SECCION ESPECTACULOS PAG. 39 BALAZO: LO NUEVO CABEZA: Robbie Robertson, un nativo americano CREDITO: XAVIER QUIRARTE Robbie Robertson nunca ha podido olvidar su primer encuentro directo con la musica. Ocurrio de nino, cuando vivia en la reservacion india Seis Naciones y escucho a sus tios y primos que cantaban acompanados de mandolinas y tambores. Fue entonces cuando lo subyugo el latido del tambor, el mismo que haria a Shirley Daniels escribir: "Han pasado cien anos/ Y sin embargo escucho el latido lejano de los tambores de mi padre./ Escucho sus tambores a traves del campo./ Su latido siento en mi corazon./ Los tambo res latiran/ asi que mi corazon latira./ Y vivire cien mil anos". Mucho tiempo despues recordaria: "Podia escuchar las respiraciones y el movimiento de los dedos sobre las cuerdas. Pense, esto hace que me estremezca. ¨Como hago para involucrarme en esto?". La respuesta vendria con la musica que escribio para una serie de television sobre los nativos estadunidenses, un subyugante encuentro con sus raices que ahora es recuperado en el disco Music for the Native Americans (Capitol, 1994), obra que desafortunadamente parece estar destinada a pasar inadvertida por el gr an mercado. Tal situacion no le preocupa a Robertson en lo mas minimo, segun senalo en una entrevista para la revista Musician. En ella el ex miembro de The Band manifiesta que la mayor leccion al trabajar en la escritura de las canciones The Native Americans fue darse cuenta de que es un musico afortunado, capaz de pasar con toda libertad de un proyecto a otro sin necesidad de tener que involucrarse en el "juego pop que todos tienen que jugar". Mientras la gran mayoria de los musicos involucrados en lo que se ha generalizado como world music han abrazado los ritmos africanos, asiaticos o latinoamericamos, Robertson ha vuelto la vista a su pasado. Hijo de una mujer mohawk, en el seno de las Seis Naciones aprendio a distinguir la importancia del sonido del tambor como un latido de vida y un eco de los antepasados. A traves del hilo conductor proporcionado por los tambores, Robertson construye su vision de la America devastada por el apetito destructor del hombre blanco y la enfrenta con la belleza de las leyendas y tradiciones indigenas. Su voz susurrante cuenta historias que son matizadas con la participacion de grupos de musicos indigenas como Ulali and The Silvercloud Singers y Kashtin y la ayuda de amigos como Rita Coolidge, Alex Acuna, Bill Dillon y Denis Toupin, entre muchos otros. Music for The Native Americans, una grabacion de extrema belleza que se finca en la sencillez de la forma, seguramente no pasara a la historia con un disco de oro. Sin embargo, con el tiempo constituiria uno de los trabajos mas deslumbrantes de un Robbie Robertson siempre comprometido con su arte. .