2 SEC. INF. GRAL. PAG. 2 CABEZA: FORTALECER EL FEDERALISMO ES DESCENTRALIZAR CREDITO: Ignacio Cabrera* La organizacion del Estado como instrumento de la administracion publica nos remonta a su estructuracion actual basica en los anos 40. De ahi a la fecha, sobre todo de manera sexenal, se han creado y desaparecido dependencias y modificado otras con un comun denominador, tratar de adecuarlas a las nuevas necesidades del pais y de la administracion que iban surgiendo. En un balance general del Estado moderno en Mexico podemos encontrar que a pesar de una diversidad y amplitud de funciones que debiera cumplir y satisfacer la administracion publica, en realidad pocas de estas han sido consideradas jerarquicamente como las importantes, concentrando la mayoria de los recursos administrativos, financieros y humanos. Entre mas importantes se consideren las funciones a atender, llamense por ejemplo salud, alimentacion, vivienda o educacion, se ha desarrollado una gigantesca y complicada red administrativa para su operacion, que incluso obligo a que en el sexenio pasado tuviera razon de ser un programa permanente de simplificacion administrativa. Mientras eso sucedia en el aparato central de administracion, al mismo tiempo y proporcionalmente se desatendian y decrecian las posibilidades de satisfaccion de las necesidades sociales en los lugares de origen, en donde nacia la demanda ciudadana. Por lo que se hacia cada vez mas dificil que la solucion emergiera del centro; casi imposible que surgiera de los aparatos de administracion estatales y municipales, incluso la poblacion requiriente a lo largo del territorio nacional desconocia casi por completo en que oficina del Distrito Federal podria tratar su asunto, y obviamente sin que tuviera la certeza de lograr alguna solucion. Podemos concluir entonces en la apreciacion actual de un aparato administrativo estatal central ya en mucho ineficiente para atender las demandas sociales y absorbente en exceso de recursos en algunas pocas dependencias, y escaso de estos y poco desarrollado en los gobiernos estatales y sobre todo en los municipales. Piensese por un momento que existen 2 mil 403 municipios en el pais de los cuales 100 aproximadamente son mas o menos autosuficientes, y en cambio existen 156 mil localidades con menos de 5 mil habitantes, segun el censo de 1990, abandonadas de toda estructura y capacidad administrativa para resolver sus problemas. La solucion puede ser enfocada de muchas maneras, la principal es la vision global que renueve las bases de sustentacion del Pacto Federal. Este Pacto ante todo es un acto voluntario, en donde a traves de la consulta y el acuerdo mutuo se definen los campos y los limites de la accion de uno y otro poder, es decir, el federal y el estatal. Por eso, en el momento actual conviene rediscutir a todos los niveles de gobierno y, sobre todo en las poblaciones objeto de la atencion gubernamental, lo que debe de considerarse como federal, estatal y municipal a partir, ciertamente, de criterios diferentes a los hasta hoy empleados. Esto es, cuando, en donde y de que manera pueden ser atendidas las necesidades basicas de la poblacion distribuida a lo largo y ancho del territorio nacional que implique una nueva forma de participacion y corresponsabilidad, entre la sociedad y los diferentes niveles de gobierno. De esa discusion surgiran necesariamente problemas comunes y necesidades diversas, que deben ser atendidas con un vigoroso proceso de descentralizacion gubernamental que defina tiempos y formas perfectamente diferenciados. Esto es reconocer que el pais y su administracion publica, ya sea federal estatal o municipal, han tenido un desarrollo desigual y asimetrico que hoy urge recomponer. En este proceso de fortalecimiento del Pacto Federal y de una necesaria descentralizacion de la vida del pais, existen trampas y caminos faciles que hay que evitar. Uno de ellos es el recurso simplista de traspasar, sin mas discusiones, funciones y areas administrativas y por tanto presupuestos del gobierno federal al estatal. Experiencias recientes han dejado como resultado que en lugar de resolver un problema le creamos uno nuevo al gobierno estatal, ya que por lo regular este ultimo no tenia la capacidad ni la capacitacion para absorber esas funciones, una nueva burocracia y mas recursos. El modelo centralista de la administracion publica se agoto, hoy no solo es ineficaz e injusto, sino que se ha convertido en una traba mas del desarrollo. Revirtamos el proceso fortaleciendo a los gobiernos estatales y municipales, ahora que empieza el sexenio y existen condiciones y voluntad para ello. * Analista de temas economicos y politicos. .