SECCION: INTERNACIONAL PAGINA: 28 BALAZO: COORDENADAS CABEZA: Guerras patrioticas šen 1995? CREDITO: EDIT ANTAL Lo grotesco que puede resultar exacerbar los sentimientos patrioticos, lo demuestra la guerra entre Peru y Ecuador, tanto mas extrana cuanto que, al parecer, nadie la ha iniciado pero ambas partes la han ganado. Mientras tanto, como lo afirman en los dos lados, nadie ha cedido un solo paso para atras. Al estallar el conflicto armado en el Amazonas, los periodistas mas aplicados del mundo, inmediatamente se dieron la tarea de contabilizar la cantidad de conflictos fronterizos en America Latina y de calcular la extension de los territorios en pleito: arrojaron que existen nada menos que 12 potenciales conflictos de este tipo, que se trata del siete por ciento del total de las fronteras en la region actualmente en disputa, eso es de tres mil kilometros, y que la reivindicacion territorial a nivel del continente suman un total de 600 mil kilometros cuadrados, alrededor de un tres por ciento de la superficie total. Entre los casos pendientes de diferencias fronterizas se menciona el de Guatemala con Belice, el de Colombia con Venezuela, y el de Chile, Bolivia y Peru. El primero se ha suavizado con el reconocimiento del gobierno guatemalteco de la independencia de Belice hace unos anos. Venezuela y Colombia por su parte han establecido una comision bilateral para establecer la frontera maritima en el Golfo de Venezuela, una region rica en petroleo. El contencioso existente entre Bolivia y Chile, en cuanto a la extension del territorio, es la mas importante. Bolivia reivindica un acceso al Pacifico y desde 1978 ha roto sus relaciones diplomaticas con Chile, mientras que Lima ha hecho concesiones a La Paz que actualmente dispone de una zona franaca y de un puerto al sur del territorio peruano. Ademas de los mencionados existen otros conflictos territoriales menores entre Argentina y Paraguay; entre Nicaragua y Colombia a causa de un pequeno archipielago caribeno de San Andres y Providencia; entre Surinam, ex colonia holandesa y la Guyana francesa; y tambien con la Guyana, ex colonia britanica. Este ultimo a su vez reivindica de Venezuela otro territorio. Asi que America Latina abunda en potenciales disputas fronterizas, aun cuando si comparamos el continente con el viejo, no hay duda de que la actualmente bastante pacifica Europa -que no ha sido caracteristica a lo largo de su historia-, la supera por mucho en reivindicaciones territoriales latentes, sobre todo en la parte central y oriental. Ello no es por casualidad, pues los problemas territoriales fronteizos son un subproducto de las formaciones del Estado-Nacion, que fue inventado y desarrollado en Europa. En el Viejo Continente hasta la fecha el Estado-Nacion sigue siendo la forma predominante de administrar y de organizar la vida de la poblacion. A pesar de que el marco nacional ha resultado ser demasiado estrecho para solucionar muchos de los problemas de nuestros dias, como son la economia, las finanzas, la ecologia, la seguridad, la criminalidad, etc., los Estados-Naciones siguen resistiendose a los intentos de una integracion radical. En Europa occidental, a pesar de la historia de 40 anos de integracion, en muchos sentidos el Estado-Nacion sigue siendo el nucleo de la organizacion de la vida comunitaria. La parte central y oriental de Europa, como se sabe, hoy por hoy muestra un panorama distinto. Aun cuando el caso de la desafortunada Yugoslavia no es el promedio, Europa del Este esta todavia muy lejos de abandonar el esquema del Estado-Nacion, lo mas obsoleto que resulte. La clave para entender los conflictos territoriales, entonces, no radica tanto en los antecedentes historicos como en el analisis del momento politico preciso en que estalla. En la logica de integracion y de la globalizacion que va desde los asuntos financieros hasta la mas estricta colaboracion entre las redes del narcotrafico que borran las fronteras, no deja de aparecer arcaica y anacronica emprender una guerra, real o psicologica que sea, por un territorio pequeno generalmente olvidado por mucho tiempo. La nacion, y con ello el sentimiento patriotico es un concepto muy ambiguo, en Peru, en Ecuador, en Rusia, en Chechenia, en Bosnia, y en todas partes. Por un lado y segun la idea decimononica, el concepto es asociado a priori con un territorio determinado, y por el otro es un instrumento ideologico en manos del poder capaz de movilizar la poblacion. En cuanto a este ultimo, es una herramienta primitiva, e incluso apolitica en el sentido de que forma una identidad por fuera o por encima de cualquier concepto moderno de la politica. Surge generalmente en aquellos sistemas politicos en que no tienen lugar ni ideales ni partidos politicos. El patriotismo o nacionalismo exacerbado y a secas, en terminos de la politologia es una version de nihilismo, que aparece cuando no existen identidades mas sofisticadas en el sentido social -como pueden ser la afiliacion profesional, sectorial, partidista, etc.-, y no queda de otra que acudir lo infalible, lo inmediato, lo relativo a la patria. Con todo el respeto a las diferencias que guardan los casos de Peru, Ecuador, Rusia y Yugoslavia, es un hecho que ni Fujimori, ni Yeltsin ni Milosevic han demostrado preferencia para gobernar a traves de un sistema politico compuesto de partidos reales, y tampoco de cazarse con ideales politicos algunos. Sin embargo, a la hora de la hora, todos los gobernantes necesitan consenso para obtener los votos. Hoy en dia conquistar un territorio ya no significa poder, pero entre condiciones de atraso politico, digamos que premodernas, y para sustituir las instituciones politicas funcionales que no existen, las absurdas guerras patrioticas ofrecen un mecanismo util para la propaganda proselitista. Por ello, y de manera insolita, e independientemente lo que haya pasado en la Cordillera del Condor, ambos gobiernos en conflicto tienen la imperante necesidad de demostrar que han ganado la guerra, que supuestamente nad ie ha iniciado. .