SECCION ESPECTACULOS PAG. 37 BALAZO: ENRIQUE GUZMAN, EN EL BLANQUITA CABEZA: Mas tiene el rico cuando empobrece CREDITO: FERNANDO FIGUEROA "Como ustedes no podian ir al cabaret, se los traje al Blanquita", dijo Enrique Guzman durante su debut en la catedral del espectaculo mexicano. Desafortunadamente la declaracion del sexagenario cantante no fue del todo cierta, ya que el ambiente de centro nocturno donde el se desempena como pez en el agua dificilmente puede ser trasplantado a un teatro. Maestro de maestros en el arte de entretener a noctambulos con poder adquisitivo, Enrique Guzman se enfrento no solo a la mitad de las butacas vacias del Blanqutia sino al espacio que existe entre estas y el escenario, mismo que se transformo en un lago artificial, de esos que en los castillos impiden el contacto entre el rey y la plebe. Una bolsa de palomitas y una Fanta de naranja no son los mejores acompanantes durante un apresurado viaje a la nostalgia. Escuchar Payasito en cabaret a las dos de la manana, con varios alipuses entre pecho y espalda, pensando que la noche puede alargarse a voluntad, son una experiencia gratificante y necesaria. Por el contrario, en el Blanquita Enrique Guzman se ve obligado a presentar un show de 60 minutos que, segun el, finaliza con la amenaza por parte de un tramoyista de bajar el telon a la de sin susto. Nada mas anticlimatico que escuchar al cantante decir: "Ya vamos a terminar porque tenemos que alcanzar el Metro". Apenas hace un ano Quique inauguro La Plaga, en Insurgentes Sur, con un espectaculo potente y rendidor. Conflictos con su socio lo sacaron de ese sitio, que parecia el remanso final y merecido de un viejo cetaceo que durante decadas entretuvo a un publico fiel. Aprovechando el impasse, Guzman acepto la oferta para presentarse en el Blanquita acompanado de The Loud Jets y Los Heredados (hijos de Los Polivoces), quienes telonean durante una hora. El grupo rockanrolero hizo lo que pudo con sus limitaciones, mientras que los imitadores consiguieron un buen numero de carcajadas por parte del respetable. Aunque segundas partes nunca fueron buenas, pudimos ver a una Linda Perry de piernas gordas y peludas, pero con voz muy semejante; tambien desfilaron Elvis Presl ey, Jose Luis Rodriguez El Puma, Jose Alfredo Jimenez y Marco Antonio Muniz. Hijos de tigres, pintitos. Durante su presentacion, Enrique Guzman agradecio la presencia de Manolo Munoz y, ante la insistencia del publico, subio al escenario para cantar a duo Speedy Gonzalez y Uno de tantos. "Este cuate (Munoz) ya no sale en Televisa", dijo Enrique y luego pregunto: "šPues que hiciste?", sin obtener respuesta, porque Manolo ya iba camino a su butaca. Dentro de parte platicada, Quique Gavilan dice que gracias a su participacion en la telenovela Agujetas de color de rosa la serie cambio el nombre por "Hago jetas..." Anadio que "Alberto Vazquez me acusaba de que yo le queria bajar a Angelica Maria... Ya para que". En un espectaculo contra reloj, el ex marido de Silvia Pinal no deberia perder el tiempo en juguetear con un vaso con agua, tal como lo hizo el viernes por la noche. Cuatro o cinco veces sorbio el liquido, conservandolo en su boca, para luego lanzarlo hacia el frente, como una forma de intimidar a cierto espectador de la primera fila. El numerito fallido finalizaba con esta frase: "No llega, šno ves que no tengo presion?" Independientemente de que Enrique Guzman no es el mismo en teatro, volvio a demostrar que aun conserva buena parte de sus facultades; no hay duda de que este rocanrolero-baladista es un garbanzo de a libra que, desafortunadamente, siempre se nego a actualizar su repertorio. Luego de cantar Con y por amor, Guzman recordo que con ese tema gano el Festival OTI en 1982. "Cesar Costa penso que si yo habia ganado, entonces cualquier gey podia. Al ano siguiente compuso Tierno, pero no la hizo". Entre rafagas de humo, Enrique Guzman canto Te seguire, Quiero ser libre, Secretamente y Tu cabeza en mi hombro, que nunca pueden faltar. Conforme se acercaba la medianoche, algunos espectadores abandonaron el recinto con ganas de llegar a buena hora a la estacion Bellas Artes del Metro. El evento principal finalizo sin pena ni gloria, con una invitacion por el sonido local para asistir a un brindis en el vestibulo con mezcal Gusano Rojo! No era un chiste necrofilico; a la salida habia vasitos con aguardiente puesto, cubas y pinas coladas (los hubieran ofrecido en el intermedio). .