su efecto con la guitarra de BK en un plano efectista. 4. Derek Bailey/Alexander Balanescu/Yves Robert/John Zorn/ Vanessa Mackness. El primero gira la orden, le bastan unas notas con su guitarra para indicar el camino; sin embargo, sus ordenes se diluyen. Un aullido de Zorn incita a la rebelion y entonces aflora el caos. La oscuridad se cierne sobre el escenario y sin un faro adecuado, la improvisacion navega a la deriva. Al final de esta primera parte de tres, el arrepentimiento llega despues del arrebato y cada uno de los elementos se acerca para formar una r ed de soporte a VM. En la parte transitoria el caos resurge. Bailey percute la guitarra, Zorn y Roberts hacen un dueto, Balanescu puntea el violin y la Mackness pelea consigo misma, asfixia su voz hasta desdibujarla. El fin es un acto de redencion. La quinteta reelabora el discurso, busca disminuir el caos, aplacar la violencia; pero la musica no crece, muere en esa lucha de voces dominantes y poco afectas a la sujecion. 5. Lovens, Roberts, Rogers y Zorn se unen para confeccionar diez minutos de free jazz. Por primera vez la improvisacion abandona su nicho exploratorio para crear una composicion con una estructura aparente, en donde los solos oxigenan y posibilitan el avance. Un cuadro de menor densidad, de perfecto entendimiento. La oveja negra en esta exposicion. 6. Bailey y Buckethead. El maestro y el discipulo. El primero humilde, el segundo la imagen de la soberbia. Bailey triplica la edad y dobla en experiencia a Buckethead. Ambos levantan una pared. Bailey se aplica al feedback, utiliza el delay para sostener y alargar la nota mientras Buckethead aprovecha la alfombra para sus veloces demostraciones y unirse, en los ultimos minutos, a esa nota colofon, una lacerante daga en los oidos. La coda es una euforia desbordada, un minuto de aplusos y gritos. A proposito de Company 91, Volumen 3 (Incus records, 1993). .