SECCION CULTURA PAGINA 36 BALAZO: CABEZA: El resultado de esa tarea, en la que incluyo entrevistas e investigaciones, es el libro Oaxaca, cronicas sonambulas, editado por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y presentado el pasado viernes por la noche en el Museo de Arte Contemporaneo de Oaxaca (MACO). Acompanado por el titular de Publicaciones del CNCA, Alfonso de Maria y Campos, y el presidente municipal de la ciudad, Carlos Manuel Sada Solana, el autor dio una explicacion personal de por que elogio a Oaxaca para dedicarle un texto. Recordo que aqui esta su genealogia. "Aqui, una tarde tan azul como la costumbre del valle indica, tuve conciencia del lenguaje, de mi identidad, de la lectura. En una siesta oaxaquena supe que mi madre lo era y que mi padre tambien". De esta certeza abrio los sentidos ante la naturaleza febril de estos lugares y la explicacion de por que le didico un libro, va mas alla de la mera biografia y puede explicarse de varias maneras: la herida Oaxaca, la fascinacion Oaxaca, la magia Oaxaca, dijo. En cada categoria, donde se puede ubicar viajeros, habitantes, propios y ajenos, brinca un reparo a este fervor: su miseria, "el estigma de siglo donde la desigualdad resulta un purgatorio anticipado, donde casi nada es una fortuna y nada una cuenta de los dias". Y parafrasenado a un poeta, recordo: "Camine por la noche de Oaxaca, inmensa y verdinegra como un arbol, hablando solo como el viento loco y al llegar a mi cuarto, siempre un cuarto, nome reconocieron mis espectros". Momentos antes, Alfonso de Maria y Campos y Carlos Manuel Sada Solana, comentaron a otros autores que en diversos momentos han tratado la historia y vida de Oaxaca en sus obras, como Malcolm Lowry e Italo Calvino. Tambien hablaron de sitios comunes visitados en diversas epocas como Huautla de Jimenez, Puerto Escondido o Miahuatlan. "Oaxaca puede reproducirse en una hoja de papel. Primero hay que arrugarla en el puno y despues extenderla para que las cicatrices del papel sean una metafora de su orografia atormentada". Francisco de Ajofrin, viajero del siglo XVIII, culpo a la divinidad de esa dificil naturaleza. "En esta provincia de Oaxaca parece que Dios puso todos los cerros y montanas que le sobraron despues que formo el mundo" (Fragmento con que empieza Oaxaca, cronicas sonambulas). .