7 SEC. INF. GRAL. PAG. 6 CINTILLO: Razones CABEZA: Cervera: remake yucateca CREDITO: Jorge Fernandez Menendez* Si ese domingo 6 en el Monumento a la Revolucion todo indicaba que el PRI tenia no solo un muy buen candidato sino tambien un hombre decidido a cambiar las estructuras politicas nacionales (la reforma del poder) que incluia la profunda reforma que no le habian permitido concluir en el propio PRI (como tampoco se lo permitieron a Genaro Borrego), hoy, un ano despues, no solo no esta Colosio sino tampoco Jose Francisco Ruiz Massieu, quien desde la Secretaria General de ese partido contribuyo y mucho en la creacion de la imagen y el proyecto politico que le permitieron a Ernesto Zedillo ganar con holgura las elecciones del 21 de agosto. Decia Felipe Gonzalez hace apenas una semana, en una Espana que esta viviendo una turbulenta etapa politica, jalonada por denuncias de corrupcion, divisiones internas en el PSOE, y un terrorismo que aun da senales de vida, que la oposicion lo que no le perdonaba al propio Felipe era haber ganado las elecciones del ano anterior. Y algo similar sucede con Zedillo: no solo muchos sectores (incluso algunos que se suponen son parte de su propio partido) no le perdonan haber ganado el 21 de agosto, haberlo hecho sin apoyarse en los nuevos o viejos cacicazgos partidarios, y sin que existiera conflicto poselectoral, en comicios limpios y pacificos. Menos aun se acepta que, pese a todas las dificultades, incluyendo el ataque especulativo que propicio la devaluacion y la crisis financiera, Zedillo se empene en continuar esa reforma del poder que hace un ano propuso Colosio. Por esa razon, entre el domingo y ayer, el PRI ha vivido horas de pesadilla. Perdio Jalisco, como todo mundo lo preveia salvo algunos funcionarios y dirigentes del partido, de forma casi escadalosa, por una diferencia de aproximadamente 20 por ciento; el gobernador Eduardo Robledo pidio licencia y dejo abierto el camino para nuevas elecciones en Chiapas; se asegura que ello podria propiciar cambios en Tabasco y Veracruz y, para colmo, no se aprecia accion alguna que demuestre que la direccion nacional de ese partido tiene realmente claro cual es el camino a seguir en este contexto. La mejor demostracion de esa confusion fue la decision de elegir como candidato a gobernador en Yucatan a Victor Cervera Pacheco, un albazo que solo puede explicarse por el panico que genero en la cupula priista la derrota de Jalisco. La decision es mala por varias causas. Primero, porque cuando el discurso oficial, incluso del propio partido es el de una profunda reforma y renovacion, se vuelven a utilizar las mismas y gastadas cartas del pasado. Y para colmo no era que el PRI yucateco no tuviera militantes: tenia a Carlos Sobrino, a Jose Toraya, si se trataba de tener algun candidato con presencia nacional alli estaba Emilio Gamoba Patron. Ninguno de ellos son precisamente principiantes en la politica nacional y estatal. Dice Cervera que la suya no fue una designacion producto del dedazo sino originada en la base partidaria. Es una verdad a medias: no es producto del dedazo porque el presidente Zedillo prometio y cumplio el no involucrarse en las decisiones del partido, pero sin duda fue una decision cupular, impulsada por el propio Cervera Pachecho que, desde sus tiempos de gobernador, venia preparando esta oportunidad. Tan es asi que modifico la constitucion local para poder reelegirse con la excusa de que no habia sido gobernador electo e incorporo una clausula de residencia efectiva que impediria en una vision estricta de la ley, la candidatura de cualquier otro politico que, aunque nacido en el estado y aunque tuviera propiedades en el, residiera en otro lugar del pais. Eso, sobre todo, fue lo que termino sacando de la jugada a Gamoba Patron y hubiera quitado a cualquier otro yucateco que hubiera destacado en el DF. Cervera jamas saco las manos del juego yucateco. El fue una pieza determinante para la caida de Manzanilla Schaffer (sin olvidar, por supuesto, los muchos errores del ex mandatario estatal) y sobre todo