SECCION CULTURA PAGINA 34 CABEZA: CREDITO: Sin embargo, son precisamente los semidioses y los heroes quienes nos permiten atisbar el mundo perfecto de los dioese y deslumbrarnos con las rafagas de luz que de manera intermitente y efimera rasgan la oscuridad en que vivimos; ellos son, con su pasion y su locura, quienes nos muestran que hay algo mas alla de nuestras cuatro paredes y que ese algo es por cierto mas apetecible que el ciruclo estrecho en el que tanto nos esforzamos para lograr tan poco. El semidios, en efecto, es un ente de transbordo que en las obras de Euripides se nos presenta como un instrumento del castigo divino, como heroe tragico y como victima. Medea, por ejemplo, reune dos de estas tres caracteristicas ya que es en primera instancia una victima de la impiedad de Jason, y tambien un instrumento del castigo divino. Los ninos, nietos de Helios, son las victimas que el dios tutelar rescata, por asi decirlo, del caos que sus propios padres han creado, y este llevarselos constituye en si mismo una parte fundamental del castigo del heroe tragico. Pero Medea tambien es un anacronismo, una reminiscencia del tiempo mitico de los comienzos, que de su tierra barbara ha llevado a la Helade un cargamento de potencias uranicas y ctonicas en su estado primigenio, de las que ella misma forma parte. A diferencia de Hercules, Medea no colabora con la divinidad en la sagrada tarea de perfeccionar la Creacion, sino que mas bien nos recuerda que detras de las murallas de la polis que con tanto esmero nos hemos construido, subsisten fuerzas elementales que n o podemos ignorar impunemente. El heroe tragico, por su parte, sin ser un personaje de transbordo, establece un vinculo entre nuestro mundo y el divino, ya que con su transgresion irrumpe en el ambito de los dioses y da lugar a que los dioses irrumpan en el ambito de los mortales con el unico proposito de devolver el agravio. El personaje que desordena el cosmos abandona al menos por un momento el mundo de todos los dias para tocar y descomponer algo que esta mas alla de lo visible; este es el inicio de su desafortunada aventura, y su iniciacion es la revelacion de la naturaleza del cosmos ahi donde fue vulnerado. El heroe tragico tiene entonces el dudoso privilegio de ser visitado por un dios iracundo, o en su defecto por la pura justicia divina que se manifiesta a traves de cualquier cosa: desde un prodigio como un carro tirad o por dragones hasta algo aparentemente insignificante como la visita de un amigo lejano. La aventura del heroe tragico es la historia de su irrupcion en la esfera de la divinidad, en el ambito de las causas y los efectos primordiales, en las fuentes mismas del orden cosmico. Su iniciacion es la revelacion de la naturaleza divina, de las verdades fundamentales que rigen el orden del universo. Sin embargo, a diferencia del heroe mitico convencional, el heroe tragico no retorna a su mundo triunfante sino destruido, y esa destruccion es el precio de su iniciacion, una iniciacion que en rigor solo p uede beneficiar a quienes tenemos el privilegio de conocer, y acaso entender, una tragedia. Separacion-iniciacion-retorno, la formula de los ritos de iniciacion, se repite puntualmente en la tragedia griega. El heroe tragico sufre una segregcion del resto de sus congeneres por causa del defecto y del error que desordena el cosmos, su iniciacion es su destruccion por obra de la divinidad y su retorno significa seguir viviendo con el estigma del castigo divino. Agonia-muerte-resurreccion es el esquema vital de todos los avatares, desde que las primeras sociedades agricolas entendieron el ciclo anual de la vegetacion. Dionisos, patrono de la tragedia, dios del extasis orgiastico y la embriaguez, fue desmembrado por sus enemigos y resucito como el trigo en primavera. Su culto en Grecia, fecundo y extrano, tuvo un origen oriental tardio e incierto que solo termino con la llegada del cristianismo. Jesucristo, curiosamente, vivio y ejercio su ministerio en el Cercano Oriente, en el seno de un pueblo profundamente religioso que de tiempo atras esperaba la llegada de un Mesias. Sacrificado como un cordero, su muerte fue para los crisitianos la senal de que el cielo perdonaba todos los pecados, y su resurreccion al tercer dia inauguraba un tiempo nuevo, inedito y esperanzador. *Literato y dramaturgo, autor de Tlaxcalcingo. .