10 SEC. INF. GRAL. PAG. 6 CINTILLO: RAZONES CABEZA: Los desafios de descentralizar CREDITO: Jorge Fernandez Menendez* La principal tesis de la reforma del poder que plantea Ernesto Zedillo se basa en dos pilares: el federalismo y la democracia, que se puede sintetizar en dos acciones concretas: fomentar la descentralizacion y el pluralismo. Pero mientras el tema de la democracia ha sido intensamente debatido (aunque esa intensidad no se ha reflejado en todos los casos en claridad y calidad en ese debate), el de la descentralizacion ha pasado en buena medida inadvertido, pese a que se trata de un binomio indisoluble en esta estrategia y cuando, muy probablemente, la descentralizacion puede generar resistencias en grupos de poder y afectar la forma y nivel de vida de las mayorias, mucho mas que cualquier gran reforma electoral. Por lo pronto, y sin que una opinion publica que aun vive la traumatica experiencia de la devaluacion y la crisis financiera lo perciba con claridad, se ha anunciado un intenso proceso de descentralizacion que, hasta ahora, abarca desde lo electoral hasta la agricultura, la politica social y la salud. En el terreno politico es donde, con seguridad, habra mayores resistencias. La mayoria de los estados han sido muy cautos en adaptar sus legislaciones locales a las innovaciones federales. Hay excepciones, por (y como) ejemplo, ayer mismo, en Oaxaca, se instalo un foro plural, con participacion paritaria de todos los partidos que analizara la nueva legislacion electoral de ese estado, y en la cual el gobierno del estado no presentara propuesta alguna: seran los partidos los que decidan como se manejara la politica electoral y es muy probable que en Oaxaca se transite rapidamente hacia la primera experiencia de ciudadanizacion completa de los organos electorales. Esperemos que no sea la excepcion la que confirme la regla, porque lo cierto es que los sectores de poder en los estados no se resignan facilmente a abrir sus cotos cerrados de control. Saben que esa apertura en politica y el traslado de las decisiones a los estados, regiones y municipios no se referira solo a lo electoral y debilatara sus posibilidad es de control. Ello se reflejara tambien en otros ambitos. Por ejemplo, como anuncio el presidente Zedillo, el 50 por ciento del presupuesto de Sedesol se destinara a los municipios, para que ellos mismos administren sus obras sociales, lo cual en el pasado podria haber significado una acumulacion de poder en los grupos tradicionales. Pero esa medida se acompanara del mantenimiento y la consolidacion de la estructura social de base construida en los ultimos anos en torno al programa de Solidaridad y al desarrollo de la Contraloria Social, aun embrionaria (precisamente por la resistencia de esos grupos de poder locales) que tendra intervencion en la vigilancia sobre la utilizacion de esos recursos. Si este mecanismo funciona, la participacion directa de las comunidades en el manejo de la cosa publica de la mayoria de los municipios puede presentar importantes avances. Algo similar ocurrira con los recursos destinados al agro, aunque el nuevo secretario del ramo, Francisco Labastida Ochoa, no ha dado detalles precisos sobre como se instrumentara ese proceso de descentralizacion. Ayer en una entrevista radiofonica, Labastida destaco, sobre todo, el traslado de responsabilidades y decisiones a los estados: ellos, aparentemente, seran los encargados de canalizar esos recursos. En el ambito de la salud, el secretario Juan Ramon de la Fuente tambien ha abundado sobre el tema y se ha comprometido a terminar de descentralizar el sistema nacional de salud para 1996. El caso de la salud es muy interesante porque fue uno de los primeros experimentos descentralizadores, un experimento en el cual los resultados no siempre fueron positivos, pero del que se pueden sacar experiencias que podrian aplicarse en otros ambitos de la vida publica. Hasta ahora los servicios de salud se han descentralizado en 14 estados, todo ello en el sexenio de Miguel de la Madrid, entre 1985 y 1988. La descentralizacion asumio, basicamente, tres modelos: uno vigente solo en Baja California Sur y Sonora, basado en la creacion de una Secretaria de Salud local que coexiste con un organismo descentralizado de la administracion publica local; mientras la secretaria coordina el sistema estatal de salud, el segundo se encarga de la prestacion de servicios, atencion medica y salud publica; otros estados tienen una estructura descentralizada de la administracion publica estatal con autonomia operativa respecto al resto de la estructura de gobiernos locales; y por ultimo, la mayoria de los estados descentralizados han optado por la repeticion del modelo federal: crearon una Secretaria de Salud local con todas las funciones tradicionales. Lo cierto es que esos modelos de descentralizacion de salud han tenido muchos problemas, sobre todo porque en el sexenio pasado el secretario Jesus Kumate freno el proceso y busco volver al esquema centralizador. En ese sentido, los danos son muy altos porque ningun esquema serio de descentralizacion estatal puede ser considerado para seis anos: se trata de procesos largos que pagan altos costos politicos, economicos y sociales cuando son interrumpidos. Por ello se deben tomar en cuenta varias consideraciones cuando se habla de la descentralizacion (y ello se aplicara tanto a la salud, como a la agricultrua o los recursos de Solidaridad). En primer lugar que la descentralizacion cuesta. No es admisible repartir responsabilidades e incluso en forma matematica los recursos porque entonces estos se dispersan en lugar de concentrarse en los capitulos centrales de la estrategia economica y social. Se necesitan recursos ademas, porque, como decia Jose Francisco Ruiz Massieu (que coordino junto con el doctor Augusto Fujigaki entre 1980 y 1982 uno de los mas interesantes y exitosos procesos de "desconcentracion" en el sector salud), la descentralizacion debe ir acompanada de la capacitacion "porque no se trata de descentralizar la incompetencia": para ello se requiere avanzar gradualmente, bajo una fuerte supervision y asesoria central (descentralizar no puede implicar que el centro se desligue de los problemas de los estados). Se requiere de departamentos especialzados en cada area a descentralizar que realmente trabajen con los estados y municipios para trasladarle la capacidad de decision real. Una capacidad de decision que debe ser controlada por la sociedad y por las instancias federales. En el sector salud aun se recuerda como durante el pasado gobierno en Morelos se erigio un Hospital General en Cuernavaca, que se caracterizo por la corrupcion que rodeo su construccion, pero que, pese a todo, era moderno y tenia una seccion con 20 camas pediatricas, suficientes para un hospital de tercer nivel. Pero vaya a saber usted por que pero al gobernador se le ocurrio (y recibio el apoyo del entonces secretario de Salud) construir otro hospital, este infantil, pese a que incluso la Secretaria de Salud estatal no considero conveniente utilizar los recursos en una infraestructura que no era necesaria. Hoy ese hospital aun no termina de funcionar, el gobierno estatal todavia paga la abultada deuda que genero ese gasto y la sociedad no percibio ningun beneficio. Alli esta una palida muestra de los desafios futuros que implicara la descentralizacion. *Director Adjunto de El Nacional .