SECCION ESPECTACULOS PAGINA 39 BALAZO: IMAGENES CABEZA: El apoderado de Hudsucker CREDITO: JUAN ZAPATA A medio camino entre Orson Welles y Frank Capra, dos iconos de la cultura filmica estadunidense, el quinto largometraje de los hermanos Coen (ni modo, hay que hablar de ellos en plural) es una fabula sobre el poder y las perspectivas del sueno americano. Se trata de El apoderado de Hudsucker, filme que continua en la busqueda del hombre comun, enfrentado al monstruo social, un tema que tuvo alcances perturbadores en su magistral Barton Fink (91). Ganadores de la Palma de Oro en Cannes, Joel y Ethan Coen (el primero realizador, el segundo productor) vuelven a retomar los generos filmicos, manipulados con su habitual dosis de delirio, en una historia de intrigas financieras e inocencia, extraida del mejor Capra, pero con la grandilocuencia de Welles, como lo muestra ese inquietante leit motiv del gigantesco reloj, o la brillantisima secuencia del suicidio, que conduce a un ingenuo provinciano a escalar los peldanos del poder. Sin descuidar su humor corrosivo, puesto a prueba desde su excepcional debut en Simplemente sangre (84), seguido de la frenetica parodia de road movie Educando a Arizona (87), asi como en la negra satira gangsteril De paseo a la muerte (90), los Coen se han dedicado a reinventar de manera inteligente y original los generos filmicos; en este caso, retoman el asunto del hombre manipulado por el sistema, salvado por la joven ambiciosa que oculta, sin embargo, una personalidad fragil, extraida directamente del cine hollywoodense de los cuarenta y cincuenta. Norville Barnes (Tim Robbins), egresado de la Escuela de Administracion en Indiana, llega a Nueva York para conquistar el mundo, no obstante consigue solo un mediocre puesto en el sotano de la gran firma empresarial Hudsucker Industries, cuyo lema es "El futuro es ahora". Repentinamente, la empresa se tambalea con el suicidio de su propietario (Duming) y Barnes, debido a las siniestras maniobras de Massburguer alto ejecutivo de la firma, abandona su refugio subterraneo, cual recuerdo de Metropolis, para tomar las riendas de las Industrias Hudsucker. Sin alcanzar jamas los impactantes delirios de Barton Fink, los Coen plantean un nuevo dilema moral, el de las relaciones entre el poder y los sentimientos humanos. Robbins deja de ser el endiosado ejecutivo de The Player y el politico arribista de Bob Roberts para convertirse en el pelele imbecil que, una vez arriba, muestra un talento particular en esta suerte de cuento de hadas moderno que se ubica a fines de 1958, donde no falta el villano ambicioso que Paul Newman encarna a la perf eccion; mientras, siembra el descontento entre los accionistas para apoderarse de la empresa y sus acciones. A su vez, los Coen introducen el elemento de apoyo en la figura de Amy Archer (Jason Leigh), curiosa periodista de Manhattan, ganadora de un Pullitzer, quien al sospechar maniobras sucias se infiltra en la empresa como secretaria de Barnes. La comedia romantica hollywoodense, el melodrama social con matices de farsa y la lucha entre los tentaculos de un capitalismo bestial y la nobleza del ideal estadunidense, en un filme tal vez menor, pero deslumbrante, escrito por los Coen y un viejo colaborador suyo, el joven y maniaco Sam Raimi, autor de El despertar del diablo y Darkman. El apoderado de Hudsucker (The Hudsucker Proxy, EU, 1994). Dirigida Por Joel Coen/ Fotografia: Roger Deakins/ Musica: Carter Burwell/ Editor: Thom Noble/ Con: Tim Robbins, Paul Newman, Jennifer Jason-Leigh, Charles Durning/ Videocine. .