20 SEC. INF. GRAL. PAG. 10 CREDITO: Alberto Domingo* CABEZA: CARAS VEMOS, CORAZONES SI SABEMOS En 1988, la votacion de los morelenses se volco, entusiasta, en apoyo de los candidatos del neocardenismo ardiente. No ganaron el gobierno estatal; pero si casi todos los municipios. Lo que paso luego (ahi yo vivo) fue que los ahora perredistas, duenos de ciertos espacios de poder, abusaron en, por ejemplo, de los sistemas de distribucion y cobro del agua potable, el sistema de transporte publico, etc. De tal modo que en las siguientes elecciones locales (1991), los perredistas fueron barridos ostensiblemente. De forma clara, el PRD en Morelos solo tiene el respaldo de cierta chusma acarreada. Ahora, el "oposicionista" solo pregona, donde quiera que se ve vencido por los votos ciudadanos, que "hubo fraude" y a ello se aferra, sin mas argumentos que los de los punos y las pistolas. El ex candidato del partido oposicionista a la presidencia de la Republica, Cuauhtemoc Cardenas, no ha digerido todavia su total derrota sufragista del 21 de agosto de 1994 e insiste en llamar "fraude" a todo lo que en los comicios no le convenga. Lo interesante del asunto es que ni siquiera consulta a la dirigencia y a la base de su partido para tomar decisiones drasticas o justificar su mando autoritario. Pobre partido donde no hay un lider que consulte a la base, sino un autocrata que se siente parido por las hadas! Porfirio Munoz Ledo es, nominalmente, la cabeza del partido; pero el que dicta los ukases sigue siendo Cuauhtemoc, el primer junior presidencial con Maseratti en el jardin, mientras que su papa, don Lazaro, fue el primero en cambiar para desventura de archiduques el castillo de Chapultepec por uno mas grande y mas moderno: Los Pinos. Sin ser, nominalmente, el jefe del PRD, Cuauhtemoc hace y deshace: dicta "resistencias civiles" a sangre y fuego en Chiapas y en Tabasco, negocia pactos, promueve manifestaciones, organiza bloqueos, aprueba y supervisa guerrillas. Le vale poco la opinion de los otros (el "bravo" Porfirio manumiso): Heberto Castillo, Raul Alvarez Garin, Cristobal Arias, Manuel Marcue Pardinas, etc., porque su heredad del gran expropiador de 1938 cree le da anchos derechos en la arrogancia que le place. En estos tiempos de crisis, donde uno amanece todos los dias con segun decian las abuelas "el Jesus en la boca", Cuauhtemoc se da el lujo de amenazar a todo lo amenazable. Por ejemplo: "Me das tal y cual gobierno o te lanzo bloqueos, plantones, sabotajes". Su obsesion de poder no ha asimilado las derrotas contundentes sufridas (deberia mirarse en el espejo de Salvador Allende, que accedio al poder solo en su segunda batalla electoral); y se empecina en sacar adelante a un seudoperiodista y seudopopular chiapaneco como Amado Avendano, en Chiapas, o un descalificado ex priista trepador como Manuel Lopez Obrador en Tabasco. Los metodos gangsteriles siguen siendo su forma de entender la democracia. En fin, lo chistoso (y lo patetico) del caso es que Cuauhtemoc pasa por encima de sus propios reglamentos. Acaba de reganar al senador perredista Cristobal Arias, por lo que el (Herr Cardenas) supuso (sin antes comprobarla) falla de lealtad al partido y luego tuvo que rectificar (sin disculpas, claro, porque Ala no lo hace). ¨Y como, en fin, pregunto, se hace y se sustenta la idolatria de las varias intelectuales gemebundas (Ofelia, Elena, Jesusa) que en el junior michoacano ven una especie (trompuda) de Mesias? Desde el dia siguiente de la jornada del 21 de agosto, los perrodofilos furibundos han insistido en que los que no votamos por ellos fuimos (somos), segun vomito un tal Javier Sicilia en el suplemento cultural de Siempre!, "estupidos, sumisos, esclavos, retrasados mentales" y algo mas. Lo que nunca han querido ver los devotos del neocardenismo redentor es que sus lideres son, simplemente, transfugas del "odiado" sistema; y sus corifeos, con la una sacratisima excepcion de dona Ifigenia Martinez, habitantes semianalfabetos. Desde el semiingeniero Cardenas y el semidoctor Munoz Ledo hasta el grillito sin bachillerato Pablo Gomez. En Chile, que pena! Pinochet sigue cagandose en las leyes y alegremente ampara a genocidas reconocidos y asesinos presentes. Pero, si hablamos en serio, preciso es reconocer que Cuauhtemoc, actuando de desestabilizador a ultranza, no tiene ejercito ni majestad ni... pena. *Periodista y escritor .