SECCION ESPECTACULOS PAG. 39 BALAZO: LUIS DE TAVIRA CABEZA: El teatro, un arte revolucionario La editorial Joaquin Mortiz, en su coleccion Contrapuntos, lanzo al mercado el libro Sociedad y teatro moderno en Mexico, de Gabriel Careaga. En la cuarta de forros se dice que este volumen "es una vision dinamica, apasionada, amplia y documentada de las tendencias mas representativas de este arte, reflejo del gusto y las aspiraciones de la sociedad en sus distintas epocas: del barroco colonial hasta los directores-autores contemporaneos. Cuando Careaga habla de Luis de Tavira, lo analiza de una manera muy visceral y utiliza declaraciones del director teatral para comprobar sus propias hipotesis. Si se eliminan las tesis de Careaga, queda un rico muestrario del pensamiento de De Tavira, que vale la pena reproducir. De la actuacion: Hay quienes acuden al teatro para ponerse mascaras, para ocultarse en otras vidas y en otros ropajes. En este tipo de actor hay una necesidad de fuga, como cuando se acude a la droga. Por el contrario, hay un narcisismo oculto que de ninguna manera es la vocacion del actor, pero que se confunde muy facilmente con este y que encontrariamos en proporciones tolerables como una condicion necesaria para el que inicia el camino. Y en este sentido, en el actor tiene que haber una profunda disponibilidad para entregarse al ejercicio de liberarse a traves del conocimiento de si mismo... Partiendo de que el actor no posee nada mas que a si mismo y con eso va a trabajar, tiene que renunciar por ejemplo a la intimidad cuando trabaja. Como actor no puede tener reservas ni en su cuerpo, ni en su memoria, ni en su imaginacion. Existe, por ejemplo, un obstaculo muy frecuente entre los que se inician en la actuacion: un profundo miedo al ridiculo; una necesidad de distorsionarse a si mismos para no parecer ridiculos. Esto no es otra cosa que una tonteria: todos somos ridiculos... Del teatro: Hablamos de un teatro capaz de sanalar una determinada realidad y mostrarla como transformable. Dicho con otras palabras, vivimos en una sociedad en la que muchos padecen innumerables sufrimientos, por lo cual debemos hacer un teatro que sea capaz de mostrar el sufrimiento de esos muchos; pero esto no basta. Tambien tenemos que ser capaces de hacer un teatro que senale cuales son los mecanismos que causan tan terribles sufrimientos a tantos; y todavia mas: poder alcanzar un teatro que muestre el camino para aniquilar a los verdugos. Todo esto sin caer en ese tipo de teatro panfletario, provocador y de bajisimo nivel artistico e intelectual, que muchos consideran debia ser el teatro politico. Y del cual podemos senalar muchos ejemplos... Breton decia que no era posible pensar en algo que pudieramos llamar arte y no fuera al mismo tiempo revolucionario. Evidentemente debemos entender por arte algo mucho mas exigente que la vil propaganda, envilecedora y enajenante. En la medida en que no haya un elemento de calidad, de tal consistencia que siquiera podamos considerar arte, entonces estan fuera de la discusion esos fenomenos. Son propaganda. Cumplen algunas funciones: dirigirse al inconsciente colectivo, a los tics o a los procedimientos automaticos con fines de penetracion. En ese sentido la propaganda en la peor acepcion no puede considerarse arte. De la administracion publica: A mi me han confundido mucho con un politico avido de poder, inescrupuloso, jesuitico, demoniaco, etcetera. Y la verdad es que sentia el poder como un medio muy caro para un fin muy claro: hacer teatro, el mejor que se pudiera... .