para hacerlo entrar en conflicto con el entonces presidente Salinas. El fue quien manejo la posibilidad de cambiar la fecha de los comicios en el estado, buscando desde entonces volver a ser candidato. Cuando lo erroneo de esa decision fue evidente, se decidio que el periodo de gobierno fuera de solo 18 meses y ante la reaccion que generaba lo que desde entonces se consideraba una reeleccion (precisamente cuando se estaba en pleno proceso de seleccion de candidato presidencial priista) se retiro e impulso a Orlando Paredes, quien solo llego a candidato a alcalde de Merida porque en esa oportunidad Colosio logro impulsar la de Federico Granja Ricalde para la gubernatura. La eleccion yucateca fue el 28 de noviembre, el mismo dia que la designacion de Colosio como candidato, lo que provoco la ausencia de muchos controles en ella y lo que aprovecho la gente de Cervera para apuntalar, a como diera lugar, la endeble candidatura de Paredes. Para muchos se trato de mas que eso: de ensuciar la designacion de Colosio, generando una eleccion irregular el mismo dia de su destape. No olvidemos que Cervera fue un muy connotado simpatizante de la candidatura de Manuel Camacho y su distanciamiento con Colosio era notable desde los tiempos en que este era presidente del partido, cuando Luis Donaldo no le brindo espacios significativos en la CNC y durante el cual preferia, a la hora de hablar de Yucatan, interlocutores como el ex gobernador, tambien anticerverista, Francisco Luna Kan o el futuro dirigente del movimiento territorial, Carlos Sobrino. Muchos pensaron que la maniobra fue tan evidente que le costo la alcaldia a Paredes y un prolongado ostracismo a Cervera. Pero desde hace semanas, precisamente cuando la crisis priista comenzaba a prefigurarse como lo que es, una seria falta de identidad y rumbo partidario, Cevera volvio, sorpresivamente, a figurar como precandidato: de poco sirvio que en la misma Merida, hace dos semanas, el propio presidente Zedillo llamara a todos los partidos (pero sobre todo a uno) a realizar procesos electorales internos democraticos y abiertos. Cervera movio sus fuerzas ante el panorama de derrota en Jalisco y obligo a los demas candidatos a retirarse en su favor, ante una convencion local en la cual, sin duda, sus delegados tendrian todo controlado. Lo mas grave es el mensaje que para el propio PRI y para la sociedad deja esta decision: primero, que hay que volver al pasado, que el PRI no puede renovarse. Ya ayer, Javier Pineda Serino, quien es nada menos que el secretario de Organizacion de la CTM, dejo en claro la linea: "hay que retomar la postura tradicional del PRI pues los renovadores le han hecho mas dano que bien al partido". Y agrego: "ya no queremos un partido que acepte derrotas, sino uno siempre ganador". Si a ello le sumamos que para algunos de los dirigentes del PRI la derrota de Jalisco no fue el resultado de una pesima gestion de gobierno de por lo menos los tres ultimos gobernantes y consecuencia de la resistencia que tuvo el partido a renovarse en cuadros y en politica, sino que fue una derrota negociada entre el gobierno y el PAN (como si se pudiera negociar un casi 54 por ciento de votos para la oposicion) el cuadro es muy preocupante. Y si este movimiento no se detiene desde la direccion nacional del partido lo que se provocara no sera una renovacion sino una contrarreforma priista con graves consecuencias para el proceso de transicion democratica. En el PRI, sin duda, debe haber libertad para elegir a sus candidatos pero se requiere, como en todo partido, establecer reglas del juego claras que contribuyan a lograr los objetivos estrategicos del propio partido. Quizas Cervera Pacheco este en mejores condiciones de ganar las elecciones del 28 de mayo que cualquiera de los otros precandidatos priistas, pero habra que preguntarse en que medida podra hacerlo con limpieza y credibilidad social. Y habra que preguntarse si un triunfo electoral admite que la ley pueda ser distorsionada, si no en la letra por lo menos en el espiritu. *Director Adjunto de El Nacional .