22 SEC. INF. GRAL. PAG. 12 CABEZA: EL CASO DE LUIS MIGUEL CREDITO: Alberto Domingo* Hace un poco menos de cuarenta anos (la fecha exactisima no importa mucho), la senora Maria Felix, en el cine casero diva por antonomasia, cometio una majaderia, una mas de las que la han caracterizado largamente, en contra de un gremio decididamente popular: el de los voceadores de periodicos. Nadie, dentro de su mundo de celuloide, oso reprocharselo, nadie lo intento siquiera. Pero los "papeleritos" no pensaron igual. Irreverentes ("diva" vale por diosa), como la Dona no daba trazas de ofrecer a los agraviados una minima disculpa siquiera, ellos acordaron y llevaron a cabo un boicot en toda forma: ni un solo periodico, ni una sola revista, una mencion, una foto, una referencia cualquiera de la estrella, seria aceptado en los puestos de venta y menos hecho circular por las calles de la gran ciudad. Alzando la ceja, arrogante y pestaneando abanicos enormes con supremo desden, la Dona hizo caso omiso de requerimientos y consejos y no quiso abatir ni un milimetro su imperial altivez. Sin embargo, no duro mucho en tal postura; en menos de dos semanas la ley del hielo la puso a tiritar. Vicente Ortega Colunga, que en ese entonces editaba una historieta de fotomontaje con la supuesta biografia de Maria ("La vida deslumbrante de Maria Felix") y ademas era su amigo personal, salio al quite. Organizo (y pago, claro esta) una comida monstruo para, literalmente, los miembros de la Union de Voceadores en su totalidad. Nominalmente, la pagaba Maria y la ofrecia, en muestra de amistad y carino, a sus "papeleritos" amados de siempre. Fue un banquete (creo que en esa especie de hangar para aviones gigantescos que entonces se llamaba Salon Maxims) de mucho colorido y de mucho sabor, naturalmente: barbacoa, carnitas, chicharron, tlacoyos... y por supuesto pulques curados de por lo menos cinco clases diferentes: apio, almendra, guayaba, en fin. Maria, como no voy a recordarlo!, repartio sonrisas a diestra y siniestra, abrazo a ninos y a ancianos, se retrato con todo mundo, haciendo caras de alegria y aun condescendio "gustosa" a dar sorbit os al nectar del maguey en clasicos "cruzados". Fiesta y reconciliacion inolvidables... No obstante (ni siquiera vale la pena repetirlo), nadie experimenta en cabeza ajena. El joven cantante Luis Miguel, aunque no en calca fiel, pues otros son los tiempos, ha arribado ya a las cumbres de la fama y, sintiendose glorioso, se ha declarado ya intocable. Cualquier otro mortal se sentiria halagado de que alguien se preocupara por escribir su vida, una biografia ciertamente brevisima todavia; pero ya adornada con vitores mil y con pirotecnia abundosa. Cualquier mortal, digo... pero el joven Luis Migu el, por lo visto, siente natural, logico, haber escalado el Olimpo y estar sentado a la diestra de Jupiter Tonante. No pretendo decir, en forma alguna, que el muchacho carezca de dotes canoras. Por el contrario, es dueno de una voz privilegiada y ha trabajado y conseguido un estilo magnifico. No mas que el tener jilgueros en la garganta no lo libra de tener humo en la cabeza. El encargar a una formidable bateria de abogados trinchones la demanda a su novel biografiadora Claudia Icaza y a la editorial correspondiente (Edamex) por publicar ta de cuerpo entero. Desde lo desmesurado de la indemnizacion exigida por el "abuso" (siete y medio millones de dolares) hasta su conviccion de gran divo incuestionable. Por supuesto que su litigio no ha hecho olvidar a los mexicanos (ni siquiera a sus devotos fervientisimos) el conflicto en Chiapas ni la general depauperacion economica; pero si ha metido ruido. Mas en alguien como el, que ha amasado fortuna cuatiosisima, que tiene residencias fastuosas, que viaja en su propio avion y reune multitudes entusiastas igual en Mexico que en Sudamerica y anexas, no necesitando esa gran bolsa de la demanda (bien sabe el, como sus apoderados, que nunca habra de pagarsele, aunque ve inte jueces lo manden), solo esta demostrando que quiere ganar amplia publicidad gratuita y/o estima que su persona vale en oro y diamante lo que corporeamente pesa. Aunque en una primera instancia, una juez resolvio que la demanda no procedia, pues mas que danar su reputacion, la tal biografia lo ensalza, llega lo ruin y lo torpe ahora en la resolucion del juez vigesimo primero de lo civil (en nombre del baboso no vale la pena recordarlo) que "ordena" el pago de 40 por ciento del precio de los ejemplares ya vendidos, la prohibicion de ventas futuras y el aseguramiento de los ejemplares existentes en bodega. Pese a lo ya evidentemente peregrino del fallo, el "juez" va mas alla y acude al articulo 16 de la Ley Federal de Derechos de Autor, que dizque a la letra reza: "El retrato de una persona solo puede ser usado o publicado con fines lucrativos, con su consentimiento expreso, de su representante o causahabientes" (la biografia en cuestion esta ilustrada profusamente con fotos del artista). Lo que quiere decir, segun el tal articulo (hacemos caso omiso de su pesima redaccion, donde la sintaxis parece manejada p or un nino mongolico y, confusa como esta, se presta a interpretaciones diversas), que para publicar una foto del eximio o de otro cualquiera personaje publico (valga aqui la redundancia), es obligada la previa y expresa autorizacion legal del senalado. Pues que mamones el demandante, sus abogados y el juez! Y digo "mamones" en su acepcion correcta: ninos que maman todavia y cuya corta edad (fisica o mental) les hace incapaces de discernimiento y de juicio. Porque, vamos a ver: šTodas las fotos del divo que se han publicado y se publican en los diarios y en las revistas pueden ser motivo de sancion penal porque no fueron autorizadas previamente por el retratado? šLas publicaciones senaladas no tienen fines lucrativos? šLos periodicos se regalan acaso? Ante capricho y estulticia tanta (oh, jueces y judicatura vueltos chisme de lavadero!), y como hay algunas cositas serias de las cuales preocuparse en esta hora del mundo, solo queda un consejo elemental para demandadores zafios como los de ahora: *Periodista .