SECCION CULTURA PAGINA 35 CABEZA: CREDITO: Por de contado, para el maestro Damaso el "poeta a lo divino" por excelencia es San Juan de la Cruz. Junto a el, una gran mujer y extraordinaria poeta: la Madre Teresa de Jesus, su maestra en la reforma del Carmelo. Toda la poesia de fray Juan de la Cruz, nos dice en Poesia espanola, deriva en forma remota y a traves de un largo proceso de exegesis biblica del Cantar de los cantares. Y mas inmediatamente de dos fuentes primordiales: la poesia tradicional y la pastoril de tipo italianizante. Pero no solo es la poesia: tambien la novelistica y el teatro recogen este aliento de divinizacion, el cual, si bien se dio en gran parte de la literatura europea, adquiere en Espana peculiar relevancia. Tanto asi, que Damaso Alonso nos habla de que seria bueno de que en algun momento se escribiera una "Historia de la literatura espanola a lo divino". Como adelantado de este movimiento habria que citar en primerisimo lugar al eminente poligrafo Menendez Pelayo, el cual (...) "en su libro sobre Boscan trato de las obras de Boscan y Garcilaso divinizadas por Sebastian de Cordoba; y en los Origenes de la novela ha dedicado un par de paginas a la Clara Diana, a lo divino, de Fray Bartolome Ponce, y ha pasado revista a la caballeria a lo divino (ya sea en forma de novela, ya de poema) de la segunda mitad del siglo XVI". Y es que, evidentemente, se respiraba no solo lo religioso sino tambien lo andantesco a lo divino. De aqui el manchego reconcomio de don Quijote cuando platica de San Martin, Santiago y San Pablo: "ellos fueron santos y pelearon a lo divino, yo soy pecador y peleo a lo humano" confiesa con un tanto despechada humildad. Pero volviendo a Damaso Alonso, este nos presenta algunos ejemplos de transposicion de lo epico a lo religioso en estos versos del Romancero: Asi en el romance de don Gaiferos, en los dos versos donde Melisendra dice lo de "Caballero, si a Francia ides,/ por Gaiferos preguntad...", tenemos una version de Lopez de Ubeda en la cual se lee "Angeles, si vais al mundo, por mi Esposa preguntad"; una segunda de Pedro de Padilla donde puede leerse "sospiros que al cielo idos,por Dios Hombre preguntad"; y finalmente una tercera de Lope de Vega cuando reincide en el citado romance con lo de "Lagrimas que al cielo idos, por mi Esposo preguntad". Dentro de esta intromision, o por mejor decir rescate, de la poesia a lo divino en la poesia trovadoresca, tenemos los inmortales versos de "Vivo sin vivir en mi, y tan alta vida espero/ que muero porque no muero". Estos versos los retrotrae Damaso Alonso, entre otras fuentes, a una poesia de Juan de Meneses y otra de Alfonso Brito: ambas coinciden en el verso final "y muero porque no muero". Pero no para la cosa ahi, sino que la exegesis critica se ve y se desea porque dentro del referido poema hay estrofas que se atribuyen a la Santa y otras a fray Juan. Parece ser que ambos lo desarrollaron al alimon y un mucho como juego poetico durante la recreacion conventual y para edificacion y entretenimiento de las religiosas. La verdad es que nada se les daba ni a San Juan ni a la Madre Teresa de la poesia como oficio de escritor; mucho menos de los actuales bizantinismos del arte por el arte. Para ellos vida y poesia andaban juntas y eran una manifestacion de amor. Amoroso juego el de muchos de los poemas de fray Juan, todavia hace unos anos se cantaba en un convento carmelita, a la hora de la recreacion de las novicias, un bellisimo poema del Santo en el que nos habla, con memorables versos, de un pastorcito que dolido del desamor de su pastora se encumbro a un arbol (...) "do abrio sus brazos bellos,/ y muerto se ha quedado, asido dellos,/ y el pecho del amor muy lastimado." Esta poesia jugada, hecha fervor, seguira cantando: "memoria de unos pocos", como decia Luis Rius hermosamente de la gloria de los poetas, pero ahi esta. Memoria de unos pocos es la gloriosa parvedad de la poesia; y su permanencia. *Escritor .